6 formas de corregir los errores en tus facturas médicas

Cuando se trata de pelear las facturas médicas, los consumidores están en desventaja porque la supervisión normativa de los seguros médicos está repartida entre las agencias federales y estatales. Algunos estados han aprobado leyes que limitan las tarifas ocultas y prohíben a los proveedores fuera de la red cobrarte la diferencia entre sus tarifas y el monto del reembolso, una práctica conocida como balance de facturas. Pero la mayoría de los estados no tienen esas protecciones. Como resultado, los consumidores a menudo están confundidos acerca de sus opciones y no saben dónde acudir en busca de ayuda.

Es por eso que Consumer Reports respalda la Declaración de derechos financieros del paciente que crearía un proceso de facturación médica más justo (consulta «Nuestra postura: la Declaración de derechos financieros del paciente«). «Los consumidores necesitan facturas médicas más simples y precisas, que sean consolidadas y no se envíen hasta que los aseguradores hayan realizado los pagos a los proveedores», dice Betsy Imholz, directora de proyectos especiales en Consumers Union, la división de defensa de Consumer Reports.

No hay una forma infalible de evitar errores de facturación médica, pero hay muchas cosas que puedes hacer para minimizar la probabilidad de problemas. «Es importante que aproveches cualquier estrategia que puedas», dice Carolyn McClanahan, MD, planificadora financiera certificada en Jacksonville, Florida. Entonces, antes de ir a un médico (y luego de comenzar a recibir las facturas), sigue estos pasos.

Antes de tu visita

1. Conoce tu seguro médico
Muchos problemas de facturación comienzan porque las personas no entienden los conceptos básicos de su seguro, incluidos los gastos deducibles, los límites de cobertura y la red de proveedores. «La gente piensa que sabe qué seguro tiene, pero a menudo no lo sabe. Para ser justos, los seguros cambian de año a año. Es complicado», dice Martha Bradt, abogada defensora de reclamos médicos en Rye, New York.

Asegúrate de que tu proveedor tenga la información correcta del seguro ingresada en su sistema. «Muchas personas no informan a su médico si han cambiado de trabajo o si recibieron una tarjeta nueva o si hay un pagador secundario», dice Cindi Gatton, abogada privada de pacientes en Atlanta.

Movimiento inteligente: toma una taza de café y lee el documento de tu seguro médico que, generalmente, está disponible en el sitio web de beneficios de tu aseguradora o empleador. Conocerás lo que cubre tu seguro y lo que no cubre, así como los límites para los tratamientos; por ejemplo, te permiten hasta 20 visitas de fisioterapia por año.

2. Intenta permanecer en la red
La mejor manera de evitar las facturas exorbitantes es asegurarte de que tus proveedores estén en tu red, afirma McClanahan. No confíes en el directorio del seguro porque esos listados podrían estar desactualizados. Llama al consultorio del médico y proporciona el nombre de tu seguro y el número de grupo para confirmar que el médico pertenece a tu red. También verifica qué hospitales de la zona aceptan tu seguro.

Con un proveedor fuera de la red, podrían cobrarte más porque la aseguradora reembolsará tu visita a una tarifa más baja que con un proveedor de la red.

Movimiento inteligente: Si entras al hospital y te piden que firmes un documento de responsabilidad financiera, escribe que estás de acuerdo solo si tu atención está dentro de la red, dice Elisabeth Rosenthal, MD, autora de «An American Sickness» (Penguin Books, 2018) y editora en jefe de Kaiser Health News. Eso, al menos, te dará una base para disputar más tarde las facturas si te cobran tarifas fuera de la red.

3. Busca precios por adelantado
Es más fácil evitar las sorpresas de facturación si puedes determinar tus cargos por adelantado. En la encuesta de Consumer Reports, solo 4 de cada 10 personas intentaron averiguar cuál sería el costo antes de la visita en el consultorio.

