Refinerías de petróleo en la Bahía Sur de Los Ángeles estarán bajo vigilancia ambiental

Un plan de monitoreo del aire en tiempo real pudiera minimizar la contaminación de refinerías

Un vecindario en Wilmington desde donde se observan las refinerías de petróleo a corta distancia. (Aurelia Ventura/La Opinion)

Un vecindario en Wilmington desde donde se observan las refinerías de petróleo a corta distancia. (Aurelia Ventura/La Opinion) Crédito: Aurelia Ventura | Impremedia/La Opinion

Aurelia Delgado vive en el barrio de Wilmington al sur de Los Ángeles y no sabe si su ansiedad y falta de respiración tienen algo que ver con la refinería de petróleo que se levanta apenas a unos metros de distancia de su hogar.

“A veces siento que me falta el aire pero cuando voy a ver a mis familiares en Chicago y cuando voy a Texas no me pasa eso. Solamente aquí”, dijo la mujer de 87 años. “Pero como yo me voy todos los días al centro para personas mayores, casi no estoy en la casa”.

Delgado cuenta que compró su casa hace 50 años y para entonces ya existía la refinería Phillips 76. Ella no le tomó mucha importancia.

Ahí crecieron sus hijos. Solo el menor sufría de alergias, pero nunca entendieron qué las causaba. Ahora todos son adultos y ya no viven en su casa.

“Antes, a veces había muchos olores como de gas…y las llamaradas que prendían en la noche, pero ya no pasa eso”, dijo Delgado.

Aurelia Delgado en su casa de Wilmington, a poca distancia de una refinería de petróleo. (Aurelia Ventura/La Opinion)

Su vecino Gerardo, quien no quiso proveer su apellido, dijo que él ha vivido en su casa desde hace unos 40 años y ya se acostumbró al ruido que provoca la refinería.

“Uno participa en las reuniones [vecinales], pero cuando [las refinerías] hacen algo, no nos piden permiso”, se quejó.

Agregó que desconoce cualquier plan para detener la contaminación. “Al gobierno no le importamos, ellos quieren el dinero”.

Gerardo dijo que el humo no es mucho problema, “lo que nos preocupa es lo que hay dentro de esos tambos grandes”, añadió señalando unos contenedores de gran tamaño dentro de la refinería.

Bajo vigilancia

Para luchar contra estos contaminantes dañinos para la salud el estado de California y el Distrito de Administración de la Calidad del Aire de la Costa Sur (SCAQMD) están obligando a las siete refinerías de la Bahía Sur de Los Ángeles a instalar nuevos sistemas de monitoreo de aire en tiempo real para analizar la concentración de contaminantes que se pueden comparar con los estándares de calidad del aire.

Gerardo, otro residente de Wilmington, dice que ya se acostumbró al humo que emana de las refinerías que se encuentran a poca distancia de su casa. (Aurelia Ventura/La Opinion)

Con información más concisa se podrá entender más fácilmente los efectos en la salud de dichos contaminantes.

En su página web, el SCAQMD invita a los residentes de las áreas cercanas a las siete refinerías que provean sus comentarios acerca de los planes propuestos.

“Queremos asegurarnos de que los miembros de la comunidad tengan el tiempo adecuado para revisar y comentar estos proyectos de planes de monitoreo”, dijo Wayne Nastri, oficial ejecutivo de SCAQMD en un comunicado. “Revisaremos cuidadosamente todos los comentarios públicos antes de aprobar los planes”.

Una vez que cada plan sea aprobado por el oficial ejecutivo de SCAQMD, las refinerías tienen un año para iniciar el sistema de monitoreo.

Esto permite que por primera vez las refinerías proporcionen al público mediciones en tiempo real.

Las siete refinerías en cuestión son: PBF Energy Torrance Refinery en Torrance, Chevron en El Segundo, Phillips 66 en Carson y Wilmington, Valero Energy Refinery en Wilmington y las plantas gemelas Tesoro en Carson y Wilmington.

Los monitores de contaminantes del aire se instalarán a lo largo de sus cercas y los datos de seguimiento serán proporcionados a través de un sitio web u otros medios electrónicos.

Los contaminantes que se controlarán incluyen los óxidos de nitrógeno y azufre que forman smog, así como compuestos tóxicos como el benceno, tolueno y cianuro de hidrógeno, explica el comunicado de SCAQMD.

Las refinerías también tendrán que controlar el fluoruro de hidrógeno, un compuesto altamente tóxico, si se usa en la instalación.

El fluoruro de hidrógeno modificado ha sido controversial tras una explosión en febrero de 2015, cuando la refinería era propiedad de Exxon Mobil, y un informe posterior de la Junta de Seguridad Química de Estados Unidos dijo que esta casi llevó a la expansión catastrófica de la toxina, haciendo que activistas se pronunciaran en contra de su uso.

La toxina también esta presente en la refinería Valero en Wilmington.

Tras la aprobación de los planes habrá dos reuniones públicas por el SCAQMD, una antes de que el sistema de monitoreo entre en funcionamiento y otra que proporcione información detallada sobre el sistema, el sitio web y cómo se notificará a los residentes locales si las refinerías mantienen el control de contaminación.

Los residentes interesados en proporcionar comentarios públicos acerca de los planes de refinerías cercanas a sus hogares tienen hasta las 5:30 p.m. del viernes 11 de enero para hacerlo.

Para proveer su comentario visite: http://www.aqmd.gov/home/rules-compliance/rules/scaqmd-rule-book/support-documents/rule-1180-refinery-fenceline-monitoring-plans

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