¡Historia inspiradora! El niño que venció al cáncer de ojo

Es la historia real de un padre comprometido que no se conformó a la espera que le asigno el médico a cargo de la salud de su hijo

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Crédito: shutterstock

El cáncer es una enfermedad que se ha considerado mortal en las últimas décadas, a pesar de los grandes avances en la búsqueda de su cura. El tratamiento suele ser complicado pero no imposible, la lucha contra el cáncer y sus consecuencias genera historias de personas fuertes que son capaces de vencer las adversidades en la vida.

Una de esas historias increíbles es la de un niño que logró vencer el cáncer de ojo.

La retinoblastoma o mejor conocida como cáncer de ojo hace seis décadas la supervivencia para estos casos era muy baja, e incluso implicaba el tratamiento extraer el ojo, no obstante en la actualidad con el tratamiento múltiple se ha convertido en un 97%.

Un destello de luz blanca, en la pupila de 5 meses de nacido de Johan colocó en alerta a su padre Christian Toro, quien no la perdió de vista, pues además de permanecer se hacía más evidente.  El médico que lo atendió aplazó las primeras pruebas para cuando el niño cumpliera 3 años.

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 Foto: Shutterstock

A pesar de esto el padre continuó investigando por su cuenta, descubrir esto fue realmente sobrecogedor para Christian, pues los síntomas que presentaba el niño eran los de leucocoria, indicio que anticipa la retinoblastoma, cáncer de ojo.

Los especialistas que visitaron posteriormente confirmaron el diagnóstico, el paciente presentaba retinoblastoma grave, en estado avanzado (4-5) el cual afecta las dos terceras partes del globo ocular.

Para estos casos el criterio médico sugiere la enuclación, que consiste en la extracción del ojo. El doctor Rafael Martínez, jefe de la sección de Oftalmología del Hospital Infantil La Fe en conjunto con la oncóloga infantil Julia Balaguer, planificaron ingresar a Johan al quirófano para que recibiera el tratamiento de quimio intravenosa previa a la enucleación, que permiten reducir el tamaño del tumor.

Los objetivos de los profesionales consistían en salvar la vida del niño y salvar su ojo. Se intentaron otro medios para atajar el tumor con otro tipo de tratamiento para evitar la enucleación, pero no hubo más salida que programar la cirugía. La intuición de los doctores Martínez Costa y Balaguer iba orientada a salvar el ojo del niño.

Es por ello que utilizaron la faceta fundamental en toda actividad profesional y mas aún de un médico  que es la investigación, al realizar la revisión de los últimos trabajos científicos publicados para conocer los últimos tratamientos.

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El doctor Martínez se encontró, con un artículo de la revista Oftalmology el cual mostraba los resultados de un nuevo abordaje terapéutico el cual fue aplicado a 30 niños con retinoblastoma, este estudio había sido realizado por un equipo del Memorial Sloankettering Center de Nueva York el cual evitaba la extracción del ojo.

Además los casos expuestos coincidían con el estado avanzado de la enfermedad de Johan.

Inmediatamente los médicos involucrados decidieron plantearse cómo ponerlo en práctica. De tal manera contactaron con todos los involucrados del hospital neoyorkino, por coincidencia el neuroradiologo intervencionista se había formado en Estados Unidos con el médico del Memorial que había aplicado el tratamiento. De esta manera se llevaron a cabo todos los compromisos éticos para cumplir con el objetivo previsto.

El nuevo abordaje terapéutico ha logrado salvar el ojo de Johan y consiste en llevar la quimioterapia con un catéter de 0,2 micras de diámetro desde la areria femoral, la ingle hasta la iliaca, la aorta continuando ascendentemente hasta conectar con la carótida y finalmente la arteria oftálmica, justo detrás del ojo. Martínez Costa lo definió como un viaje alucinante hasta llevar la dosis adecuada de a la zona donde se encontraba el tumor.

A Johan ya se le han aplicado 3 dosis de quimio cirugía supra selectiva, además de un tratamiento complementario con láser, denominado termoterapia transpupilar el cual aumenta la temperatura del tejido y provoca la muerte de las células cancerosas.

Cabe destacar que Johan está reaccionando muy bien y que sus padres están un poco más tranquilos.

Como puedes ver la retinoblastoma gracias a este nuevo tratamiento se convierte en un tipo de  cáncer que se puede tratar sin necesidad de extirpar el ojo. Padres y madres de familia, insistamos en los síntomas que detectemos en los niños, no nos conformemos con una sola opinión, también es importante investigar.

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