Su esposa lo registró como muerto, pero estaba más que vivo
Ahora, el rumano vive una pesadilla judicial para probar su “existencia”
Crédito: (Captura / YouTube)
Un rumano vive una pesadilla tratando de demostrar que está vivo y no muerto, como alega su esposa.
En enero pasado, Constantin Reliu, de 53 años, se enteró que la mujer lo registró como fallecido.
Reliu llevaba más de 20 años en Turquía, donde trabajaba de cocinero.
Este jueves pasado, una corte en la ciudad de Vaslui determinó que no podía anular su certificado de defunción porque el pedido se hizo demasiado tarde, reportó la agencia de noticias Associated Press.
La situación de Reliu lo ha colocado, literalmente, en una posición de estar “muerto en vida”, o como él describe: “soy un fantasma viviente”.
“Estoy oficialmente muerto, aunque estoy vivo. No tengo ingresos y puesto que estoy registrado como muerto, no puedo hacer nada”, indicó a AP vía telefónica desde su residencia en Barland.
“No estoy seguro si estoy divorciado no”, agregó. “No sé si está casada con otro o no. Nadie me dice nada”.
Reliu explicó que, en 1992, se fue a trabajar a Turquía. Al regresar a su país de origen en 1995, se enteró de la infidelidad de su esposa. Cuatro años después, decidió regresar definitivamente a Turquía.
En diciembre pasado, las autoridades turcas lo expulsaron del país porque sus documentos estaban vencidos y lo deportaron a Rumania.
The Associated Press no pudo ubicar a la esposa, que reside en Italia, para conocer su versión.
Reliu quisiera presentar una demanda, pero ante la falta de dinero se le hace imposible.
El hombre no descarta pedir la intervención del presidente turco Recep Tayyip Erdogan.
