Congresistas y senadores presionan por permisos de viaje para dreamers

Demandan que se reabra la autorización de viajes internacionales por razones de emergencia, estudio o empleo, y quieren detalles del cambio de política

El mes pasado, un grupo de dreamers fueron a Washington, D.C. a abogar por el restablecimiento del Advance Parole, el permiso oficial para viajar al exterior y regresar si problemas a EE UU. (Foto suministrado)

El mes pasado, un grupo de dreamers fueron a Washington, D.C. a abogar por el restablecimiento del Advance Parole, el permiso oficial para viajar al exterior y regresar si problemas a EE UU. (Foto suministrado) Crédito: Araceli Martínez | Foto suministrada

Alrededor de 66 legisladores federales han enviado cartas a la secretaría de Seguridad de la Nación, Kirstjen Nielsen para hacerle un llamado urgente a restablecer la capacidad de los dreamers de viajar al exterior.

La carta del congresista Alan Lowenthal firmada por 46 miembros del Congreso, solicita al DHS que los beneficiarios de la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) reciban un permiso para viajar fuera del país (en inglés advance parole) en tanto el litigio continúa en las cortes para definir el futuro del programa que ha beneficiado a más de 800,000 jóvenes con un permiso para trabajar y evita su deportación.

El DACA fue aprobado por el presidente Obama en el verano de 2012, pero en septiembre de 2017, el presidente Trump lo canceló. Antes de la cancelación, se permitía a los beneficiarios, solicitar permisos para viajar fuera del país.

Pese a que 2017, las cortes federales ordenaron mantener vigente el DACA para los actuales beneficiarios, la administración Trump no ha reinstalado la capacidad de los beneficiarios para solicitar un permiso para viajar al exterior por razones humanitarias, empleo o propósitos de estudio.

Como resultado de esta política, los dreamers no han podido visitar a sus familiares enfermos y se le ha negado oportunidades de estudio y empleo que cambiarían sus vidas.

El DHS ha respondido a peticiones previas del Congreso, diciendo que no pueden comentar sobre estas políticas debido a las demandas pendientes en torno al DACA.

“Mientras eso ocurre, miles de beneficiarios de DACA permanecen impedidos de viajar fuera de los Estados Unidos cuando no se espera una decisión de la corte por un año o más”, dicen los congresistas en la carta.

Le piden a la secretaria Nielsen, reconsiderar el tema a la luz del daño que se causa a los beneficiarios de DACA al negarles el permiso para viajar al exterior.

Y citan el beneficio que trajo el advance parole a los estudiantes beneficiarios de DACA en California y el país que han participado en el programa de estudios en el extranjero del Centro de Estudios California-México que se originó en la universidad Cal State de Long Beach.

Por otra parte, el próximo 12 de marzo se cumplirá el mes de plazo que le dieron las senadoras Kamala Harris y Dianne Feinstein y un amplio grupo de senadores, al DHS para que dé una respuesta a su petición de reabrir el advance parole para los DACA.

“Por qué se está tratando diferente a los beneficiarios de DACA cuando solicitan un permiso para viajar fuera”, cuestionan los senadores. Y le piden números del total de solicitudes recibidas y aprobadas entre 2012 y 2018 así como los reglamentos bajo los que se guían para aprobar una petición, y de los riesgos que implica para ellos hacer viajes internacionales. De igual modo, le piden documentación por escrito sobre el cambio de políticas sobre el advance parole a partir de septiembre de 2017.

Dario Guerrero Meneses es un dreamer que estudió en Harvard College, que ha experimentado lo que es salir del país con un advance parole en 2013; y luego de nuevo en 2014, dejar el país sin ninguna autorización debido a una emergencia familiar.

“La primera vez salí sin problemas con un advance parole debido a un viaje de estudios. La segunda vez tenía que llevar a mi madre a Tijuana para que recibiera un tratamiento de cáncer. Esperé tres meses, pero como no me lo dieron, no pude esperar más y tuvimos que ir”, recuerda. Dario quien había venido a los dos años a los Estados Unidos, prácticamente se autodeportó al salir sin un permiso de viaje.

La madre de Dario murió en México un mes después de que salieron del país. A él le tomó cuatro meses que lo dejaran regresar después de una lucha que acaparó titulares nacionales;  y todo un año para obtener de nuevo su DACA.

“Cientos de miles de dreamers vamos a seguir teniendo emergencias familiares, y oportunidades de estudio y trabajo en el exterior, tendremos que tomar la decisión difícil de quedarnos o irnos. Cualquiera de ellas nos impide contribuir al máximo con este país”, remarca Dario.

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