Las otras religiones más allá de Francisco en Chiapas

MÉXICO – Ninguna ciudad en México tiene tantas opciones religiosas como San Cristóbal de las Casas, Chiapas, donde el papa Francisco pidió este lunes “aprender a pedir perdón” a los pueblos indígenas, los mismos que se han ido en desbandada del catolicismo para arroparse en organizaciones más carismáticas para ellos.

Ochenta y tres templos en total para 150,000 habitantes como muestra de la transformación de creencias que ha tenido el estado mexicano menos católico donde el 50% de los habitantes pertenece a otra religión.

Desde evangelistas, bautistas, pentecostales y adventistas (del grupo de los protestantes) a los Testigos de Jeová, Adventistas del Séptimo Día y Mormones (autodenominados cristianos) y aunque un menor número también musulmanes chamulas.

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“El principal cambio religioso que ha vivido la sociedad chiapaneca en los últimos 50 años consiste en la posibilidad de elegir”, describe José Andrés García, autor del libro Chiapas para Cristo. Diversidad Cultural y Cambio Político”.

Elegir entre un mosaico de posibilidades que se muestran en todas partes. Los “cristianos”, por ejemplo, recorren pueblo por pueblo buscando adeptos mientras los protestantes no dudan un segundo en tomarse una plaza pública para su propaganda religiosa y ambos grupos cuentan con decenas de frecuencias radiofónicas.

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Desde otra trinchera se encuentran también los conversos como Antonio Moreno, un catequista decepcionado del catolicismo que decidió fundar su propio movimiento evangelista que a la fecha tiene 22 iglesias donde cada mes se realizan –según sus propios cálculos- alrededor de 60 bautizos por Los Altos, la Selva Lacandona y la región fronteriza.

Los primeros misioneros no católicos llegaron a la zona en 1926 pero no fue sino hasta principios de los años ochenta cuando se empezaron a multiplicar con diversas estrategias, según García.

Los pentecostales, por ejemplo, aplicaron el modelo conocido como G12 inspirado en los 12 apóstoles de Jesús en el que cada pastor debía preparar a 12 más.

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“Quizás el éxito de las nuevas religiones en Chiapas se deba a que éstas nos tienen liderazgos tan verticales como la Iglesia Católica”, comentó recientemente Esdras González, líder de la organización Ejército de Dios.

El crecimiento de estas opciones es tal que cuentan con escuelas, misiones, asociaciones culturales y hasta guarderías. Incluso el estado ha sido gobernado ya por un evangelista: Pablo Salazar Mendiguchía (2000-2006) pero también ha acarreado intolerancia religiosa.

Cientos de familias desplazadas, asesinatos, venganzas son el pan nuestro en el recuento de cada año fuera de las más organizadas comunidades católicas a las que apunta Francisco como bastión en la renovación de su iglesia inclusiva.

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