¿Pueden los indocumentados recuperar sus aportaciones al Seguro Social?
Millones de inmigrantes sin un estatus legal pierden la oportunidad de retirarse con beneficios tras años de contribuciones
En sus más de dos décadas vividas en Estados Unidos, José Meneses cortó cesped en un campo de golf, preparó tortillas mexicanas en una fábrica, pasteó ganado y recorrió medio país trabajando como ‘troquero’.
Ahora a sus 60 años y postrado en una cama de hospital busca cosechar los frutos de su esfuerzo y recibir una pensión del Seguro Social.
Sin embargo, como millones de inmigrantes sin un estatus migratorio legal, los miles de dólares que cotizó por años no están a su alcance.
“Duele que hayas trabajado aquí 25 años y que le digas al seguro ‘ayúdame con unos pesitos’ y que te digan ‘no te podemos ayudar’”, señala este oriundo de Mexicali.
Como Don José, más de 11 millones de personas contribuyen al fondo de la Administración del Seguro Social (SSA) sin tener la certeza de que un día podrán recuperar esa inversión.
En contraste con la retórica antiinmigrante actual, los inmigrantes indocumentdos han sido parte vital para salvar el SSA inyectando más de 12,000 millones de dólares anuales.
Voceros del SSA, que declinaron dar una entrevista con La Opinión, confirmaron lo que muchos conocen:
“Para que un individuo reciba beneficios, 1) debe haber trabajado lo suficiente para calificar, 2) haber tenido autorización para trabajar legalmente en algún momento y 3) recibir un estatus legal por el tiempo que dure el beneficio o estar dispuesto a salir del país para recibir el beneficio”, señalaron los funcionarios en un comunicado enviado a esta Redacción.
Don José cumple con las primeras dos. Pero no tiene ni estatus legal, ni quiere salir del país.
Y aunque no tiene los 62 años necesarios para jubilarse, podría ser elegible para los beneficios para personas en discapacidad que ofrece el Seguro Social.
Su llegada a EEUU
En 1988 entró a Estados Unidos, pidió aministía tardía y por algunos años tuvo permiso de trabajo hasta que le negaron su petición.
Anualmente contribuía con más de 2,000 dólares al Seguro Social. Ahora no puede recibir ni un centavo.
“Es injusto que una persona trabaje toda su vida y al final no pueda cosechar el fruto de su esfuerzo”, expresa Angela Sanbrano, presidente del Centro de Recursos Centroamericanos (CARECEN), organización que aboga por una reforma migratoria.
“Estos trabajadores contribuyen al Seguro Social y en realidad otras persaonas se estan beneficiando de ellos”, agregó
Miles de millones
Y a decir de un reporte del SSA, solo en el 2010, la cifra más reciente proporcionada, cerca de 13,000 millones de dólares fueron reportados por trabajadores inmigrantes no autorizados.
“Este número refleja las ganancias de esos que no tiene un Número de Seguro Social (SSN) en el registro, los que obtienen uno con identificaciones fraudulentas y los que poseen uno legítimo pero que sus visas temporales ya vencieron”, acota el documento.
En un punto del mismo, concluyen: “Estimamos que las ganancias de inmigrantes no autorizados tienen un efecto positivo en el estado financiero del Seguro Social y que este efecto contribuyó con 12,000 millones al efectivo disponible del programa para 2010″.
Don José contribuyó a ese efecto positivo. Ahora hospitalizado por problemas respiratorios causados por el accidente automovilístico que lo hizo dejar de trabajar en 2012, lamenta no poder obtener la ayuda que tanto necesita.
“Y como yo habemos muchos”, apunta.
Más de 11.2 millones de inmigrantes indocumentados según el Centro de Investigaciones Pew.
“Tanta gente en el limbo que cuando quieran retirarse, no van a poder recibir nada”, agrega.