La casa, la inversión favorita

Los bienes raíces siguen siendo de lejos la inversión preferida pero hay que prepararse para conseguir una hipoteca y ver si los precios compensan

Solo el 20% de la población tiene fe en la Bolsa, a pesar de la crisis, el 31% prefiere invertir en bienes raíces./Shutterstock

Solo el 20% de la población tiene fe en la Bolsa, a pesar de la crisis, el 31% prefiere invertir en bienes raíces./Shutterstock Crédito: Shutterstock

Con la Gran Recesión muchas personas sufrieron mucho económicamente. No solo desaparecieron muchos empleos sino que también, en la raíz del problema, desaparecieron las inversiones y ahorros hechas por la mayoría de los hogares. Lo que más perjudicó a la mayoría y a la economía fue la primera caída nacional del valor de las viviendas.

Las casas no solo eran el sitio donde las personas vivían sino también, dada su meteórica apreciación durante años y la facilidad para obtener crédito, la inversión favorita de buena parte de la clase media e incluso de quienes tenían bajos ingresos. Pero con la crisis, los embargos se multiplicaron, el valor de las casas se quedó muy por debajo de lo que se debía con las hipotecas, fue imposible tomar créditos contra el valor de las casas y suburbios enteros se quedaron sin vecinos.

Ahora, pese a esa historia reciente, los bienes inmuebles siguen siendo la inversión a largo plazo preferida de los americanos. Así lleva siendo en los últimos siete años que la empresa Bankrate ha hecho encuestas sobre ello pero en este caso, en 2019 el 31% ha mostrado preferencia por este tipo de inversión y es el porcentaje más alto registrado hasta ahora.

Los mercados de valores están lejos de los ladrillos. A pesar de que los índices bursátiles están en registros récord solo el 20% de los americanos opta por esta vía para ahorrar un dinero que no se prevé usar en 10 años. Un porcentaje muy similar, el 19%, opta por inversiones que proporcionen liquidez y certificados de depósito que apenas tienen rendimiento aunque son muy seguros.

“La preferencia por los bienes raíces es similar en todos los grupos de ingresos”, explican desde Bankrate.

Pese a ello, no es fácil. La Bolsa se ha recuperado pero la propiedad de la vivienda está aún lejos de ello. La tasa de propiedad es del 64.1%, mejor que cuando tocó fondo en 2015, pero a niveles más propios de los años sesenta. Aunque se vive uno de los momentos más extensos de crecimiento económico, la tasa de propiedad de vivienda está por debajo de como ha estado durante las siete crisis que ha vivido el país desde los setenta.

Una de las razones para que no haya más ventas es que faltan casas con precios medios o bajos por lo que la oferta actual tiene precios muy elevados. Eso cuestiona el potencial de revalorización. Además, el hecho de que las hipotecas sean muy bajas no facilita la inversión además, a diferencia de los años anteriores a la crisis, la banca ha endurecido los criterios con los que concede estos préstamos.

Si en cualquier caso quiera prepararse para hacer esta inversión, sepa que ha de prepararse para hablar con un prestamista.

¿Cómo?

  • Obtenga una precualificación hipotecaria. Se trata de un proceso relativamente fácil en el que el especialista del banco o empresa hipotecaria le preguntará por su situación económica: cuáles son sus activo, sus deudas y sus ingresos. La idea es poder calcular cuánto se puede gastar.
  • Consiga la preaprobación del crédito. Con ello no tiene la hipoteca concedida pero el prestamista estudiará más a fondo su situación y le dará una idea de lo máximo que le van a prestar y una aproximación a la tasa de interés que le aplicarán. Para llegar a este punto necesitará aportar su W2 (u otra forma de probar ingresos), dos años de declaraciones de impuestos, nóminas y posiciones de las cuentas en los últimos meses y la autorización para que el prestamista pida un informe crediticio. Normalmente se obtiene un compromiso de hipoteca con el que se comienza a negociar la compra. No obstante, este compromiso no garantiza que se obtenga el dinero.
  • Prepare su aprobación definitiva. Es algo que corre por cuenta de alguien del que oirá frecuentemente, el underwriter. Esta persona va a querer ver lo siguiente:
    • Informe de crédito. Vigile antes si hay información incorrecta y sobre todo asegúrese de que tiene la mejor calificación posible. De eso va a depender su tasa de interés. Cuanto más baja la calificación más alto el interés o incluso le podrían denegar el préstamo.
    • Porcentaje de deuda con respecto a ingresos. Rebaje sus deudas en lo posible porque se le va a calcular todo lo que paga para satisfacer las cuotas de sus créditos mensualmente dividido por sus ingresos brutos en esos mismos 30-31 días. Así se calcula la capacidad de devolver el dinero. Si el porcentaje está por encima del 43% se le complica que le concedan la hipoteca o probablemente le darán menos dinero por lo que tendrá que buscar una vivienda más barata.
    • Pago inicial. Cuanto más dinero esté dispuesto a pagar inicialmente el comprador más favorablemente se verá la aplicación de la hipoteca. Con hipotecas FHA no tiene que poner más que un mínimo del 3.5%.
    • Cuentas: mantenga un cierto balance en sus cuentas y no cierre ninguna para evitar confusiones.
    • Costos de cierre. No es una cantidad pequeña. Estos costos, el escrow y las tasas tienen que considerarse en el precio de la operación.

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