Herrera, candidato con fe y canto social

Busca ser alcalde de San Francisco con una alternativa de beneficio para la clase trabajadora. Frenar los desalojos y desplazamientos, es una prioridad

Francisco Herrera aspira a ser alcalde de San Francisco, en la elección de noviembre de 2015.

Francisco Herrera aspira a ser alcalde de San Francisco, en la elección de noviembre de 2015. Crédito: Fernando A. Torres | La Opinión de la Bahía

Con más de cien voluntarios y contra viento y marea, el activista y cantante Francisco Herrera anunció sus intenciones de postular al puesto político más alto de la San Francisco. Entre todos los candidatos en proceso de inscripción para la contienda municipal de noviembre, y debido a su ininterrumpida y profusa carrera artística, Herrera es uno de los más conocidos dentro de la comunidad latina de la ciudad.
Llamó la atención la negativa de renombrados políticos a postularse. Entre ellos, que podrían haber sido fuertes contrincantes del alcalde Ed Lee, se encuentran Tom Ammiano, Art Agnos, Mark Leno, Dennis Herrera y Jeff Adachi. Esto puede parecer sorprendente si se considera que la ciudad, parafraseando al propio Lee, atraviesa una de las crisis sociales y culturales más grandes de su historia.
Ante ello, Herrera comentó que “hay responsabilidades cívicas que uno tiene. Por lo menos hay que levantar un plan popular (que diga) aquí esta lo que nosotros vemos como la visión de lo que sirve o ayuda a la gente trabajadora de San Francisco”, dijo Herrera en su oficina en el Barrio La Misión.

De padres mexicanos, Herrera, de 52 años, nació en la frontera, en Mexicali. Estudio ciencias políticas y se graduó con una maestría en teología. “Para mi familia siempre la fe significó el servicio a la comunidad. Siempre la fe te tiene que llevar a un compromiso social, sino es una burla”. Sus primeros contactos con la religión fueron cuando trabajó en Logan Heights, uno de la barrios más pobres de San Diego. “Ahí fue donde encontré una comunidad jesuita, donde se unió todo el proceso revolucionario, cívico y evangélico. Me metí en la formación jesuita para ver cómo enriquecía mi espiritualidad, para servir a la gente”.
El exseminarista chicano tiene una abultada experiencia trabajando con organizaciones comunitarias. Desde 1981 apoyó a los refugiados en Panamá, Guatemala y Honduras. Durante la guerra en El Salvador trabajó en refugios atendiendo a víctimas. En México ha sido parte activa del Secretariado Internacional Cristiano de Solidaridad con los Pueblos de América Latina, lo que le permitió trabajar con líderes comunitarios y religiosos como los obispos Samuel Ruiz García y Pedro Casaldáliga y la líder Rigoberta Menchú.
En Baja California y Tijuana trabajó en orfanatos y centros de apoyo comunitario como la Casa de Los Pobres y la Casa del Inmigrante. En San José trabajó con mujeres sobrevivientes de la violencia doméstica. Y en Los Ángeles, Oakland, Santa Bárbara y San Francisco, con su guitarra a cuestas, ayudó a fundar refugios para desplazados e inmigrantes

“Nos están sacando de aquí”

Esta es la primera vez que Herrera se postula a un cargo público. Su campaña está enfocada, entre otros temas, a detener el éxodo de las diversas comunidades. “Es gente muy sensible, muy comprometida con el sentido de cambio social, del bienestar común. Tiene una gran riqueza en la diversidad de las vecindades… y es algo que se está destruyendo. Nos ha faltado la voluntad política de escuchar y poner en práctica la sabiduría de los barrios. Ese es el objetivo: trabajar por el bien común”, indicó.
Según él, Lee ha permitido la entrada “de un capital desbordado que ha causado mucho daño a la comunidad trabajadora. Tenemos casi 4 mil jóvenes que se han tenido que ir a vivir a otras ciudades porque ya no puede hacer futuro aquí. Casi 1,700 niños viven o en carros o en apartamentos amontonados en un sofá de la sala porque no hay cómo rentar aquí. (Los incendios) misteriosos, el asesinato de Alex Nieto, de Amílcar Pérez-López”, dijo Herrera.

Hay que detener la hemorragia

Cantante y productor radial en KPFA, Herrera tienes siete grabaciones. Su más reciente, ‘Honor Inmigrante’, tiene temas originales dedicados a los trabajadores indocumentados. “Por mucho tiempo los movimiento sociales han sido movimientos del ‘no’. Y ya es hora de decir ‘sí’. La guitarra, el arte, es lo que nos ayuda a sentir desde el corazón, a pensar desde el corazón; quiere decir un banquete donde todos podamos comer, quiere decir una educación íntegra donde nuestros hijos aprendan a pensar y sentir. Entonces si hay demasiado dinero que se está yendo a las corporaciones o si hay una corporación, como Google o Twitter, que no está pagando la cantidad justa de impuestos ¿cómo lo vamos a hacer para que paguen su parte y como utilizamos el dinero que todos hemos producido para aplicarlo a las cosas que valgan la pena?
Para Herrera, los desplazamientos y los continuos desalojos, un promedio de 800 al año, son “una hemorragia y para detenerla hay que aplicar la presión (en la herida) y empezar a aplicar la sanación, no con un parche curita. Eso sólo puede venir si podemos juntar la sabiduría de las comunidades, no un grupo, no una persona. (Creando) una plataforma y un plan para la ciudad. Detener la hemorragia, salvar el City College, detener los desplazamientos, acceso a la salud. Que la gente que trabaja aquí pueda vivir aquí”.

La última batalla

La tarea no es fácil: es el dinero o el apoyo popular. Los candidatos tiene o que pagar $5,706 (el 2% del salario de $285.319 del alcalde) o juntar 11,412 firmas. Miguel Pérez, coordinador de la campaña, dijo que se optó por la segunda: “Los políticos tradicionales pagan esto pero lo que estamos haciendo es la creación de un movimiento. Esto ni comienza ni termina con la campaña de Francisco. Esto es un intento de generar un movimiento más amplio”.
La ciudad tiene 650 mil personas inscritas para votar, pero en las últimas elecciones votaron sólo 120 mil. “Las elecciones en general costaron $25 millones en una ciudad de 980 mil habitantes. Entonces lo que nosotros estamos diciendo es ‘esto es una tiranía’, esto es un pequeño grupo de gente manejando una ciudad donde el resto de la gente ni se entera, ni participa, ni le interesa. Entonces, ¿cómo vamos a hacer para despertar el interés? Trabajando con los jóvenes y hacerles ver de que estamos en una emergencia… Hasta 2004, nosotros (los latinos) éramos el 13% de la población, ahora somos como el 8%. Estamos perdiendo gente. Pero no somos los únicos, también hay otros grupos étnicos yéndose de la ciudad. Esto es una cosa de supervivencia para nosotros como personas, como sectores políticos, como una alternativa posible y como sanfranciscanos. Para mucho de nosotros es como la última batalla, la próxima la daremos en Oakland”, dijo Pérez.

La elección en San Francisco

Los sanfranciscanos elegirán a su nuevo alcalde el martes 3 de noviembre de 2015.

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