“Nos da mucha rabia que los niños hayan fallecido”, dicen doctores de Los Ángeles sobre niños migrantes muertos
Doctores, autoridades del condado se piden mejor trato a niños migrantes bajo custodia de Migración
Doctores y autoridades del condado de Los Ángeles realizaron un mitin afuera del hospital general donde se pronunciaron en contra de la muerte de menores migrantes bajo custodia de migración.
“No queremos que más niños mueran por cosas que se pueden prevenir”, dijo María Martes Gómez, residente de pediatría del hospital general del condado de Los Ángeles. “Creemos que los niños deben tener acceso seguro a atención adecuada.
Los niños fallecidos
Jakelin Caal y Felipe Góméz, ambos de 8 años de edad, habían escapado de las empobrecidas tierras indígenas de Alta Verapaz y Huehuetenango, respectivamente, en su natal Guatemala en busca del “sueño americano”.
Ambos fallecieron el 8 y 25 de diciembre cuando estaban bajo custodia de la Patrulla Fronteriza, luego de haber sido detenidos junto a sus padres en territorio estadounidense.
Felipe estuvo detenido por las autoridades fronterizas estadounidenses durante una semana, y fue trasladado de una instalación a otra junto con su padre, señalaron las autoridades. El último lugar en el que el niño estuvo detenido –después de la primera de dos visitas al hospital el día que murió– fue un retén en una carretera en Nuevo México.
Según sus propias normas, la CBP no debe detener a la gente más de 72 horas antes de entregarla a otras agencias gubernamentales responsables de las detenciones a largo plazo. Las instalaciones de la CBP suelen ser espartanas, con alimentos, agua y mantas, pero frecuentemente sin profesionales médicos, profesores o algunos de los otros recursos que ofrecen los centros de detención a largo plazo.
En forma similar, Jakelin estuvo detenida en primera instancia con su padre en una pequeña oficina en un área rural de Nuevo México sin agua corriente, según los demócratas que visitaron esa instalación tras el fallecimiento de la niña.
Tras los fallecimientos, la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, le pidió a la Guardia Costera que estudiara los programas médicos de la CBP y anunció una evaluación “más exhaustiva” de todos los niños que ingresan a la agencia para su cuidado.
Las autoridades fronterizas también dijeron que completaron exámenes de salud a casi todos los niños que están cuidando luego de la muerte de Felipe. No dieron a conocer los resultados.
Nielsen culpó “a un sistema que impide que los padres que traen a niños en un recorrido ilegal y peligroso enfrenten las consecuencias de sus actos”. El gobierno del presidente Donald Trump argumenta que debe detener a más gente para desalentar a otras familias centroamericanas de intentar emigrar.
“Nos da mucha rabia que los niños hayan fallecido”, dijo la Dra. Martes Gómez del Hospital General.
Señaló que en el nosocomio atienden a niños que llegan con los mismos síntomas “silenciosos” que exhibían los menores muertos, como son la deshidratación y males causados por bacterias.
“Lo que nos es justo es que no reciban atención médica”, dijo. “Un niño deshidratado se ve igual que un niño normal”.
Todos son bienvenidos
Por su parte, Hilda Solís, supervisora del Distrito 1 del condado de Los Ángeles, expresó que “no es necesario que perdamos vidas de nuestros hijos”.
“El sistema de salud medico podemos ayudar a estos jóvenes”, agregó. “No deberían de tener a estos niños en una cárcel donde no tienen los servicios que necesitan para cuidar y prevenir muertes de niños”.
“ICE no fue establecido para cuidar de niños”, puntualizó, indicando que la agencia gubernamental carece de “corazón ni alma”.
También recordó que el condado cuenta con MyHealthLA, un programa gratuito de salud médica que cubre a toda persona que no tenga acceso a un seguro de salud, incluso a los indocumentados.
“Piénsalo bien. Nosotros estamos aquí para ayudar a la comunidad con los brazos abiertos y especialmente a los inocentes, a los niños que merecen un tratamiento humano, con respeto”, dijo Solís..