Usa un rallador de queso para eliminar su tatuaje

Los tatuajes son difíciles y costosos de eliminar, por lo que hay que tener muy claro que se van a tener casi de por vida

Así quedó su brazo después de eliminar el tatuaje

Así quedó su brazo después de eliminar el tatuaje Crédito: Matias Costa Twitter

Mucha gente se hace tatuajes de los que luego se arrepiente y, aunque la mayoría aprende a vivir con ellos, un hombre tomó la muy cuestionable decisión de usar un rallador de queso para eliminarlo.

El joven de 21 años dijo que lo hizo porque quería ser policía y pensó que no podría acceder si tenía un tatuaje a la vista. Como no quería correr ningún riesgo que pudiera comprometer su carrera profesional, usó el utensilio de cocina para “borra”r la piel con tinta.

En declaraciones a los medios locales en Mendoza, Argentina, el hombre, que no ha sido identificado, explicó que se hizo el tatuaje solo una semana antes de decidir que quería unirse a la policía del aeropuerto.

El sitio web de la policía no especificó que los solicitantes no podían hacerse tatuajes, pero el joven afirmó que le habían dicho después que no se le permitiría trabajar allí si tenía alguno visible.

Aunque todo el horrible evento tuvo lugar en 2017, su amigo, Matias Costa, acaba de publicar imágenes de las heridas autoinfligidas del hombre.

El joven, que ahora tiene 21 años, explicó que además de preocuparse por su capacidad para ingresar a la policía, el tatuaje no le apasionaba, así que por eso quiso eliminarlo.

Así era el tatuaje que se hizo el joven y que no le gustó.

Buscó en YouTube maneras de quitarse un tatuaje e intentó restregarlo con una piedra pómez, sin embargo, cuando no tuvo éxito, optó por el rallador de queso.

El joven de 21 años explicó que el método, como era de esperar, le dolió y sangró mucho. Incluso terminó teniendo que ir al hospital.

“Tuve que vendarlo mucho tiempo y aplicar desinfectante. Una semana después fui al hospital y me vacuné contra el tétanos. En ese momento lo lamenté, por supuesto que sí”, explicó en entrevista según refleja Unilad.

El hombre agregó que su familia no estaba de acuerdo con su decisión, pero en ese momento ya era demasiado tarde para que pudieran hacer algo al respecto.

Admitió que se sintió mejor acerca de sus acciones después de darse cuenta de que rallarle el brazo le había quitado el tatuaje, aunque agregó que no se lo recomendaría a nadie.

Diego Staropoli, el dueño de Mandinga Tattoo en Buenos Aires, advirtió contra el uso de un rallador de queso para quitarse los tatuajes, diciendo que “es arriesgado y es posible que quede una marca o cicatriz permanente”. Hacerlo así es peor porque se daña la piel “.

A pesar de haber sufrido tanto por el tatuaje para poder ingresar en el cuerpo de policía, el hombre, después de sufrir problemas personales, decidió no seguir adelante y optó por no unirse a la policía del aeropuerto.

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