Estudiantes y padres apoyan dejar las aulas para exigir un alto a la violencia por las armas

También planean llevar a cabo una marcha el 24 de febrero que será simultánea en todo el país; hay miedo y preocupación en la comunidad

Richard Castaldo, sobreviviente de la masacre de la secundaria Columbine en 1999, comenta que apoyará cualquier demostración y movilización que llame la atención sobre lo que se necesita hacer contra la violencia provocada por las armas. (Aurelia Ventura/La Opinion)

Richard Castaldo, sobreviviente de la masacre de la secundaria Columbine en 1999, comenta que apoyará cualquier demostración y movilización que llame la atención sobre lo que se necesita hacer contra la violencia provocada por las armas. (Aurelia Ventura/La Opinion) Crédito: Impremedia/La Opinion

Ana Antuna, una estudiante de Mount St. Mary’s College en Los Ángeles, dice que aunque su escuela es un lugar seguro tiene miedo a un tiroteo masivo. “Me siento muy mal. Tengo una hermana en secundaria, una sobrina en preescolar. Pienso que no puede pasar en esta ciudad, pero está ocurriendo en todas las ciudades del país. Nunca sabes qué sigue”, dice.

El miedo y la preocupación llevaron a Antuna a apoyar la propuesta para que este miércoles 14 de marzo, durante 17 minutos empezando a las 10:00 a.m., los estudiantes dejen las aulas y honren a los caídos en el más reciente tiroteo ocurrido en la secundaria Marjory Stoneman Douglas en Parkland, Florida.

“Esos 17 minutos significan la vida de los 17 estudiantes que murieron. Esos 17 minutos van a ser para ellos. Es tiempo que los estudiantes se unan porque ellos ,junto con los maestros, tienen miedo y están preocupados. Si seguimos así, sin hacer nada, nadie nos va a hacer caso”, señala.

Desde febrero, las organizadoras de la Marcha de Mujeres están animando a los estudiantes, maestros y sus aliados a salir de las escuelas el 14 de marzo y protestar contra la violencia por las armas.

Demandan al Congreso que tome acción legislativa sobre el control de armas tras la masacre de Florida en lugar de solo publicar en Twitter sus pensamientos y oraciones.

Ana Antuna, estudiante de Mt. Saint Mary's college, apoya el que los alumnos se salgan de la escuela este 14 de marzo para exigir mayor control de armas. (Aurelia Ventura/La Opinion)
Ana Antuna, estudiante de Mt. Saint Mary’s college, apoya el que los alumnos se salgan de la escuela este 14 de marzo para exigir mayor control de armas. (Aurelia Ventura/La Opinion)

LAUSD no apoya que se salgan de las escuelas

La demostración organizada por Women’s March Youth EMPOWER ha motivado a estudiantes, maestros y padres a salir de la escuela, algo que las autoridades escolares no apoyan del todo.

Vivian Ekchian, superintendente interina del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles no está a favor de que los estudiantes abandonen las aulas por 17 minutos, por lo que pidió a los padres a hablar con sus hijos para que no salgan de las escuelas.

En un comunicado, señaló que respeta que los estudiantes tengan el derecho de libertad de expresión, y puedan participar en un diálogo pacífico y actividades en los planteles durante períodos en que no haya instrucción.

“Nuestra meta es proveer a los estudiantes con oportunidades en las que puedan expresarse de manera segura y respeten el ambiente escolar y todas las perspectivas”, indica Ekchian.

La superintendente exhorta a las escuelas del LAUSD a honrar las 17 vidas perdidas en la secundaria Marjory Stoneman Douglas en Parkland con 17 actividades dentro del plantel por 17 minutos alrededor de las 10 a.m. el 14 de marzo, dependiendo de sus horario.

Un boletín del LAUSD sobre procedimientos en caso de demostraciones indica que los  “estudiantes que voluntariamente abandonen la escuela o el salón de clases durante una demostración serán dirigidos a regresar al plantel o el salón. Si el estudiante se rehúsa a cumplir con esta orden puede resultar en acción disciplinaria”.

