Editorial: Reglas discriminatorias y racistas

Mientras que por las reglas vigentes se rechazaba el 3% de las solicitudes por ser carga pública, la proporción subirá al 47% de los nuevos inmigrantes si se pone en práctica la nueva regulación

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Crédito: ANDREW CABALLERO-REYNOLDS/AFP/Getty Images

El gobierno ha anunciado que establecerá nuevas reglas que limitarán la inmigración legal y podrán quitar las tarjetas verdes o visas temporales a centenares de miles de inmigrantes.

La administración Trump quiere lograrlo sin siquiera consultar al Congreso, como debería ser.

Las nuevas disposiciones anunciadas por el departamento de Seguridad Interna amenazan a aquellos inmigrantes que pidan ayuda del gobierno. Y demuestran que Trump persigue, no sólo la inmigración indocumentada, sino también la legal.

Una vez publicada la iniciativa en el Registro Federal, inicia un lapso de 60 días de comentarios públicos, antes de ponerse en vigencia.

Es importante que en este período, se desenmascare la ideología racista y clasista detrás de las reglas propuestas, para evitar que se apliquen. Si sin embargo la propuesta sigue avanzando, las organizaciones que representan a la comunidad deben impugnarla en tribunales.

La idea que los nuevos inmigrantes deben mostrar que no constituyen una “carga pública” está en práctica ¡desde 1882! Quien quiere ser parte del país, o bien llega con medios para su subsistencia, o un familiar ya ciudadano o legalizado se compromete a responsabilizarse de él si fuese necesario. Eso ya existe.

Lo nuevo es que el gobierno aprieta la soga donde puede para ahogar la inmigración.

De esa manera, mientras que hasta ahora descalificaba para efectos de inmigración el recibir dinero en efectivo del gobierno, ahora serán rechazados también quienes reciban cupones de comida, subsidios de la “sección 8”, cobertura bajo MediCal (Medicaid), cobertura de medicinas de receta médica  bajo la “parte D” de Medicare y otros.

Quienes hasta ahora, con el sudor de su frente cubrieron sus necesidades, pero están temporariamente pasando por un momento difícil, estarán en la lista negra.

En total, se trata de casi un millón de familias.

Mientras que por las reglas vigentes se rechazaba el 3% de las solicitudes por estos motivos, la proporción subirá al 47% de los nuevos inmigrantes, dependiendo de la voluntad de los agentes de inmigración en un momento dado.

El gobierno declara de esta manera que solo quiere que venga gente con dinero.

Pero la historia del país está llena de ejemplos de inmigrantes que llegaron solamente con su iniciativa, sus sueños y su educación y lograron emerger de la pobreza, enriquecerse y enriquecer al país. Esto define Estados Unidos. La administración Trump rema contra la corriente histórica y en definitiva debilita el futuro de la nación.

El cambio de reglamento es discriminatorio e irreal. En lugar de tratar de gobernar por decreto, las reglas migratorias deben ser decididas por el Congreso de una manera integral y que continúe la tradición histórica del país, a cuya grandeza contribuyeron generaciones de recién llegados de todos los rincones del mundo.

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