“Las visas de tránsito para centroamericanos deben estar en Ley de Migración”

La organización Pueblos sin Fronteras pide libre tránsito para los migrantes

Migrantes centroamericanos.

Migrantes centroamericanos. Crédito: Gardenia Mendoza | La Opinión

MEXICO – A unos 10,000 migrantes centroamericanos que se arremolinan en la frontera sur, atraviesan carreteras o se encaminan hacia México más otros miles que se encuentran aquí dispersos en diversos flujos autodenominados “caravanas” que huyen de la violencia y la miseria, el Estado mexicano ha ofrecido documentos, pero aún no es suficiente, observan activistas.

“El nuevo gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador debe cambiar la Ley de Migración  para que sea la regla dar libre tránsito a los centroamericanos en este país y no algo coyuntural, una excepción”, observa en entrevista telefónica Irineo Mújica, activista de Pueblos sin Fronteras (PSF).

Esta organización binacional ha sido clave en el acompañamiento del tránsito, desde las primeras movilizaciones de centroamericanos en caravana (hace cuatro años) como una medida de hacer visible  el problema de los migrantes al cruzar el país de manera clandestina con miras a solicitar asilo en Estados Unidos.

Durante el sexenio pasado, salvadoreños, guatemaltecos y hondureños, principalmente, ingresaban clandestinamente; ahora, la nueva administración,  ha ofrecido visas para el libre tránsito y permisos de trabajo por lo que miles se concentran en la frontera (alrededor de 5,000, según PSF, más 2,000 en camino) en espera de este beneficio, pero la semana pasada  alrededor de 2,000 la rechazaron y se metieron al país indocumentados.

“La propuesta del gobierno es algo nuevo y esto provoca dos reacciones: desconfianza para quienes no han querido registrarse o urgencia para quienes abarrotan ahora la frontera pensando que este beneficio se puede terminar”, advierte Mújica, quien se encuentra en Chiapas.

Sin Fronteras está a favor de las visas de tránsito “es algo por el que se ha luchado por años” para que los migrantes no sean víctimas del crimen organizado y otros abusos, pero, advierte “se tiene que hacer por ley”.

Hasta ahora, la Ley de Migración (autorizada en 2008 por el Congreso) si bien despenalizó la migración que hasta ese año daba cárcel hasta por una década al indocumentado, aún contempla la repatriación sistemática para las personas que no cuenten con documentos.

Para el sacerdote Alejandro Solinde, quien durante años ha sido un defensor de los derechos humanos del migrante, el rechazo del registro de los indocumentados que llegan a la frontera sur a cambio de un permiso de tránsito “es un mal mensaje para quienes sigan viniendo”.

“El gobierno tienen en la puerta una prueba de fuego. Creo que debe exigir a los que entraron sin registro que lo hagan porque si no se va a seguir caravanizando el ingreso sin ningún orden y así parece que no quieren esperar sino llegar rápido y hacer el juego a Donald Trump para que los sigan considerando una invasión”.

Irineo Mújica, quien se encuentra en C iudad Hidalgo, Guatemala, dice que buscará convencer a los centroamericanos de la importancia de obtener el permiso de tránsito; sin embargo, insiste en que debe hacerse una norma. “Así se terminarían las caravanas”.

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