Escuelas públicas podrían tener que usar más de la mitad de ingresos para pagar pensiones de maestros
Se prevén recortes de personal y más alumnos en cada aula
Según cálculos realizados por el Departamento de Finanzas y la Oficina de Análisis Legislativo, dentro de los próximos tres años, las escuelas públicas de California podrían ser obligadas a utilizar más de la mitad de sus ingresos fiscales para cubrir los gastos relacionados con las pensiones de maestros jubilados.
Algunos distritos, informó el portal CalMatters, anticipan déficits y, por ende, recortes de personal, a pesar de que los electores recientemente votaron a favor de un aumento impositivo a personas adineradas con el fin de ayudar a financiar las escuelas y de que el Sistema de Pensiones de Maestros de California superó su objetivo de inversión por segunda vez este año.
La situación, agregó el antedicho portal, se podría agravar si la economía de California no sigue creciendo. Ante otra recesión—lo cual es probable, según algunos economistas que apuntan a la larga temporada de expansión actualmente en curso— los pagos de pensiones podrían conllevar números rojos en algunos distritos, ya que tendrán más gastos que ingresos. Algunos distritos, incluso, actualmente buscan la manera de proporcionar aumentos a maestros que han amenazado con iniciar una huelga.
Los sistemas escolares que han ahorrado dinero podrán sobrellevar la situación por un rato, dijo Michael Fine, director general del Equipo de Asistencia de Administración y Crisis Fiscal, la agencia estatal encargada de supervisar a escuelas con problemas financieros. No obstante, remarcó, esas reservas no eliminarán la crisis. Para abordarla, dijo en entrevista con CalMatters, harán falta nuevas fuentes de ingresos o una serie de recortes. El mantenimiento y la cantidad de alumnos en cada aula podrían ser perjudicados, así como los programas deportivos, de tecnología y de intervención.
Los problemas financieros de las escuelas públicas son resultado de la reticencia de la Legislatura estatal a exigir mayores pagos al Sistema de Retiro para Maestros del Estado de California. Hace acuatro años, el sistema estaba a punto de colapsar, pero los distritos escolares, los maestros y el estado acordaron pagar más para reducir la responsabilidad no financiada. Los distritos fueron quienes asumieron la mayor parte de esos gastos, acordando aumentar los pagos de su nómina del 8 % en 2013 al 19 % para 2020.
Los pagos cada vez más altos, dicen los actuarios, son necesarios para asegurar que los maestros reciban sus pensiones y evitar que el sistema se quede sin dinero. Los maestros no obtienen dinero del seguro social, y, a diferencia de los bomberos o agentes de policía, la mayoría de ellos reciben pensiones modestas de aproximadamente $55,000 al año.
La administración Brown ha destinado $20 mil millones adicionales a las escuelas públicas del estado desde 2013 y dice que los distritos han tenido tiempo de sobra para planificar los pagos de las pensiones. Sin embargo, muchos líderes escolares y defensores quieren que el estado invierta más, especialmente porque California todavía se ubica entre los estados con menos financiamiento por alumno. Incluso, a pesar de que los maestros de California están entre los más remunerados, ellos se quejan de que el dinero no les rinde debido al alto coste de la vida.
En Los Ángeles, el creciente número de escuelas chárter y la disminución de la tasa de natalidad han conllevado una caída de matriculados en las escuelas del distrito. Esto representa un problema porque las escuelas de California se financian por alumno ,y el tener menos estudiantes significa menos dinero. En esto caso, también significa que los pagos de las pensiones aumentarán para el Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD) aunque se reduzca la financiación estatal.
Durante los próximos tres años, el LAUSD anticipa que los costos de las pensiones y los costos la atención médica de sus empleados aumentarán por $ 90 millones, mientras que sus ingresos caerán por $270 millones. El resultado es un déficit presupuestario de $258 millones en 2020.
El distrito planea enfrentar el déficit con un rescate de $105 millones proporcionado por única vez por parte del estado y recortes de personal en sus oficinas centrales. Se estima que los funcionarios pronto tendrán que considerar otras medidas dolorosas que hasta ahora han podido evitar, como aumentar el tamaño de las clases en las escuelas preparatorias o cerrar escuelas con pocos estudiantes.