Shari Unger (izq), Melissa Goldsmith, y Giulianna Cerbono frente a Marjory Stoneman Douglas High School.

Padres se solidarizan

Paul Wilson, quien perdió a su esposa en el tiroteo de Seal Beach en el condado de Orange, el 12 de octubre de 2011, el cual costó la vida de ocho personas, dijo que absolutamente los estudiantes deben tomarse esos 17 minutos y salir de la escuela para protestar por la violencia.

“Las escuelas deben permitirlo. En la escuela Los Alamitos les han permitido organizarse, obviamente de una manera positiva para honrar a los 17 estudiantes que fueron asesinados en Parkland”, dice Wilson.

El más grande tiroteo del condado de Orange acabó con su matrimonio de 26 años, y dejó huérfanos de madre a sus tres hijos que ahora tienen 28, 26, y 24.

“Es alarmante que en este país, tengamos más tiroteos que hojas del calendario en el año. Desafortunadamente, cada vez que escucho de una masacre, me duele y me regresa a un lugar muy oscuro. Nada más de saber que las familias pasan por lo yo que yo viví, me lastima aún más, sobre todo cuando te enteras que hay niños involucrados”, expresa.

Otra movilización contra las armas

Dice que para él es muy importante ayudar a organizar la Marcha por Nuestras Vidas del 24 de marzo, que se hará por todo el país, porque no quiere que sus nietos crezcan en este ambiente. “Esta violencia necesita terminar”, remarca.

Antuna, por su parte, sostiene que es tiempo de que el Congreso tome acción contra la violencia.

“Los estudiantes tenemos que estar en un lugar seguro. Vamos a la escuela por una educación, no con el temor de no saber si vamos a regresar a casa”, enfatiza.

Este lunes durante una conferencia de prensa en el Ayuntamiento de Los Ángeles, se anunció que el sábado 24 de marzo se llevará a cabo la Marcha por Nuestras Vidas para pedir por el fin de la violencia por las armas y que la seguridad sea la prioridad número uno de los funcionarios.

“Tenemos que participar el marzo 24 para enseñarle a la gente que juntos vamos a hacer el cambio. Esperamos 20,000 personas, muchos estudiantes, padres, maestros, gente que trabaja en el Ayuntamiento. ¡Unámonos! Esto es muy importante”, precisa Antuna.

Richard Castaldo, sobreviviente de la masacre de la secundaria Columbine en 1999, comenta que apoyará cualquier demostración y movilización que llame la atención sobre lo que se necesita hacer contra la violencia provocada por las armas. “Los Estados Unidos es la capital mundial de los tiroteos. Eso tiene que cambiar y cualquier cosa que ayude a tener leyes más sensibles o una reforma es una cosa buena”, comenta.

Castaldo tiene 36 años. Cuando ocurrió el tiroteo de la secundaria Columbine tenía 17. Aún continúa recuperándose de las cirugías que le han tenido que hacer tras el tiroteo. Sus pulmones, hígado, bazo y una de las vértebras entre sus hombros fueron dañados. Quedó paralizado del pecho hacia abajo y condenado a movilizarse en una silla de ruedas.

Eso no le ha impedido mantenerse activo en la lucha por un control de armas.

“Estoy a favor de un proyecto de ley que incluya una revisión de los antecedentes penales, una prohibición de los rifles semiautomáticos, y la capacidad de los policías para confiscar armas y propiedad de gente que hace amenazas creíbles en Internet o donde sea”, asevera.

“Demandamos que los policías dejen de usar a los jóvenes con enfermedades como chivos expiatorios y aprendan las diferencias. Demandamos que los profesores detecten y ayuden a los estudiantes en riesgo de hacerse violentos”, afirma.

La Marcha por Nuestras Vidas en Los Ángeles se va a llevar a cabo el 24 de marzo a las 9:00 de la mañana. Va a comenzar en Pershing Square y terminar a las 2:00 de la tarde en el Grand Park del centro de Los Ángeles.

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