Consejos prácticos para elegir el mejor protector solar
Hoy en día los médicos hacen cada vez más hincapié en la necesidad de utilizar protectores solares para la piel. Pero, ¿sabes cómo elegir uno efectivo?
Un estudio reciente de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad de Northwestern en Chicago concluyó que para muchos estadounidenses la información en las etiquetas de los filtros solares es un misterio. Sólo el 49% de los participantes encuestados sabía lo que representan las letras “SPF” (siglas en inglés para el factor de protección solar) que aparecen en las botellas de loción solar.
La mayoría creía que los protectores solares con un alto índice de protección solar son más efectivos contra las quemaduras solares y cáncer de piel que aquellos con un índice bajo. El problema es que hay dos tipos de rayos ultravioletas (UV) con distintos efectos en la piel:
- UVA: Alcanza totalmente la superficie terrestre; broncean de inmediato, pero su resultado es poco duradero. Tienen la capacidad de atravesar el vidrio y penetran hasta las capas más profundas de la dermis, donde generan radicales libres que provocan alteraciones celulares y causan el envejecimiento prematuro de la piel (arrugas, manchas y falta de elasticidad), además de provocar cáncer.
- UVB: Penetran menos que los UVA, pero son más reflejantes; 90% es bloqueado por el ozono y por el oxígeno de la atmósfera y como son más energéticos resultan más dañinos para la biósfera. El daño más grave en el cuerpo es que queman el tejido.
Pero ambos tipos son potentes factores de riesgo del cáncer de piel. Y un alto índice de SPF no significa que proteja la piel contra los rayos UVA, según Roopal Kundu, profesor asociado de dermatología en Northwestern, que supervisó el estudio.
Amplio espectro
Así que, ¿cómo se puede encontrar un protector solar que protege de todos los rayos que pueden dañar tu piel? Busca una etiqueta de “amplio espectro”, dijo Kundu.
Según las directrices de etiquetado de los protectores solares actuales de la Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), sólo los productos que protegen contra los rayos UVA y UVB pueden recibir la etiqueta de “amplio espectro”.
Índice de protección más recomendable
Cuanto más alto es el SPF en el antisolar, más largo es el periodo que te puedes exponer al sol sin que la piel se queme. Pero eso no significa, por ejemplo, que un filtro solar de índice 15 sea la mitad de efectivo que el de 30. De acuerdo con expertos de la Asociación Británica de Dermatología, a medida que el índice de protección aumenta, el beneficio adicional se hace más pequeño.
Y es que un filtro solar de índice 15 protege en un 93% de los UVB, mientras que los de SPF30 protegen en un 97%, los de SPF50 protegen 98%, pero cuando llegan a 100 o por encima ya no pueden proteger más. En general, los dermatólogos recomiendan un bloqueador solar con etiqueta SPF30.
También es importante asegurarse que son resistentes al agua y al sudor lo que significa que el bloqueador permanece en la piel por más tiempo cuando está mojada. Según las regulaciones de la FDA, un filtro solar “resistente al agua” significa que mantiene su SPF tras 40 minutos en el agua, mientras que el “muy resistente al agua” puede durar hasta 80 minutos.
Además de elegir un protector solar que proteja tu piel de los dos tipos de rayos dañinos, hay una serie de otras medidas que puedes tomar para reducir el riesgo de daños en la piel por efecto de los rayos solares.
- Aplicarlo 30 minutos antes de salir al aire libre para obtener mejores resultados. Esto le da tiempo a la piel para absorber el bloqueador.
- Volver a aplicarlo cada dos horas o después de cada baño en la piscina o el mar.
- Limitar la exposición al sol, especialmente al mediodía, cuando sus rayos son más fuertes.
- Si es inevitable estar afuera al mediodía, es recomendable un poco de sombra, como un paraguas o un árbol.
- Cubrir el cuerpo con mangas largas, pantalones, un sombrero y gafas de sol siempre que sea posible.
Pero aparte de utilizarlo en la playa o en la piscina, los dermatólogos recuerdan que también hay que usarlo durante el invierno, ya que a pesar de que los rayos ultravioleta B (UVB), los culpables de las quemaduras y del cáncer de piel, son de menor intensidad durante esta época del año, los efectos de los rayos UVA persisten.