Cómo tener la calificación crediticia lista para la green card
Guía para empezar con una buena historia y cómo cuidarla
El Departamento de Seguridad Nacional está considerando nuevas variables para que los extranjeros opten a la green card, o permiso de residencia, y la ciudadanía. Quieren que no representen lo que llaman “una carga social”, es decir, que no hagan uso de ayudas de alimentos, salud o renta.
Pero además, podrían examinar una buena calificación o puntuación crediticia como un factor positivo que demuestre que alguien que solicita ciudadanía o residencia puede mantenerse a sí mismo y a sus dependientes si otras medidas financieras se consideran suficientes.
¿Cómo tener la calificación crediticia lista si es necesario para una green card o ciudadanía?
No siempre es fácil ni inmediato. Ted Rossman, analista de CreditCards.com explica que se necesita un trabajo de meses cuando se empieza de cero que es el caso de muchos inmigrantes o jóvenes, razón por la que requiere ponerse manos a la obra cuanto antes.
Una de las cuestiones que Rossman resalta es que la historia crediticia de otros países “no cuenta en EEUU”. Y es la historia crediticia, es decir cómo se gestionan los préstamos y el riesgo que cada cual representa para un prestamista, de lo que se deriva la puntuación de crédito o score.
Tenga en cuenta que el Fico score, que es la calificación de referencia de los bureaus de crédito (Equifax, Experian, TransUnion), tiene una escala de calificación de tres cifras que va desde 300 hasta 850. A partir de de 670 y hasta 739 se empiezan a considerar bueno. Con una cifra inferior es difícil obtener financiación o con buenas condiciones y posiblemente no sea una buena tarjeta de presentación ante las autoridades que quieran ver los tres dígitos.
El problema es que para tener historia crediticia hay que tener crédito y no se tiene crédito sin historia crediticia. Entonces, ¿Cómo empezar? Rossman sugiere varias vías:
- Conseguir una tarjeta de crédito asegurada o secured credit card. Se trata de una tarjeta que funciona como una de crédito pero con un dinero que el propio cliente deposita en una cuenta. La cantidad en esta cuenta es la línea de crédito que se tiene. Si son $300, no se puede usar más de $300 (aunque se deben usar menos). Es igual que el resto de las tarjetas y hay que pagar lo que se debe a tiempo porque de lo contrario hay intereses y la historia crediticia empieza con anotaciones negativas. El depósito se usa como aval y este se devuelve cuando se cancela esta tarjeta. Rossman dice que normalmente los bancos las conceden con facilidad aunque podrían poner problemas en caso de que la cuenta no haya sido ejemplar (cheques que no se han podido pagar, sobregiros, depósitos bajos).
- Pedir una tarjeta de un comercio. Normalmente las tiendas grandes y cadenas conceden con menos requisitos las tarjetas a algunas personas pero no siempre es fácil que la den a alguien sin historial crediticio y suelen tener tasas de interés muy altas por lo que Rossman recomienda no dejar balances por este motivo y prefiere las de crédito asegurado.
- Relaciones personales. Si tiene una persona de confianza puede conseguir una tarjeta no asegurada o un préstamo que puede co-firmar alguien que tiene historia crediticia. Ahora bien, tanto quien co-firma como el que pide este gran favor deben saber que si el titular del crédito o la tarjeta no paga, el co-firmante será responsable por ello. Es una fórmula a usar con extremo cuidado.
- Pida un crédito para construir historia crediticia. Normalmente los conceden los bancos comunitarios y credit unions y sirven para el único propósito de construir historia crediticia. Funcionan como la tarjeta asegurada porque el dinero se mantiene por el prestamista en una cuenta que no se libera hasta que el crédito se paga al 100%. Es como un programa de ahorros por el que Rossman no se inclina porque incluye el pago de intereses.
Una vez se empieza a hacer historia crediticia hay que cuidarla. Estas son las instrucciones:
- Pague el balance o al menos el mínimo exigido mensualmente cada mes o antes. Rossman recuerda que el 35% de la calificación crediticia depende que cuándo se pague lo que se debe. Si pasa el plazo y no se ha hecho empiezan los problemas.
- No utilice toda su línea de crédito. Por pequeña que sea. Si los bureaus ven que usa todo su crédito le verán como una persona en dificultades. Mantenga la utilización de sus tarjetas por debajo del 30% de lo que pueda utilizar. Cuanto menos use el crédito que tiene disponible mejor calificación tendrá. El 30% de su puntuación depende de ello por eso es conveniente no cerrar líneas de crédito o cancelar tarjetas, aunque no las use porque cierra crédito a su disposición. Cuanto más crédito tenga más podrá usar sin cruzar una línea roja.
- No abra cuentas nuevas, no pida nuevas tarjetas en un inicio. Cuanto más amplio sea el historial de sus cuentas mejor crédito tendrá. Si abre una cuenta nueva, bajará la media de las que tenga ya. La calificación depende en un 15% de esta historia.
- Hay que tener distintos tipos de crédito. Rossman explica que la combinación de tarjetas, crédito para autos, hipotecas, etcétera supone el 10% de la puntuación.
- No pida muchos créditos y menos a la vez. Cada petición de una línea de crédito resta puntos, no mucho, pero da una imagen de tener necesidad de ello.
Una nueva forma de calificar
Fico acaba de lanzar una nueva forma de mirar a quienes no tienen suficiente historia crediticia. Se trata del UltraFico y se pondrá en marcha el año que viene. Es una segunda opción basada en cómo gestiona alguien sus cuentas de cheques y ahorros.
Es algo que puede beneficiar a los inmigrantes que tengan estas cuentas, no tengan muchos sobregiros y tengan al menos $400 en ella. Ted Rossman tiene reservas con este sistema porque lo ve arriesgado en caso de que la economía no esté creciendo como lo hace ahora.