Migrantes: los más vulnerables a la violencia latente en Tijuana

Salvadoreño que esperaba asilo para entrar a EEUU, bajo el programa MPP, es asesinado causando alarma en refugios de la frontera

Hay cerca de 13,000 solicitantes de asilo en Tijuana en espera de una respuesta. / fotos: Manuel Ocaño.

Hay cerca de 13,000 solicitantes de asilo en Tijuana en espera de una respuesta. / fotos: Manuel Ocaño.  Crédito: La Opinión

Al salir de trabajar, Jorge llegaba todas las noches a una pupusería de Tijuana (México) y se encontraba ahí con un amigo, también salvadoreño.

Laboraba en una pizzería en la Zona Norte de Tijuana, una de las más propensas a la violencia y la delincuencia —donde conviven numerosos desamparados, deportados y migrantes. Además es considerada un área de tolerancia, ya que concentra varios refugios de la ciudad.

Hace seis meses que Jorge, su pareja sentimental y dos niños pequeños, llegaron desde El Salvador a Tijuana para tratar de solicitar asilo en Estados Unidos.

Y desde hace ocho semanas, la familia era parte del programa Protocolos de Protección a Migrantes (MPP), un programa de la Administración de Donald Trump que envía a los inmigrantes a ciudades de la frontera mexicana para que esperen ahí durante el proceso de peticiones de asilo.

Pero en noviembre, Jorge dejó súbitamente de llegar a la pupusería. Su amigo lo buscó sin resultados hasta que en San Diego, su abogado para MPP le informó que —de acuerdo con la pareja sentimental del migrante— Jorge había sido asesinado.

El abogado tenía un documento oficial que indicaba que su cliente murió por repetidas heridas con arma blanca.

No obstante, al darse a conocer el caso, la prensa presionó hasta que las autoridades estatales de Baja California dieron a conocer que Jorge falleció de la peor manera: bajo torturas y
desmembrado.

Sus restos fueron encontrados lejos de ahí dentro de dos maletas a la orilla de una autopista de la periferia.

Miedo en la comunidad

Este es el primer asesinato de un migrante dentro del programa MPP en Tijuana, donde se concentran más de 13,000 solicitantes de asilo a quienes Estados Unidos ha enviado a aguardar.

Sin embargo la muerte de Jorge impactó a la comunidad migrante porque teme que se pueda desatar una ola de violencia contra los migrantes, quienes desconocen cuánto tiempo deben permanecer esperando enTijuana, una ciudad donde en promedio se cometen más de ocho homicidios diarios.

Las familias migrantes que se han enterado del homicidio “están muy alteradas, piensan incluso que este señor [de 36 años] fue víctima de ajuste de cuentas de asesinos que lo vinieron a buscar desde El Salvador”, dijo a La Opinión el coordinador del refugio Juventud 2000, José María “Chema” García Lara.

Durante la entrevista, la policía arrestó a un sospechoso justo frente al refugio.

‘Chema’ García Lara, coordinador del refugio Juventud 2000, dijo que los migrantes en espera comparten la zona con delincuentes y prostitutas.
Frente a uno de los refugios, se llevó a cabo un arresto; lo que activistas consideran una práctica ‘común’.

“Aquí esto es común. Los migrantes tienen que compartir la zona con delincuentes, vendedores de drogas, prostitución, adictos y deportados”, agregó García Lara.

En otro refugio cercano, la coordinadora accedió a charlar pero a condición de que se omitiera su nombre y su ubicación.

“Los migrantes son la comunidad más vulnerable en Tijuana porque es muy visible y desconoce todo en la ciudad”, explicó.

Contó también que el último miércoles por la noche llegaron a la terminal de autobuses de Tijuana tres migrantes hondureños que llegaban al refugio a trabajar un tiempo como voluntarios.
“En lo que tardamos en llegar a recogerlos, ya los habían asaltado con un arma de fuego y les quitaron todas sus pertenencias y dinero”, dijo.

Agregó que como los migrantes traen por lo menos algún equipaje ligero, para los delincuentes es fácil identificarlos, amenazarlos o golpearlos y quitarles celulares, pertenencias, el poco dinero que traen consigo para viajar o para alimentarse en el camino.

“A menudo recibimos migrantes con heridas que nos buscan porque estamos en la zona y alguien les dijo que podríamos ayudar, pero que no quieren ir a hospitales ni a denunciar ante la policía por temor a represalias o a que los culpen de algo que no hicieron”, dijo la coordinadora.

Este año ya se han cometido más de 2,000 homicidios en Tijuana, de acuerdo a cifras de la Fiscalía General del Estado.

Esta es la pizzería donde trabajaba la víctima.

El mes pasado fueron 245 asesinatos. El promedio, de acuerdo con autoridades es de ocho homicidios diarios.

García Lara dijo que algunos migrantes consideran que los altos índices de homicidios se parecerían a los de ciudades de las que vienen como Tegucigalpa, San Pedro Sula o San Salvador, “pero la diferencia está en que aquí no tienen a nadie, excepto a nosotros en los refugios, están vulnerables, desamparados…”.

A la ciudad han llegado por lo menos 500 miembros de la Guardia Nacional para reforzar la seguridad pública, pero la violencia permanece.

Tijuana es “una de las ciudades más peligrosos del mundo y cuando combinas a una población numerosa como la comunidad migrante de 13,000 personas, en un lugar donde hay violencia e inseguridad, tienes los elementos para tragedias”, dijo el abogado que representaba a Jorge ante la corte en San Diego, Richard Sterger.

El año pasado fueron asesinados dos adolescentes hondureños, antes de que iniciara MPP..

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