Editorial: Reparar en lugar de destruir

Este es el resumen del frustrado intento republicano en el Congreso para eliminar la Ley de Acceso a la Atención Médica

Diversas protestas en el país piden mantener Obamacare.

Diversas protestas en el país piden mantener Obamacare. Crédito: Archivo

Dicen que es más fácil prometer que cumplir, destruir que construir. Este es el resumen del frustrado intento republicano en el Congreso para eliminar la Ley de Acceso a la Atención Médica (ACA) .

Por el bien de los estadounidenses esperamos que se cierre este capítulo para abrirse otro.  Uno que incluya a los demócratas para reparar los problemas por los que pasa la ley.

Para ello hay que cambiar el diagnóstico demagogo de que el ACA está moribundo por uno más realista, que reconozca que la solución es hacerle ajustes en vez de sabotearlo. Y reconocer la tremenda impopularidad de los planes de ambas cámaras para reemplazarlo.

Este sería el primer paso, pero para llegar a ello la mayoría republicana, al menos del Senado, tiene que aceptar que el camino de la intransigencia y el extremismo ideológico del ala más conservadora de su bancada no le ayuda a pasar legislación alguna.

Tal como está ahora, la Sesión 115 del Congreso va rumbo a ser la menos productiva en 164 años. La mayoría de las medidas que llegaron a la firma fue a través de un proceso especial para anular normas regulatorias de la administración anterior.

La polarización dentro de la bancada mayoritaria y la negativa de acercarse a la oposición demócrata es la que tiene paralizado al Congreso.

No es correcto culpar a los demócratas de obstrucción. Es como decir que ellos son los responsables de que el auto controlado totalmente por los republicanos -Congreso y Casa Blanca- no se mueve porque no la oposición no lo empuja en contra de sus propios intereses.

Obstrucción fue cuando la mayoría republicana del Senado bloqueó considerar la nominación de un juez para la Suprema Corte hecha por un presidente demócrata.

No es casualidad que los mayores problemas con la cobertura médica lo tengan los Estados republicanos que se opusieron a implementar el ACA. Es la misma actitud que tomó la oposición legislativa durante el gobierno anterior que votó más de 60 veces para eliminarla y ninguna para repararla.

Ahora ante la falta de respaldo republicano en el Senado para reemplazar el ACA, la propuesta es eliminarlo, quitarle los fondos y cruzar los dedos para que se logre un acuerdo partidario en un futuro plan de salud.

El voto de la semana que viene equivale a rezar para que el abismo en dos años sea menos profundo de lo que es hoy, posponiendo decisiones para después de las elecciones legislativas. Para la Casa Blanca es una manera de señalar como traidores partidarios a quienes se opongan.

Mientras tanto, millones de personas perderán el seguro médico y las primas de los seguros aumentarán por la necesidad de la industria de protegerse ante la incertidumbre.

Que pena que tanto esfuerzo se desperdicie de esta manera en vez de buscar una solución consensuada para ayudar a los estadounidenses.

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