Dicho esto, puede que no sea fácil averiguar los precios, pero vale la pena intentarlo porque la diferencia de costos puede ser enorme. Eso es lo que descubrió Marcy Neely, de Cedar Lake, Indiana, después de que le cobraran más de $1,500 por un análisis de sangre en un hospital local. Cuando se tuvo que repetir el análisis, Neely, una madre ama de casa de 45 años, le preguntó a un empleado del consultorio qué podía hacer. La derivaron a un laboratorio que solo cobraba $270.

Para verificar los precios de tu zona, comienza con el sitio web de tu seguro médico. La mayoría de las aseguradoras más importantes ofrecen herramientas en línea que muestran cuánto deberías por procedimientos comunes y visitas al médico en función de tu estado deducible y las características del seguro. También puedes preguntarle a tu médico cúanto te podría costar un tratamiento o procedimiento, así como también llamar a los proveedores locales para ver cómo se comparan sus precios.

Movimiento inteligente: consulta recursos en línea, como FAIR HealthClear Health Costs o Healthcare Bluebook, que pueden ayudarte a determinar los precios de tu zona. Esta información puede ser útil si terminas negociando con un proveedor (más sobre esto en el paso 6) porque sabrás cuánto cobran, típicamente, los proveedores por ese tratamiento o servicio.

Después de tu visita

4. Espera la factura verdadera
«Algunos proveedores envían las facturas antes de que el seguro las procese, seguidas de más avisos», dice Arthur Abbie Leibowitz, MD, director médico de Health Advocate Solutions, una empresa de beneficios para empleadores. «Es tan confuso que muchas personas pagan lo que no deben, mientras que otras esperan demasiado tras recibir una notificación retrasada».

Para asegurarte de pagar lo que realmente debes, espera hasta que tu aseguradora te proporcione una explicación de los beneficios (explanation of benefits, EOB) para esa fecha de servicio. Busca lo que pagó el seguro y la cantidad que te corresponde, dice Leibowitz. En ese momento, recibirás otra factura del proveedor que refleja el pago del seguro y el monto que adeudas. Las dos cantidades deben ser iguales. Así sabrás lo que realmente debes.

Movimiento inteligente: adóptalo como un hábito para mantener organizados los registros de atención médica, incluidos los recibos, las declaraciones y las EOB. Y si tienes que llamar, guarda un registro de las personas con las que hablaste y pide un número de referencia.

5. Soluciona rápido los problemas
Si recibes una factura médica que parece ser incorrecta, llama al proveedor y a tu aseguradora y explica por qué la factura parece ser incorrecta. Tal vez el médico simplemente ingresó el código incorrecto o la aseguradora no recibió la factura. De ser así, solicita al proveedor que vuelva a presentar el reclamo con las correcciones necesarias. «Se pueden aclarar muchos problemas con un par de llamadas telefónicas», dice Gatton.

Si eso no funciona, intenta diagnosticar el problema y descubre quién puede resolverlo. Tal vez tu aseguradora médica dice que no cubre un tratamiento, pero tu médico dice que debería hacerlo. De ser así, es posible que debas reunir documentación que refuerce tu caso. «Lo más probable es que tu proveedor quiera ayudarte porque quiere que le paguen», dice Cyndee Weston, directora ejecutiva de American Medical Billing Association, un grupo comercial.

Ten en cuenta que la mayoría de los proveedores establecen un límite de tiempo de 60 a 90 días para el pago de facturas, por lo que si hay una disputa, notifica por escrito a la oficina de facturación. Pueden congelar la cuenta por 30 días más. De lo contrario, tu cuenta podría enviarse a cobranzas. También enfrentas un límite de tiempo para apelar las denegaciones a tu empresa de seguros, que puede oscilar entre 90 y 180 días, dice Martine Brousse, abogada defensora de pacientes de facturación médica en Culver City, California.

