8 acciones confusas de los amos hacia sus perros

El comportamiento de los perros puede flexible y adaptable si se les educa desde temprana edad, pero hay formas en que la evolución no ha equipado a los perros para los desafíos de vivir en nuestro mundo y desde cachorros deben aprender a sobrellevarlo.

Las siguientes son algunas de las cosas que hacemos que les cuesta entender a los caninos, de acuerdo con The Conversation.

1. Dejarlos solos

Los perros son animales sociales, les gusta pasar tiempo con otros perros, personas y cualquier especie dispuesta a interactuar socialmente con ellos. Suelen jugar, descansar, explorar y viajar en compañía. Cuando por alguna situación se les deja solos, los perros no están seguros de que volveremos a recogerlos. Solo después de la experiencia es probable que esperen una reunión. En casa, podemos intentar imponer zonas libres de perros, pero ellos protestarán porque exigen que se les deje entrar cuando su familia humana está allí.

2. Nuestra orientación es visual

Los perros viven en un mundo olfativo, mientras que el nuestro es principalmente visual. Así como los televisores pueden ofrecer un festín visual para los humanos, los parques y las playas son un banquete olfativo para los perros.

3. Cambiamos nuestra forma y olor

Zapatos, abrigos, billeteras, maletines, bolsos y maletas a las que se adhieren innumerables olores después de llevarlos a tiendas y lugares de trabajo. Los productos de limpieza, jabones, desodorantes y champús también cambian los olores a los que nuestros perros están acostumbrados.

Las toallas, sombreros y bolsos cambian nuestra forma cuando los usamos. Y cuando los ponemos, los puentes y abrigos alteran nuestro contorno visual y pueden atrapar a los perros sin darse cuenta. Los perros cambian sus abrigos al menos una vez al año. Por el contrario, cambiamos nuestro revestimiento externo todos los días. Esto significa que los olores que llevamos están cambiando mucho más de lo que los perros han evolucionado para esperar.

4. Nos gusta abrazar

La forma en que los humanos usan sus extremidades anteriores contrasta con la manera en la que lo hacen los perros. Podemos usarlos para transportar objetos grandes que un perro tendría que arrastrar, pero también para agarrarse unos a otros y expresar afecto. Los perros se agarran sin apretar cuando juegan, luchan, se aparean y pelean. Ser atrapado por otro perro dificulta un escape rápido, así que los perros pueden sentirse amenazados por nuestros abrazos.

5. No nos gusta que nos muerdan

Jugar a pelear es divertido para muchos cachorros y les ayuda a relacionarse con otros perros. Pero deben controlar el comportamiento de otros perros en las peleas de juego y saber cuándo han usado excesivamente sus pequeños dientes afilados. Los humanos somos más susceptibles al dolor de las mandíbulas juguetonas de los cachorros que otros perros, por lo que podemos reaccionar negativamente a sus intentos de jugar y pelear con nosotros.

6. No comemos comida del bote de basura

Los canes toman comida en cualquier lugar donde la encuentren y deben quedar perplejos por nuestra reacción cuando los encontramos comiendo bocadillos de bancos y mesas, en loncheras y en contenedores de cocina.

7. Compartimos territorios

Visitamos los territorios de otros perros, recuperamos sus olores y permitimos que visitantes humanos y caninos desconocidos entren en la casa de nuestros perros. Los perros no han evolucionado para aceptar tales intrusiones y amenazas a su seguridad y recursos. No deberíamos sorprendernos cuando nuestros perros tratan a los visitantes con sospecha, o cuando nuestros perros son tratados con hostilidad cuando los llevamos a las casas de otros.

8. Usamos mucho nuestras manos

Nuestras manos entregan comida, rasguños, masajes y juguetes, sujetan a los perros, les cortan las uñas, les administran ungüentos o tabletas y los arreglan con cepillos y peines que pueden tirar del cabello. No es de extrañar que algunos perros teman la mano humana mientras se mueve sobre ellos. Podemos facilitar que los perros acepten muchos tipos de actividades relacionadas con las manos si los entrenamos para que cooperen con las recompensas. Los perros tímidos con las manos pueden ponerse fácilmente a la defensiva, morder y entonces encontrar su camino del hogar hacia las calles o los refugios, donde la esperanza de vida es pobre. Nuestro desafío es comprender la ausencia de astucia y malicia en todo lo que hacen.

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