“Defender la Amazonía es defender la vida”

Una latina encabeza en el Área de la Bahía la lucha por la preservación de las selvas tropicales

Indígenas piden un alto a la devastación de las selvas sudamericanas.

Indígenas piden un alto a la devastación de las selvas sudamericanas. Crédito: Cortesía | Amazon Watch

Desde la base a la dirección de una de las organizaciones ambientalistas más importantes, la historia de Leila Salazar-López ilustra cómo se forja una ecologista. El mes pasado, el directorio ejecutivo de Amazon Watch la nombró Directora Ejecutiva. La responsabilidad es grande: es la primera chicana-latina en ese cargo y reemplazará a Atossa Soltani, fundadora de la organización y una reconocida luchadora que por más de dos décadas ha apoyado a los pueblos indígenas en la protección de sus territorios, recursos naturales y cultura.

Desde su sede principal en Oakland, Amazon Watch es la organización internacional ambiental más importante en la defensa de la integridad de los bosques tropicales tanto en Sudamérica como en Indonesia.

Leila “ha sido una fuerza increíble en la organización, en nuestro programa, nuestra estrategia, y está muy bien considerada por nuestros aliados y líderes indígenas en la Amazonia; confían en ella. Ha demostrado su compromiso, pasión y amor por la Amazonia. Está muy bien posicionada para lograr un gran impacto en el futuro de la selva amazónica. Fue una decisión correcta… para que dirija Amazon Watch hacia su siguiente capítulo”, dijo Atossa.

De padres inmigrantes mexicanos, Leila nació en San Diego en donde pasó de su niñez. Su primera experiencia ecológica, que la marcó para toda la vida, fue en la playa Ocean Side en donde acostumbraba a pasar las vacaciones familiares. “Un verano cerraron la playa porque encontraron muchos deshechos de hospitales. Eso fue como mi momento de ‘esto está mal’ ¿Por qué están tirando esto a los ríos, a las playas?” recuerda Leila.

Así fue como a los 16 años Leila tomó la iniciativa y con unos amigos comenzaron a limpiar la playa.

El llamado de la selva

Junto a un grupo de estudiantes Leila creó un club de jóvenes ambientalistas. “Una vez un amigo de mi profesor de ciencia Dean Capralis vino a hablar sobre su experiencia trabajando en la selva del Ecuador. Nos mostró fotos y nos contó que había ayudado a crear una reserva biológica”.

Así Leila escuchó por primera vez y en primera persona hablar sobre la Amazonía. A comienzos de los 90, ya en la Universidad de Santa Bárbara, propuso una idea un tanto especial para una joven: hacer su pasantía en la selva. “Me dijeron que sí y fui a Ecuador por primera vez, cuando el ‘salvar la selva tropical’ era popular. Pero era un Ecuador bien diferente: no estaba dolarizado”, recuerda Leila.

A los 21 años Leila se fue a trabajar como voluntaria en una reserva biológica por tres meses. “Lo que me abrió la conciencia fue un derrame de petróleo. Estábamos en el bus público cuando vimos una ruptura en el oleoducto transecuatoriano y todo el petróleo estaba saliendo al Río Papallacta, el río principal para el lado de Quito. Fue un momento de shock porque en ese momento yo no sabía que había petróleo en la selva. ¡Qué está pasando!”, exclamó.

En Ecuador comenzó a escuchar sobre la necesidad de preservar y cuidar la selva y sobre el “legado que tenía Texaco (hoy Chevron) en la selva. Los petroleros la están destruyendo”. Cuando regresó de este, su primer viaje, comenzó a investigar sobre las organizaciones “que están haciendo algo por la selva y por la gente del Ecuador que ha sufrido (por las acciones) de Texaco”.

En 1995 Leila formó un grupo ecologista universitario para apoyar una campaña internacional de boicot contra Texaco del Rainforest Action Network. Leila regresó todos los años a la selva para trabajar como ecoguía de turismo con jóvenes estadounidenses y conocer las comunidades indígenas.

Defender la vida

Leila llegó a Amazon Watch con una experiencia que la ha convertido en una experta. Fue una destacada estudiante en Green Corps, directora de campañas en Rainforest Action Network, coordinadora de las campañas de responsabilidad corporativa de Global Exchange y Remediar a Ecuador del Amazon Watch. En la Amazonía ecuatoriana fue líder del programa Ecología Tropical de la Estación Biológica Jatún Sacha.

Amazon Watch es una organización pequeña pero “con mucha fuerza. Nos dedicamos a defender la selva tropical más biodiversa y grande del mundo. Nuestro enfoque no solo es salvar la selva sino ayudar a los pueblos indígenas que son los verdaderos dueños; es su territorio ancestral. Si queremos defender la selva tenemos también que defender los territorios ancestrales… contra todas las amenazas, que son petróleo, megarrepresas, deforestación legal o ilegal, agronegocios, carreteras. Nuestro enfoque es en los bosques selváticos tropicales en Colombia, Ecuador, Perú y el centro de la selva amazónica de Brasil, (donde los ríos) están amenazados por estas megarrepresas”.

Con una voz suave pero firme, Leila expresa sus deseos de hacer crecer la organización a través de la educación y las alianzas con la comunidad. “Es muy importante que los latinos apoyemos a los pueblos indígenas de nuestros países porque son los más afectados con el cambio climático y las injusticias. Tenemos que trabajar juntos. Necesitamos la solidaridad desde Alaska hasta Argentina. Como dicen nuestros aliados en la Amazonía, defender el agua, los bosques, los animales, las plantas y la gente. Defender la Amazonía es defender la vida”.

En voz de Leila Salazar-López:

“Nos dedicamos a defender la selva tropical… Nuestro enfoque no solo es salvar la selva sino ayudar a los pueblos indígenas que son los verdaderos dueños; es su territorio ancestral”

La amazonía y su gente

Cerca de 400 grupos indígenas dependen de las selvas de la Amazonía para su supervivencia física y cultural. Pero al ritmo actual de deforestación, cerca del 50% de la Amazonía podría perderse o quedar severamente degradada para 2020: Amazon Watch.

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