Editorial: “Un año peor que lo previsto”

El resumen de la presidencia de Trump: controversial, conflictiva y egocéntrica al extremo

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Crédito: ROBYN BECK | Getty Images

Muchas de las personas que votaron por Donald Trump confiaron que él iba cambiar en la Casa Blanca. Otros que no lo respaldaron, rogaron que  eso ocurriese cuando vieron que ganó la elección. Ambos se equivocaron.

El millonario neoyorquino no fue más presidencial en la Casa Blanca que en la campaña. Por eso, el 2017 fue un año peor de lo anticipado.

El tono divisivo y destructivo que tuvo como candidato se transformó como presidente en una forma de gobierno, el carácter personal rencoroso y mezquino en una manera de comunicación y la adulación permanente en una necesidad.

A los populistas que lo votaron les dio una política migratoria cruel, miope y con tintes anticonstitucionales. Fue incesante la persecución indiscriminada de indocumentados, las prohibiciones de ingreso al país de ciertos musulmanes y la retórica de odio del Presidente y su secretario de Justicia, Jeff Sessions.

El resurgimiento del supremacismo fue otra característica del 2017. Trump con sus palabras y sus silencios dio el espacio para que sean más aceptables las expresiones racistas y visible la presencia de los neonazis.

Trump le dio a los empresarios que lo respaldaron la eliminación de cientos de regulaciones federales que aumentan sus ganancias en perjuicio del interés del consumidor, usuario y asalariado. El calentamiento global pasó a ser una falsedad y la competitividad una filosofía para dejar indefenso al consumidor y aprobar un monstruoso recorte de impuestos al sector privado.

La bolsa de valores batió records gracias a una economía en ascendencia y medidas las pro empresariales. Al igual que con los impuestos, la gente de recursos más bajos quedó afuera.

Al mejor estilo del lobo que cuida las ovejas, el Presidente nombró a su gabinete opositores a los departamentos federales que ellos dirigen. Scott Pruit demandó judicialmente a la Agencia de Protección del Medio Ambiente, Betsy De Vos no cree en la educación pública y Rick Perry propuso eliminar el Departamento de Educación.

La palabra “cambio de clima” desapareció del léxico gubernamental. No fue lo único distinto en el lenguaje. Se modificaron palabras en normas y procesos para reflejar otros valores, como los cristianos opuestos al aborto en el Departamento de Salud a los más punitivos del Departamento de Justicia cuando habla de los adictos a las drogas.

La política exterior se puede resumir con la repetida imagen de un muro que confunde protección con quedar aislado del mundo .

El año se cierra con el Trump bajo investigación por una supuesta colaboración con Rusia durante la campaña. También se puede hablar de los conflictos de interés de su cargo y con sus negocios, del nepotismo con su hija y yerno.

Todo esto resume una presidencia, controversial, conflictiva y egocéntrica al extrema, cuya prioridad a los ojos de Trump es el reconocimiento público a su labor y figura.

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