Planearon perder la virginidad juntos, pero luego de casados tuvieron que esperar 6 años

¡Tremenda decepción!

El sexo para la pareja se convirtió en toda una misión.

El sexo para la pareja se convirtió en toda una misión. Crédito: (PxHere)

Una pareja de jóvenes cristianos que planeaba perder su virginidad durante su noche de bodas, acabó esperando seis años para tener sexo debido a un raro padecimiento de la novia.

De acuerdo con información de Daily Mail, Ben (31) y Emily (28) Coussens se conocieron en 2007 en la congregación que frecuentaban. Ambos iniciaron una relación de noviazgo durante la cual acordaron que no tendrían relaciones sexuales sino hasta llegar al altar.

Por fin, tras dos años de relación, en septiembre de 2009 los enamorados contrajeron nupcias. Pero, cuando llegó la hora de romper su celibato en la noche de bodas, el resultado fue de un intenso dolor para Emily y una absoluta confusión para Ben.

Según recoge el medio británico, cuando los recién casados se disponían a tener sexo, Ben no logró penetrar completamente a su esposa porque ella sentía como si le estuvieran encajando un cuchillo.

Desconcertados por el hecho, la pareja optó por intentar nuevamente al otro día, cuando ya estuvieran disfrutando de su luna de miel en Hawaii.

Desgraciadamente, el resultado acabó siendo el mismo al día siguiente y durante los seis años posteriores.

“Intentamos todo, desde vibradores hasta ejercicios de estiramiento, pero nada funcionó. Me sentía avergonzada, como si no ‘funcionara’ correctamente”, confesó Emily al medio.

Durante años, el matrimonio intentó en innumerables ocasiones tener relaciones íntimas, pero siempre acababan en lo mismo: con una Emily agobiada por el dolor y un Ben sumido en la confusión.

La pareja acudió con médicos quienes recomendaron diversos tratamientos y terapias. Un ginecólogo que consultaron ni siquiera logró revisar a fondo a Emily ya que la vagina de la chica simplemente se “cerró”.

“El médico pensó que se trataba de un problema de tamaño y me dio una especie de tubos delgados de silicón para lograr ensancharla. Pero ni siquiera pude conseguir introducirlos”, señaló la mujer.

La pareja siguió intentando otras opciones, pero conforme el tiempo pasaba los pensamientos negativos empezaron a inundar a Emily: “Me preocupaba que Ben me guardara resentimiento y a menudo le pedía perdón por ser una esposa ‘defectuosa’”, declaró.

La situación continuó igual hasta que en marzo de 2015, mientras Ben miraba televisión en su casa, la vida de la pareja cambió.

En un momento, Ben llamó a su esposa a la sala y le dijo que pusiera atención a lo que decían en un programa, donde una mujer estaba describiendo exactamente los síntomas que durante los últimos seis años aquejaron la vida sexual de la pareja.

“Fue la primera vez que no me sentí como un fenómeno y que supe que había más personas con los mismos problemas. Me sentía, al fin, validada”, dijo Emily.

A través del programa televisivo, la desesperada mujer se enteró de que su condición se llamaba vaginismus y podía ser tratada.

Dicho padecimiento es una disfunción sexual que implica una tensión de los músculos vaginales antes de la penetración. Durante cada manifestación de esta, las mujeres llegan a sentir un dolor quemante mientras que los hombres perciben como si estuvieran golpeando contra un muro, de acuerdo con el sitio WebMD.

De inmediato, el matrimonio se puso en contacto con el Centro de Terapia de la Mujer en Plainview (Nueva York) para solicita una cita.

Dos semanas de tratamiento y $11,000 dólares después, Ben y Emily finalmente pusieron fin a su celibato y tuvieron relaciones sexuales.

“Sabía que Emily no se estaba conteniendo conmigo y en el fondo sabía que lograríamos tener sexo”, dijo Ben.

Sorpresivamente, tan solo seis meses después de que tuvieron sexo por primera vez, Emily quedó embarazada. Los Coussens finalmente se convirtieron en padres de un niño, Holden, quien nació en octubre de 2016.

Adoro ser mamá y claro que quiero tener más hijos”, dijo al medio la hoy orgullosa joven madre.

Finalmente, al respecto de su condición, Emily expresa a todas las mujeres en su situación que no deben sentirse solas o aisladas y que pueden pedir ayuda.

“Quiero que todas las madres hablen con sus hijas de este problema y no hagan un escándalo al respecto. El sexo es algo positivo, divertido y debe ser celebrado”, concluyó la mujer.

(Por: Telemundo, Al Rojo Vivo)

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