Movimiento inteligente: si tus esfuerzos no te llevan a ninguna parte, puede que sea el momento de buscar ayuda. Puedes comenzar con el departamento de beneficios de tu empleador. Alrededor del 64% de las grandes empresas ofrecen ayuda para la defensa del paciente, según una encuesta realizada en 2018 por el National Business Group on Health, una organización sin fines de lucro. Para otras opciones, consulta «Cómo obtener ayuda con tus facturas».

6. Considera la negociación
A veces, tratar de negociar es una mejor alternativa que una prolongada batalla de facturación. Si tienes a mano suficiente dinero en efectivo, considera ofrecer pagar de inmediato la mayor parte de la factura. «A menudo puedes lograr que el proveedor acepte un pago con 20% de descuento o más si le pagas de inmediato», dice Bonnie Sheeren, abogada defensora de facturación médica en Houston. Como se indicó en el paso 3, tener información sobre qué proveedores suelen pagar las aseguradoras o Medicare puede ayudar a reforzar tu caso.

Si tus ingresos son bajos, otra opción es solicitar una tarifa reducida basada en dificultades financieras. Esa estrategia funcionó para Marc y Anne Montgomery de Covington, Georgia. En octubre pasado, Marc, un carpintero de 40 años, necesitó una cirugía ambulatoria por una hernia.

La pareja tenía un seguro médico a corto plazo mediante Meritain, que preautorizó el procedimiento. Pero el reclamo, que ascendía a $30,000, fue luego denegado porque se consideraba que no era médicamente necesario. «Estábamos impactados porque la cirugía tenía una preautorización», dice Anne, una investigadora de mercado, de 33 años de edad. (Meritain se negó a comentar sobre el caso de los Montgomery para este artículo).

La preautorización de una aseguradora no garantiza que se cubrirán los reclamos. La pareja peleó la la negación pero no llegó a ninguna parte. Luego, en enero, Anne contactó a un abogado defensor de facturación médica, que le aconsejó que pidiera ayuda financiera al hospital en función de sus bajos ingresos. «Cuando le dije al departamento de facturación del hospital que las facturas causarían significativas dificultades financieras, eso abrió las puertas», dice Anne. En febrero, el hospital condonó su factura, lo que llevó a la mayoría de los otros proveedores médicos a cancelar los cargos. La pareja ahora tiene un seguro del Mercado de seguros médicos.

Movimiento inteligente: cuando negocies, intenta hablar con alguien con autoridad para llegar a un acuerdo, como un supervisor o el jefe del departamento de facturación. Llegar a la persona indicada puede requerir mucha persistencia, pero a veces es la única manera de terminar con un problema de facturación médica.

Nota del editor: este artículo también apareció en la edición de septiembre de 2018 de la revista Consumer Reports.

Después de tu visita

4. Espera la factura verdadera
«Algunos proveedores envían las facturas antes de que el seguro las procese, seguidas de más avisos», dice Arthur Abbie Leibowitz, MD, director médico de Health Advocate Solutions, una empresa de beneficios para empleadores. «Es tan confuso que muchas personas pagan lo que no deben, mientras que otras esperan demasiado tras recibir una notificación retrasada».

Para asegurarte de pagar lo que realmente debes, espera hasta que tu aseguradora te proporcione una explicación de los beneficios (explanation of benefits, EOB) para esa fecha de servicio. Busca lo que pagó el seguro y la cantidad que te corresponde, dice Leibowitz. En ese momento, recibirás otra factura del proveedor que refleja el pago del seguro y el monto que adeudas. Las dos cantidades deben ser iguales. Así sabrás lo que realmente debes.

Movimiento inteligente: adóptalo como un hábito para mantener organizados los registros de atención médica, incluidos los recibos, las declaraciones y las EOB. Y si tienes que llamar, guarda un registro de las personas con las que hablaste y pide un número de referencia.

5. Soluciona rápido los problemas
Si recibes una factura médica que parece ser incorrecta, llama al proveedor y a tu aseguradora y explica por qué la factura parece ser incorrecta. Tal vez el médico simplemente ingresó el código incorrecto o la aseguradora no recibió la factura. De ser así, solicita al proveedor que vuelva a presentar el reclamo con las correcciones necesarias. «Se pueden aclarar muchos problemas con un par de llamadas telefónicas», dice Gatton.

