Guillermo del Toro tilda de ‘horrible’ su única colaboración con hermanos Weinstein
El director asegura que trabajar con Harvey y Bob Weinstein no fue placentero
Por si no hubiera quedado lo suficientemente claro cuando, hace unos meses, aseguraba que las constantes intromisiones de los hermanos Weinstein durante el rodaje de su primera película en Hollywood, ‘Mimic’ (1997), casi le llevaron a abandonar para siempre la meca del cine, el director Guillermo del Toro no ha dudado en calificar semejante vivencia como “horrible“ y referirse a ella como la más traumática de su larga trayectoria en Estados Unidos.
“Sigue siendo una de las peores experiencias de mi vida, sino la peor. Trabajar con Miramax (por entonces la productora de Harvey y Bob Weinstein) para ‘Mimic’ fue una experiencia horrible, horrible de verdad. No paraban de interferir en el guion, en el proceso de casting, en el enfoque de las escenas de acción. No paraban de cuestionar todas mis decisiones. Ni un solo día de ese rodaje fue placentero“, ha asegurado con rotundidad en conversación con el diario británico The Independent.
Afortunadamente para él, es poco probable -por no decir imposible- que en algún momento del futuro se vea obligado a trabajar con el único de los hermanos Weinstein que sigue en activo, Bob, más que nada porque el cineasta mexicano goza desde hace años de un gran prestigio y reconocimiento en Los Ángeles solo atribuible a su talento y creatividad.
A ello han contribuido sin duda títulos como ‘El laberinto del fauno’, ‘Hellboy’ y, sobre todo, ‘La forma del agua’, la cinta que ya le ha reportado galardones como el León de Oro del Festival de Venecia y la estatuilla al mejor director en la pasada ceremonia de los Globos de Oro, sin olvidar sus candidaturas en las categorías de mejor director y mejor guion original de cara a la próxima gala de los Óscar.
Curiosamente, la dramática experiencia vivida por el realizador en ‘Mimic’ no estuvo exenta de lecciones positivas que, posteriormente, ha venido aplicando de forma magistral a su trabajo, hasta el punto de que acreditar a este filme como precursor de algunas de las técnicas narrativas y de cámara empleadas en ‘La forma del agua’, que llegará a la noche más importante de la temporada de premios con 13 nominaciones, a una de igualar el récord establecido por ‘Eva al desnudo’, ‘Titanic y ‘La La Land’.
“La verdad es que en esa película aprendí a mover la cámara con mayor fluidez y a construir una mejor narrativa para los personajes. Me ayudó mucho a desarrollar ese lenguaje audiovisual que ahora pongo en práctica con ‘La forma del agua’, y sobre todo a editar con mayor rapidez, básicamente porque pensaba que me podían despedir en cualquier momento. Creo que la adversidad puede ser muy positiva, es algo muy católico que hay en mí“, ha bromeado.