Nueva ley en California amplía el plazo para que víctimas de crimen reclamen compensación
Leyes actuales solo les permiten presentar una solicitud dentro de los primeros tres años que ocurre un crimen
Los defensores de los sobrevivientes y víctimas de crímenes se anotaron un triunfo al conseguir que se aprobara en California, una nueva ley que entrará en vigor en enero del año 2020, la cual extenderá el plazo para que puedan ser compensados por los daños sufridos.
“Hay muchas familias que no saben de estos apoyos; o cuando te pasa una tragedia no quieres escuchar ni saber nada; pero cuatro años más tarde te pega la depresión o sobrevienen los problemas emocionales y necesitas la ayuda. Cuando vas a pedirla, te dicen que ya es muy tarde. El tiempo para solicitarla se agotó”, platica Adela Barajas, fundadora de la organización Life After Uncivil Ruthless Acts (LAURA) y quien perdió a su cuñada Laura Sánchez en 2007.
La ley SB 375 dará a los sobrevivientes de crímenes hasta siete años después de la tragedia para solicitar apoyo a la Junta de Compensación a las Víctimas de California.
Anteriormente, una persona solo podía requerir la ayuda dentro de los tres primeros años de ocurrido el hecho.
El límite de tres años dejó a muchas víctimas sin el acceso al programa de compensación que les proporciona los recursos que necesitan para su recuperación.
El fin de semana, en Los Ángeles se llevó a cabo una celebración por la nueva ley SB 375, propuesta por la senadora María Elena Durazo, patrocinada por la red nacional Crime Survivors for Safety and Justice, y la cual fue hecha legislación por el gobernador Gavin Newsom el mes pasado.
Adela explica que la compensación consiste generalmente en el pago de terapia, servicios funerarios y ayuda para el empleo por los días que se dejó de trabajar o la pérdida del empleo.
“Para la funeraria te dan entre 7,000 y 7,500 dólares; y te pagan la terapia. Claro, se tienen que presentar comprobantes de todos los gastos y los reportes de policía así como probar que se ha cooperado con los detectives de la policía”, precisa.
“Hay que decir que este dinero no es de los contribuyentes sino pagado por los prisioneros”, indica.
La líder agrega que ahora el trabajo es encontrar a las familias víctimas de crimen para que puedan beneficiarse de la compensación; y recalca que los inmigrantes indocumentados que son sobrevivientes o víctimas también califican para recibirla; y hasta pueden solicitar la visa U que les abre el camino para la residencia.
Según el Sondeo de Víctimas del Crimen 2013, casi una de cada tres víctimas reportaron que no sabían que existían las compensaciones, pero estaban interesadas.
Otro sondeo reciente de abril de este año, reveló que menos de una de cada cinco víctimas recibieron varios tipos de ayuda que el programa de compensación ofrece como apoyo financiero para costos médicos, consejería, salud mental y vivienda de emergencia.
Tinisch Hollins, directora de la organización Crimen Survivors for Safety and Justice, dice que la salud y seguridad de las comunidades depende de que las víctimas de crimen, reciban el apoyo que necesitan para recuperarse, pero hay aún demasiadas barreras.
“La SB 375 da prioridad a las necesidades de los sobrevivientes del crimen al hacer que el sistema sea más sensible e informado sobre el trauma; y que reconozca que la gente con frecuencia no está lista para solicitar compensación después de un incidente”, señala.
Y afirmó que las víctimas del crimen no deberían ser impedidas del acceso a los servicios de recuperación cuando están lidiando con el trauma. “Al asegurar que hay caminos de sanación y recuperación para los más dañados, es clave para terminar el ciclo del trauma no atendido que mina la seguridad y perpetúa el daño”, sostiene.
Si eres víctima de un crimen y necesitas información sobre cómo obtener la compensación, visita el sitio: http://www.safeandjust.org/survivors
También puedes asistir a las reuniones que la organización LAURA tiene el primer jueves del mes a las 5:30 de la tarde, en el parque Fred Roberts Recreation Center localizado en el 4700 de la calle Honduras, Los Ángeles, 90011.