Si eso no funciona, intenta diagnosticar el problema y descubre quién puede resolverlo. Tal vez tu aseguradora médica dice que no cubre un tratamiento, pero tu médico dice que debería hacerlo. De ser así, es posible que debas reunir documentación que refuerce tu caso. «Lo más probable es que tu proveedor quiera ayudarte porque quiere que le paguen», dice Cyndee Weston, directora ejecutiva de American Medical Billing Association, un grupo comercial.

Ten en cuenta que la mayoría de los proveedores establecen un límite de tiempo de 60 a 90 días para el pago de facturas, por lo que si hay una disputa, notifica por escrito a la oficina de facturación. Pueden congelar la cuenta por 30 días más. De lo contrario, tu cuenta podría enviarse a cobranzas. También enfrentas un límite de tiempo para apelar las denegaciones a tu empresa de seguros, que puede oscilar entre 90 y 180 días, dice Martine Brousse, abogada defensora de pacientes de facturación médica en Culver City, California.

Movimiento inteligente: si tus esfuerzos no te llevan a ninguna parte, puede que sea el momento de buscar ayuda. Puedes comenzar con el departamento de beneficios de tu empleador. Alrededor del 64% de las grandes empresas ofrecen ayuda para la defensa del paciente, según una encuesta realizada en 2018 por el National Business Group on Health, una organización sin fines de lucro. Para otras opciones, consulta «Cómo obtener ayuda con tus facturas».

6. Considera la negociación
A veces, tratar de negociar es una mejor alternativa que una prolongada batalla de facturación. Si tienes a mano suficiente dinero en efectivo, considera ofrecer pagar de inmediato la mayor parte de la factura. «A menudo puedes lograr que el proveedor acepte un pago con 20% de descuento o más si le pagas de inmediato», dice Bonnie Sheeren, abogada defensora de facturación médica en Houston. Como se indicó en el paso 3, tener información sobre qué proveedores suelen pagar las aseguradoras o Medicare puede ayudar a reforzar tu caso.

Si tus ingresos son bajos, otra opción es solicitar una tarifa reducida basada en dificultades financieras. Esa estrategia funcionó para Marc y Anne Montgomery de Covington, Georgia. En octubre pasado, Marc, un carpintero de 40 años, necesitó una cirugía ambulatoria por una hernia.

La pareja tenía un seguro médico a corto plazo mediante Meritain, que preautorizó el procedimiento. Pero el reclamo, que ascendía a $30,000, fue luego denegado porque se consideraba que no era médicamente necesario. «Estábamos impactados porque la cirugía tenía una preautorización», dice Anne, una investigadora de mercado, de 33 años de edad. (Meritain se negó a comentar sobre el caso de los Montgomery para este artículo).

La preautorización de una aseguradora no garantiza que se cubrirán los reclamos. La pareja peleó la la negación pero no llegó a ninguna parte. Luego, en enero, Anne contactó a un abogado defensor de facturación médica, que le aconsejó que pidiera ayuda financiera al hospital en función de sus bajos ingresos. «Cuando le dije al departamento de facturación del hospital que las facturas causarían significativas dificultades financieras, eso abrió las puertas», dice Anne. En febrero, el hospital condonó su factura, lo que llevó a la mayoría de los otros proveedores médicos a cancelar los cargos. La pareja ahora tiene un seguro del Mercado de seguros médicos.

Movimiento inteligente: cuando negocies, intenta hablar con alguien con autoridad para llegar a un acuerdo, como un supervisor o el jefe del departamento de facturación. Llegar a la persona indicada puede requerir mucha persistencia, pero a veces es la única manera de terminar con un problema de facturación médica.

Nota del editor: este artículo también apareció en la edición de septiembre de 2018 de la revista Consumer Reports.

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