Mujer recibe su Green Card dos meses después de tener orden de deportación
Un final feliz después de décadas de sufrimiento para la inmigrante
Una mujer de nacionalidad francesa respira tranquila después de dos meses de angustia.
Corina Turcinovic, de 55 años y residente de Chicago, estuvo a punto de ser deportada el pasado julio luego que su solicitud de Residencia Permanente en Estados Unidos fuera negada. Funcionarios de Inmigración ordenaron su deportación, pero la intervención oportuna de sus abogados se tradujo en un final feliz para la inmigrante que lleva 30 años viviendo en EEUU.
Los litigantes pidieron retrasar su deportación alegando que su solicitud fue descartada de manera “arbitraria y caprichosa”.
La regla de CBP y USCIS para negar ingreso al país o “green card” por información en redes sociales
El caso fue revisado por funcionarios de Inmigración y el pasado mes aprobaron la Green Card de Turcinovic.
“Es algo surreal pasar de extranjero a residente permanente entre el Día de la Independencia y el Día del Trabajo”, dijo Turcinovic a el Chicago Sun-Times.
Todo empezó en 1990
Los problemas de Turcinovic con Inmigración comenzaron en mayo de 1990 cuando llegó a Estados Unidos sin visa. El gobierno ordenó su deportación, pero después la dejó quedarse en el país por razones humanitarias ya que Marin Turcinovic, su prometido en ese entonces, había quedado paralizado desde el cuello al ser impactado por un conductor borracho en Nueva Jersey.
De acuerdo con el Chicago Sun Times, la pareja se mudó a Chicago en octubre de 1990 y se casó en 1996. La mujer cuidó de su esposo hasta su muerte en 2004.
El esposo de la inmigrante estaba a punto de convertirse en ciudadano estadounidense antes de su muerte. Su caso fue desestimado ya que por su condición no pudo tomarse las huellas digitales. Corina sería arrestada en 2007 y enviada a un centro de ICE. La ayuda del congresista Dan Lipinski le permitió quedarse en el país, pero con la obligación de reportarse anualmente.
Su Green Card fue negada inicialmente por la orden de deportación de 1990, cuando llegó al país.
La mujer pronto se mudará a Florida con su segundo esposo Robert Wesche y espera volver a Europa para ver a familiares y amigos que no ha visto en tres décadas.
