Auditoría: Universidad de California mantenía en secreto reserva de $175 millones

Una auditoría encontró que el sistema de UC gastó millones en compensar a sus empleados y realizó gastos exuberantes

Janet Napolitano, presidenta de la Universidad de California.

Janet Napolitano, presidenta de la Universidad de California.  Crédito: Ciro Cesar | La Opinión

La administración del sistema público de la Universidad de California (UC) cobró de más a sus 10 campus para financiar sus operaciones, gastó excesivamente en compensación a los empleados del sistema y ocultó $175 millones en reservas secretas en los últimos años.

Esas fueron las conclusiones de una auditoría estatal publicada el martes que propinó un duro golpe a la Oficina del Presidente de la UC puesto que pone en tela de juicio la reciente decisión de la universidad de aumentar la matrícula este otoño por primera vez en seis años cuando tiene recursos financieros adicionales disponibles, más de la mitad de los cuales están en un fondo discreto.

La auditoría de la Oficina del Presidente, la cual fue solicitada por legisladores, también encontró que no logró justificar satisfactoriamente sus gastos en iniciativas de todo el sistema y las encuestas “inapropiadas” presentadas por los auditores a los funcionarios del campus.

“Nuestro informe concluye que la Oficina del Presidente ha acumulado fondos sustanciales de reserva, utilizado prácticas presupuestarias engañosas, ha proporcionado a sus empleados salarios generosos y beneficios atípicos y no ha justificado satisfactoriamente sus gastos en iniciativas de todo el sistema”, escribió la auditora Elaine Howle en una carta dirigida al gobernador Jerry Brown y a la Legislatura del Estado.

“Además, cuando buscamos una perspectiva independiente de los campus sobre la calidad y el costo de los servicios y programas que la Oficina del Presidente provee, la Oficina del Presidente interfirió intencionalmente con nuestro proceso de auditoría”, escribió Howle.

La reserva de $175 millones incluyó un monto de $32 millones en fondos no gastados que recibió de un cargo anual recaudado en las universidades, mismos fondos que pudieron haberse gastado en beneficio a esos mismos estudiantes, recalcó la auditora.

La auditora dijo que debido a los recientes aumentos en la matrícula, ella recomienda que la Oficina del Presidente reembolse los fondos disponibles en las reservas, devolviéndolos a los campus para beneficio de los estudiantes.

Encontraron en la auditoría también que los salarios pagados a los que están en la Oficina del Presidente son mucho más altos que el pago de posiciones comparables en otros empleos del gobierno estatal.

La presidenta Janet Napolitano estuvo de acuerdo con la gran mayoría de las recomendaciones para mejorar los procesos presupuestarios y el gasto, pero negó que $175 millones estuvieran ocultos a la Junta de Regentes de la UC.

En una carta a Howle, Napolitano dijo que “las recomendaciones a [la Oficina del Presidente de la UC] son ​​útiles”.

“Damos la bienvenida a este aporte constructivo”, escribió, pero negó que el sistema que ella lidera cuente con una reserva secreta.

Napolitano dijo que gran parte de esos fondos que Howle identificó ya está comprometida con programas universitarios de todo el sistema, desde becas de investigación y ciberseguridad hasta una iniciativa de seguridad alimentaria global y un programa académico para estudiantes en Washington, DC.

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