Exsiamesas regresan al hospital donde fueron separadas a llevar esperanza
Actualmente viven vidas separadas en el sur de Los Ángeles al cuidado de padres adoptivos, ya que en Guatemala no había las condiciones para su cuidado médico
Por primera vez desde que fueron separadas hace 13 años, las exsiamesas guatemaltecas María de Jesús (Josie) y María Teresa Álvarez regresaron al Hospital de Niños Mattel en UCLA para agradecer al personal que las cuidó y entregar juguetes a los niños enfermos.
“Mi hermana y yo estamos muy agradecidas de estar aquí de nuevo. Hemos venido a dar las gracias a los médicos”, dijo Josie Álvarez.
Las exsiamesas de 14 años de edad entregaron juguetes a niños como a Giovani Hernández de dos años y medio hospitalizado por un tumor en la cabeza. Con la ayuda de voluntarios decoraron con ornamentos navideños los cuartos de los menores.
En 2001, Josie y Teresa Álvarez nacieron en Guatemala unidas por la parte superior de la cabeza. Al año de edad, en agosto de 2002, con el apoyo de la organización no lucrativa Mending Kids International fueron traídas al hospital de niños Mattel de UCLA donde fueron separadas durante una intervención que duró 23 horas.
A los cuatro meses de su separación regresaron a Guatemala pero enfermaron, una de ellas de meningitis, por lo que regresaron a Estados Unidos para recibir tratamiento. Los médicos entonces consideraron que era imperativo que permanecieran en el país. Sus padres Wenceslao y Leticia Álvarez tomaron la difícil decisión de permitir que otras familias las adoptaron para asegurar su supervivencia.
A Jossie la adoptó Jenny Hull; y a Teresa, Florie Cajas, también guatemalteca.
Jossie es la más sociable y con mejor estado de salud. Ella puede caminar con la ayuda de una andadera mientras que Teresa no habla ni puede caminar. Además presenta un poco de retraso.
Jossie asiste a una escuela regular, tiene muchos amigos y es muy conocida en su comunidad, dijo Gregoria Cárdenas, enfermera registrada.
“Me encanta bailar ballet, jazz y tap. Y esta Navidad la quiero pasar con mi familia y amigos”, comentó la propia Jossie luego de entregar juguetes a los niños.
Confesó que de grande le gustaría ser maestra de natación, ya que además de bailar, nadar en una de sus pasiones.
Jossie reveló que se lleva muy bien con su hermana. “Me encantar estar con ella. Nos vemos dos veces a la semana. Jugamos mucho actividades al aire libre, en el patio. Es un poco extraño porque siempre pienso en ella. La tengo en mi cabeza, y sueño mucho con ella”, dijo.
Exsiamesas saludables
La enfermera Cárdenas dijo que en general las exsiamesas están muy saludables aunque todavía necesitan ser vistas por los médicos con regularidad y es muy probable que Teresa sea sometida a otras operaciones.
Jorge Lazareff, el neurocirujano pediatra líder que las atendió durante su separación observó que no tiene un pronóstico de vida para las hermanas guatemaltecas. “Ellas son amadas y son felices. No sé cuánto tiempo vayan a vivir ni me importa. La vida es seria y delicada para todos. Nadie nos garantiza nada”, dijo rotundo.
La guatemalteca Florie Cajas quien adoptó a Teresa, la exsiamesa que presenta mayores retos de salud, comentó que después de separadas, a las hermanas les habían diagnosticado un año de vida pero ya rebasaron por mucho tal expectativa porque ya tienen 14 años.
“Nos hemos encariñado mucho con ella. No voy a decir que es fácil. El cuidado es muy poco difícil pero estamos felices con ella. Tengo una hija de 23 años con Síndrome de Down y adora a Teresa. No se le despega”, dijo.