Pumas vs Tigres: cuando el entrenador sí juega

La clave está en el banquillo. Por una de esas extrañezas del balompié, los Pumas, el mejor equipo del torneo, tiene su talón de Aquiles en su entrenador Guillermo Vázquez, quien pese a guiar al club por segunda vez a la Final (ya se coronó en el Clausura 2011), ha demostrado un extremado conservadurismo en los momentos clave de esta Liguilla.

Vázquez se las verá frente a Ricardo “Tuca” Ferretti, un navegante con muchas millas recorridas, hombre vasto en experiencia en estas fases finales y con las ideas muy cristalinas acerca de cómo desea jugarlas, siempre en concordancia con el proceder cotidiano de su equipo, lo cual Vázquez no ha llevado a cabo en sus últimos compromisos en Liguilla.

De hecho, lo anterior salta a la vista si se echa una mirada atrás hasta aquel fatídico encuentro de mayo de 2013 cuando con un hombre de más, ventaja en el marcador y todo para coronarse, echó a su equipo, entonces el Cruz Azul, a aguantar el resultado y el América le dio alcance en la última jugada del partido para después vencer y coronarse en penaltis.

Aquel acto de excesiva precaución futbolística se ha repetido en esta Liguilla con los Pumas, quienes en Veracruz debieron perder por más de dos goles, pero los Tiburones fallaron en exceso y luego en CU los felinos terminaron metidos en su campo solicitando el final.

Lo mismo ocurrió  el pasado domingo frente al América, al cual golearon de visita 0-3 y contra quien en casa sufrieron una derrota por 1-3, también con nueve jugadores las Águilas y quedaron a un gol de ser eliminados de la final.

Vázquez no aprende de sus decisiones riesgosas; Ferretti sí. Tigres es, además, un cuadro con el reciente recuerdo de haber jugado una Final de Copa Libertadores (cayó ante River Plate) y esto deja un nivel de experiencia y enseñanza muy valioso de cara al inicio de este duelo por el título en México.

Pumas posee un ataque devastador, así lo demostró en los primeros 90 minutos frente al América, pero no más. Ante Veracruz clasificó tras un empate global 1-1 y en casa el domingo anterior, defendieron y muy mal, en lugar de utilizar su mejor arma: atacar.

Tigres, en cambio, consiguió menos goles en el torneo (26 por 37 de los auriazules), pero su zaga fue la mejor de la liga: únicamente permitió 16 tantos, cuatro menos que su rival.

En el eje del ataque también hay notables diferencias. Los de la UNAM cuentan con un talentoso centro delantero mexicano como Eduardo Herrera, pero inexperto en las grandes citas.

Los regiomontanos, en cambio, presumen al mejor fichaje del torneo, el seleccionado francés André-Pierre Gignac, un portento atlético al cual el poderío físico de Darío Verón y Gerardo Alcoba no intimida.

Es el día de la Final y el mejor equipo del campeonato no parte como favorito porque en la Liguilla ha sido otro, muy distinto al del torneo regular y eso parte desde el banquillo, donde radica la gran diferencia entre los Pumas y los Tigres.