Piedras en la vesícula: qué tipo de cirugía elegir, ¿convencional o laparoscopía?

Conoce las formas de acabar con las molestias causadas por los cálculos biliares a través de la cirugía de vesícula.

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Crédito: Shutterstock

Los cálculos o piedras biliares son depósitos sólidos de diversos tamaños que se forman dentro de la vesícula y pueden causar nauseas, vómito y dolor abdominal intenso, sobre todo después de consumir comidas con grasa.

La vesícula biliar es el órgano encargado de almacenar la bilis, el líquido que ayuda a digerir las grasas. En correcto funcionamiento, la bilis pasa de la vesícula al intestino y descompone las grasas, sin embargo, la aparición de cálculos puede obstruir este recorrido.

Es posible que no se presenten síntomas si los cálculos son muy pequeños, pero en caso de
que el dolor sea persistente, lo más recomendable es recurrir a la colecistectomía, cirugía
donde se extrae la vesícula. Y este procedimiento quirúrgico puede aplicarse de dos formas: convencional o por laparoscopía.

Cirugía laparoscópica

Es un método de mínima invasión donde se realizan varias incisiones pequeñas en el abdomen del paciente, a través de las cuales se insertan instrumentos quirúrgicos equipados con cámaras que les permiten a los doctores realizar la operación desde afuera, observando todo el proceso a través de una pantalla.

Esta operación brinda una recuperación más rápida y menos dolorosa, cicatrices pequeñas y disminuye las posibilidades de infección.

De la misma forma, también se puede extraer la vesícula a través de la vagina, con la operación laparoscópica transvaginal; y a través del ombligo, con la intervención transumbilical.

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Cirugía convencional

Se trata de la cirugía abierta tradicional donde se hace una incisión de mayor longitud para
extraer la vesícula. Sin embargo, este tipo de operación no es común en el tratamiento de los cálculos biliares.

Se recurre a este procedimiento cuando las condiciones en las que se encuentra el paciente imposibilitan el uso de laparoscopia, ya sea por presentar alguna patología o una intervención quirúrgica anterior en la misma zona.

Esta operación tiene una recuperación más larga y dolorosa. Además de presentar una
cicatriz que comprende entre 7 y 10 cm de largo, ubicada en la parte superior derecha del
abdomen, lugar donde está la vesícula.

¿Por qué es necesario operarse?

Es indispensable operarse cuando hay una obstrucción, puesto que ésta causa dolores repentinos en varias partes del cuerpo y dichas dolencias se van intensificando con el tiempo, llegando a convertirse en una pancreatitis e incluso una peritonitis biliar.

Hay que considerar que esta es una cirugía sencilla con una pronta recuperación. En caso de laparoscopía, requiere de 2 semanas de reposo; y si se realiza una cirugía abierta, que es poco común, se necesitan máximo 8 semanas para una recuperación completa.

Asimismo, hay ocasiones en las cuales después de la cirugía de vesícula, el paciente queda con un cuadro de malestares denominado síndrome de poscolecistectomía, que abarca hinchazón, gases y diarrea.

Lo más importante es estar al tanto de cualquier cambio que se dé en el cuerpo después de la operación. En caso de presentar temperatura alta o inflamación, se debe acudir al médico inmediatamente.

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