La Universidad Estatal de California pone en riesgo la seguridad de los estudiantes, según auditoría
Los auditores examinaron cuatro escuelas de CSU: Channel Islands, Sacramento, San Diego y Sonoma
El sistema de la Universidad Estatal de California (CSU) expone a los estudiantes y empleados a peligros en el campus, como agua “potable” insegura, equipos de laboratorio defectuosos, asbestos y derrames de sustancias químicas. Así lo señala una auditoría publicada el martes.
Los auditores examinaron cuatro escuelas de CSU: Channel Islands, Sacramento, San Diego y Sonoma, ninguna de las cuales pudo demostrar que se ofrezca a los estudiantes capacitación de seguridad antes de trabajar en entornos de laboratorio, según el informe.
“Sin resolver estos problemas, los campus no pueden garantizar que estén protegiendo eficazmente a los estudiantes y empleados contra lesiones y enfermedades”, escribió el auditor Elaine Howle, quien afirmó que, sin pruebas regulares, no hay garantía de que los equipos funcionen correctamente durante una emergencia. Así, tres de los cuatro campus analizados no habían realizado las inspecciones requeridas del equipo de seguridad del laboratorio, como estaciones de lavado de ojos, duchas de emergencia y extintores de incendios.
Las escuelas de Sacramento y San Diego no colocaron carteles de advertencia fuera de las habitaciones que contienen asbesto, según el informe. Sonoma no ha actualizado su plan durante seis años, y Sacramento no lo ha hecho durante quince. Y los cuatro campus se habían retrasado al revisar sus protocolos para los trabajadores de laboratorio que usan químicos peligrosos.
El Sindicato de Empleados de la Universidad Estatal de California solicitó la auditoría a raíz de incidentes recientes en el campus de Sacramento. En un caso, un profesor y un grupo de estudiantes encontraron contenido excesivo de plomo en el agua potable y, en otro, un estante defectuoso en un laboratorio provocó un derrame químico que contactó con los pies de dos estudiantes (diciendo los empleados encargados de limpiar el derrame que sufrieron problemas de salud posteriores). Además, un empleado afirmó que la universidad lo despidió después de que planteara inquietudes sobre el asbesto, lo que preocupa bastante a la auditoría.
Toni Molle, director de asuntos públicos del sistema CSU, dijo estar de acuerdo con la auditoría y aseguró que se seguirán sus recomendaciones, las cuales incluyen formar un comité estatal de salud y seguridad, que requiere informes oportunos de todos los campus sobre inspecciones de equipos y capacitación de empleados, y recordar a los campus sobre los requisitos de señalización de asbesto.
Eso sí, Molle afirmó que el sistema convocó una fuerza de tareas de salud y seguridad en enero del año pasado. También crearon un grupo de capacitación y seguridad en el laboratorio, contrataron a un consultor de salud y seguridad ambiental y comenzaron a ofrecer un entrenamiento online en seguridad.