Remesme Marián cumplió tres años este domingo y para celebrar la peinaron, vistieron y la llevaron a ver a su papá a través del muro fronterizo
Supo que era su festejo, pero también se enteró que no volvería a ver a su papá por mucho tiempo, como si él se fuera a cumplir una condena.

Cerca de un centenar de desconocidos reunidos en el Parque de la Amistad cantó a la cumpleañera las mañanitas, su papá le hizo llegar una muñeca con extraño cabello rosado en trenzas, y un Buzz Lightyear.



La abuelita, Maribel López, le horneó docenas de pastelitos de colores, y su mamá, Nicole Estíbalis, le compró un broche nuevo de cabello y la cargaba cuanto quisiera.
La pequeña sin embargo seguía un poco triste.



Un rato después, cuando la comunidad musulmana llegó a orar a la frontera, un niño de la misma edad que Remesme supo que era cumpleaños. De repente, el pequeño, con su espontaneidad infantil corrió para darle un par de abrazos a la festejada.
De repente todo cambió.



Y aunque el rostro de la menor no dejó de reflejar una soledad difícil de describir y aparentemente profunda, el peso de la tristeza parecía suavizarse con la presencia del pequeño.


