Censo 2020: Estas son las áreas difíciles de contar en el condado de Los Ángeles

1.7 millones de latinos viven en áreas que participan poco, o no participan en el conteo decenal

La participación de la gente en el Censo 2020 es uno de los retos de Chirla este año.

La participación de la gente en el Censo 2020 es uno de los retos de Chirla este año. Crédito: Impremedia

Censo 2020

Todos los residentes latinos del condado de Los Ángeles deben hacer a un lado cualquier temor  a las preguntas del Censo 2020 e incluir en sus respuestas a todos los habitantes de un hogar, ya sea que vivan en una casa, apartamento, dúplex, garaje o recámara compartida.

De acuerdo con estadísticas del subconteo conducido por expertos del Fondo Educativo de NALEO, del total de la población del condado de los Ángeles  (10.16 millones en 2017), entre los 4.8 millones de habitantes de la ciudad angelina, el porcentaje de latinos en áreas difíciles para contar alcanza el 35.02%, es decir 1.7 millones.

“Tan solo un millón de personas no contadas tendría un impacto de 20,000 millones de dólares en una década”, dijo Giovanni Hernández, administrador de la campaña regional del Censo en NALEO. “Ese dinero no iría a bonos de vivienda en la sección 8, programas de almuerzo nacionales en las escuelas, programas de educación especial, fondos para reparación y construcción de carreteras o clínicas de salud”.

Y, si 1.7 millones de personas no participan o no son contadas en el Censo 2020, la cifra ascendería a los 34,000 millones de fondos federales perdidos para el Condado de Los Ángeles.

“De acuerdo a nuestras investigaciones, las personas en las comunidades latinas a quienes más le tienen confianza y más le hacen caso son a su misma familia”, dijo Lizette Escobedo, directora nacional del programa del Censo para NALEO. “Nosotros podríamos contratar a Pit Bull o a los Tigres del Norte para que les enviara un mensaje y participaran, pero al final es a la abuelita, al papá o la mamá a quien le hacen caso; ellos mismos son los héroes y las heroínas de cada familia para hacerse contar”.

En un mapa interactivo dado a conocer por dicho organismo a La Opinión, se pudo verificar que la puntuación de respuesta baja en diversas comunidades del condado identifica a grupos y bloques de residentes donde la pobreza, vivienda, educación y etnicidad están altamente correlacionadas negativamente con la participación y la encuesta.

Por ejemplo, en el sureste hay muchas “zonas rojas” donde históricamente ha sido baja la participación en el Censo: ciudades como Bell, Bell Gardens, South Gate, partes de Lynwood y áreas de Compton donde viven muchos latinos, además del sur de Los Ángeles.

La participación tampoco ha sido muy nutrida entre los residentes del Este de Los Ángeles y Boyle Heights.

Al norte de la ciudad de Los Ángeles se destacan por su baja participación ciudades como North Hollywood,  Sun Valley, Pacoima, el vecindario de Canoga Park, Panorama City, Van Nuys y algunas zonas de Mission Hills y Arleta.

“También hay zonas rojas de baja participación en Cypress Park y Highland Park, donde, a pesar de la gentrificación siguen viviendo muchos latinos”, dijo Giovanni Hernández. “Otras zonas rojas están en El Monte, Commerce, South Whittier, Harbor City, Inglewood, Hawthorne,  Lennox y Long Beach”.

El reto en el Distrito 1 de L.A.

María de la Luz García, portavoz del alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, dio a conocer que, de 58 bloques de grupos que comprenden los vecindarios de Westlake, Pico Union y Wilshire Center, 55 tienen muy bajo resultado de respuesta y la mayoría residen en el Distrito 1 que representa el concejal Gil Cedillo.

De hecho, un reporte del Censo para la urbe angelina destaca que las viviendas de renta ocupadas son un indicador clave de las poblaciones difíciles de contar y el 79% de los residentes del Distrito 1 que viven en tales unidades aumentan la probabilidad de que serán difíciles de contabilizar.

A nivel estatal, el gobernador Gavin Newsom asignó más de $ 100 millones en esfuerzos destinados a que todos los residentes sean contados en el censo de 2020. Según los datos de la Conferencia Nacional de Legislaturas Estatales, ningún estado se acerca a ese total, pero otros 10 estados han promulgado leyes para gastar un total de $ 31.7 millones para garantizar que se contabilice la mayor cantidad posible de residentes.

COFEM educa y prepara a los participantes

Anabella Bastida, directora ejecutiva del Consejo de Federaciones Mexicanas (COFEM) expresó que, en combinación con más de 12 federaciones de clubes se encuentran en la primera fase de educación y preparación sobre el censo, para después continuar con la activación de los esfuerzos.

“Ya comenzamos con una reunión de entrenadores y familias de la Asociación Deportiva Juvenil Anahuak, que dirige el señor Raúl Macías, y el sábado próximo tendremos un Zumbaton en la ciudad de Paramount a donde llevaremos la información a mujeres y a todos los que participen, de modo que entiendan la importancia de ser contados, especialmente los inmigrantes más vulnerables”.

Además, señaló que COFEM, a modo de brindarle seguridad de que la información proporcionada en el Censo es estrictamente confidencial, compartirá el mensaje en iglesias de Huntington Park, Lynwood y en el Valle de Coachella donde tienen una oficina más.

De acuerdo con los datos recabados por la oficina del Censo de Estados Unidos, las asignaciones federales para seguridad pública, educación, transporte, medio ambiente y servicios sociales en California ascienden aproximadamente 76,000 mil millones al año.

Confidencialidad en la información

De acuerdo con Esperanza Guevara,  coordinadora de la campaña del censo “Contamos Contigo” de la Coalición por los Derechos de los Inmigrantes de Los Ángeles (CHIRLA), la estrategia de concientización para la participación se está haciendo mediante presentaciones en iglesias y escuelas.

“A la campaña estamos incorporando los servicios legales que ofrecemos en nuestras oficinas centrales de CHIRLA”, dijo Guevara. “Nos enfocamos en decirle a nuestra gente que toda la información que proporcionen en el censo está protegida bajo el Titulo XIII del código federal de Estados Unidos”.

Dicha provisión señala que todos los datos se mantengan confidenciales y no se pueden usar por ninguna corte de leyes o ninguna agencia federal.

“Si alguien usa estos datos para cualquier otro asunto que no sea el censo, puede ser razón para que una persona sea multada hasta con $250,000 y ser posiblemente encarcelado en una prisión federal”, dijo Esperanza Guevara. “Nuestra comunidad latina debe saber que nadie tiene que tener temor a responder al censo; tenemos muchas razones por las que debemos participar; de no hacerlo eso sería terrible, pues podemos perder tantos recursos comunitarios como programas de Head Start, SNAP y hasta centros médicos que dependen de la información que se recaude en el censo”

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