Editorial: “Amenaza electoral”

A Trump solo le interesa lo que piensa Trump

Trump solo le interesa lo que piensa Trump.

Trump solo le interesa lo que piensa Trump. Crédito: Joe Raedle | Getty Images

El proceso electoral pasa por un momento de realidades paralelas. Hay dos grupos de gente unidos en la apariencia de querer proteger la integridad del voto.

Uno está integrada por autoridades, especialistas y expertos, el otro por gente afín al presidente Donald Trump. Uno es una respuesta seria a un problema real, el otro es una fantasía política.

La elección presidencial del 2016 se caracterizó por el agresivo esfuerzo ruso para intervenir en el comicio, ya sea a través de la desinformación y amenazando al sistema de votación. Al mismo tiempo, el republicano Donald Trump ganó la elección a pesar perdido en el voto popular.

Es normal que después de este proceso la elección se haya creado un Concejo Coordinador Gubernamental de Infraestructura Electoral para estudiar la seguridad en los sistemas que los distintos estados usan en las elecciones.

En este marco el Departamento de Seguridad Interna notificó el viernes pasado a 21 Estados de los esfuerzos rusos para hackear sus sistemas. La idea es proveer información de acciones sospechosas de direcciones e intentos de intrusión para que puedan estar alertas.

El Presidente es el único en su gobierno que califica de mentira las intenciones rusas. Desde su egocéntrico punto de vista, significa que ganó con ayuda, con lo cual pone en tela de juicio. Son pocos los que creen que la desinformación rusa fue determinante, pero a Trump solo le interesa lo que piensa Trump.

De igual manera, él cree que la única manera que su rival demócrata le pudo haber ganado en el voto popular es por el fraude de millones de votantes.

Para demostrar lo inexistente, Trump  formó la Comisión Presidencial sobre el Fraude del Votante. Lo encabeza formalmente el vicepresidente Mike Pence, y el secretario de estado de Kansas, Kris Kobach es quien la dirige.

Kobach es el calze perfecto para Trump. Un autodefinido especialista en inmigración ilegal y fraude electoral. En su persona se hace realidad la afirmación presidencial de que millones indocumentados votaron por Hillary Clinton.

Desde su columna en el sitio de extrema derecha Breitbart, Kobach  explica teorías rebuscadas de cómo la elección presidencial en New Hampshire se perdió por gente que votó dos veces.

Entre sus invitados recientemente anunciados a testificar ante la Comisión está el entusiasta de las armas de fuego, John Lott. Su propuesta estrafalaria es que los votantes pasen por una averiguación de antecedentes como el comprador de una pistola.

Kobach es tan solo uno de varios personajes que integran la comisión presidencial que comparten la misión de desalentar la participación electoral. Ellos complican el proceso bajo la excusa de un problema prácticamente inexistente como el fraude en las urnas.

En realidad las dos amenazas a la democracia son las intenciones rusas y la labor de la comisión presidencial.

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