“La droga se reparte en los salones de clase” (Vivir en el infierno, parte 2)
Un 30% de los estudiantes del Estado de México han consumido drogas alguna vez; sus padres no saben qué hacer
ECATEPEC, México – Margarita Rosales abre con cuidado una bolsa donde guarda una “chicharrita” como llama al cigarro de marihuana. Lo huele, toca con tiento y mira de reojo a su hijo Rodolfo vestido de short, chanclas y playera. Falta un par de horas para que el muchacho vaya a sus clases en la Secundaria Miguel Hidalgo y a la madre se le humedecen los ojos.
– No sé que hacer- exclama.
El día anterior, el joven llevó la hierba a casa y le contó que un par de compañeras la distribuyen en el salón de clases, que las dos chicas son parte de la banda de “Los Chícharos” y que los maestros se hacen de la “vista gorda” desde que desconocidos incendiaron la escuela ubicada en la colonia Jardines de Morelos, la más violenta de este municipio conurbado, foco rojo de violencia.
Era poco antes las siete de la mañana cuando el fuego se alzó, justo a la hora en que los estudiantes llegaban al plantel. Entre ellos corrió el rumor de que la quemazón no era más que el resultado de la denuncia penal que hicieron las autoridades escolares contra las bandas de narcomenudistas que cada día empujan a más y más jovencitos a distribuir sus productos. Marihuana, cocaína, cristal, piedra. Hasta heroína.
La dirección nunca lo confirmó, pero hace años que activistas denuncian esta práctica.
“Están usando a los alumnos como parte de la cadena de distribución en todas las escuelas del Estado de México”, precisa el abogado Carlos Mata, del despacho jurídico Delox que opera diversos municipios de la región aledaña a la capital del país.
La zona conurbada y sus 25 municipios– principalmente Ecatepec y Tecámac- conforman actualmente la región más peligrosa y poblada del país (8.8 millones de habitantes) en la que el narcotráfico ha puesto sus ojos.
Según la última encuesta de la Secretaría de Educación Pública (SEP) mientras que en el interior del país el promedio de consumo de drogas entre los alumnos es del 8%, en el cinturón del Estado de México que rodea el Distrito Federal es del 30%. ¡Y uno de cada tres lo hace dentro de sus instalaciones!
Rodolfo, de la secundaria Miguel Hidalgo, cuenta frente a Margarita, su madre, que algunos de sus amigos “que tienen problemas con sus padres” se drogan en el baño de la escuela, su refugio después de comprarle los estupefacientes a sus compañeras: 20 pesos (1.5 dólares) por cada carrujo de marihuana.
“En el Estado de México hay un mercado joven y creciente que han peleado varias organizaciones”, destaca Mata. “La Familia Michoacana y Guerreros Unidos, el Cártel de Jalisco Nueva Generación y el Cártel de Sinaloa, pero cada vez que el gobierno ataca a sus líderes, las grupos se fraccionan y dejan un montón de células pequeñas que buscan a los jóvenes”.
Los independientes también son un dolor de cabeza. Cualquiera que tenga el dinero y la habilidad para corromper a las autoridades puede vender estupefacientes e imponer sus reglas como Erick Sanjuan Palafox, un ex militar que armó su banda de distribuidores con chicas de la secundaria Héroes de la Independencia, en Tecámac, a quienes inspiraba con series de televisión como El Cártel de Los Sapos y El Señor de Los Cielos.
– A muchas de ellas las asesinó y tuvo la protección de funcionarios- sostiene Mata, defensor de uno de los jóvenes implicados.
El problema del narcomenudeo ha ido de menos a más, de los asesinatos coordinados en diversos bares y domicilios particulares al hallazgo de 46 cuerpos en un canal de aguas negras; del reconocimiento oficial de ocho bandas en todo el estado a los reportes extraoficiales de cinco puntos de distribución de droga en cada colonia.
El pasado 16 de octubre, la Procuraduría de Justicia del Estado de México acompañada por soldados y marinos confiscó cinco inmuebles en algunas de las colonias más conflictivas del municipio de Ecatepec y el fiscal, Alejandro Gómez, dijo que en adelante van a “entrar a los lugares que sean necesarios, aunque sean de difícil acceso, para atender el problema”.
Adriana B. una joven de 14 años quien también estudia en la secundaria Miguel Hidalgo, del barrio Jardines de Morelos, dice que llegar hasta los vendedores sería sencillo: “los policías que están cuidando la entrada los dejan pasar, no los revisan, no les dicen nada, pero encontrarían la droga si les abrieran las mochilas”.
ESTADÍSTICAS
- 30% de los estudiantes en el Estado de México han consumido drogas alguna vez frente al 18% de la población mexiquense en general.
- 64% prefieren la marihuana, 58% crack y 54% inalables.
- En promedio se calculan seis centros de distribución de droga en cada colonia de los municipios conurbados.
- Sólo 105 personas han sido procesadas por los delitos de producción, transporte, tráfico, suministro y posesión desde 2012 en el Estado de México, según el Sistema Nacional de Seguridad Pública.