ICE detiene incluso a bebés de cinco meses

Tres organizaciones de defensa de inmigrantes enviaron este jueves una carta al Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) para denunciar que ICE mantiene bajo su custodia a al menos nueve bebés menores de un año. Según los datos recabados por los tres grupos que firman el texto, el número de bebés detenidos en el Centro residencial familiar del sur de Texas, en Dilley supera en las semanas recientes al total de los últimos tres años.

El Consejo de Inmigración de Estados Unidos, la Asociación Americana de Abogados de Inmigración y la Red de Inmigración Católica, Inc. exponen en la carta que el “alarmante aumento del número de bebés” retenidos en este centro federal del sur de Texas les genera “una gran preocupación por la falta de atención médica especializada disponible”. Esta situación -aseguran – causa “retrasos prolongados para recibir atención médica y falta de adecuados tratamientos de seguimiento”.

Esta misma denuncia, dirigida al inspector general y al oficial de Derechos Civiles y Libertades de DHS, recoge que uno de los niños ha estado detenido durante más de 20. Esta situación -recuerdan – viola el “Acuerdo Flores” que desde 1997 establece las condiciones para el alojamiento de menores bajo custodia federal y que ya ha peligrado con la administración Trump. 

Hasta hace poco, las familias con menores que se presentaban en la frontera eran puestas en libertad después de haber sido procesados por las autoridades migratorias -afirma Katie Shepherd del Consejo de Inmigración de Estados Unidos a BuzzFeed News-. Sin embargo, de acuerdo con la carta, las madres actualmente dicen que sus bebés han bajado de peso debido a los cambios de alimentación y de sueño dentro de las instalaciones del centro de detención.

Por su parte, en declaraciones ICE ha asegurado que se toma muy en serio la salud, la seguridad y el bienestar de quienes están bajo su custodia. Sin embargo, las organizaciones creen que los largos retrasos y la falta de tratamiento se deben en parte a que el centro de internamiento de Dilley “se encuentra a más de una hora de San Antonio, Texas, el área metropolitana más cercana donde los inmigrantes podrían recibir asistencia médica especializada”.

A la carta se une un comunicado de Médicos por los Derechos Humanos (PHR, en inglés) que solicita a la agencia migratoria que deje inmediatamente en libertad a las familias con niños detenidas en el Centro residencial familiar del sur de Texas. Este grupo advierte de los daños y riesgos para la salud a los que están expuestos los menores que se encuentran bajo custodia federal.