El caldo de pollo perfecto en 5 sencillos pasos

El aliado por excelencia para cualquier gripe o dolencia estomacal es el caldo de pollo y es que no sólo resulta un platillo reconfortante y nutritivo, se le atribuyen extraordinarias propuedades terapéuticas. Entre las grandes bondades medicinales de esta deliciosa sopa se encuentra como la principal su alto contenido en cisteína, es un aminoácido natural que se destaca por sus sus beneficios para limpiar las vías respiratorias y el tracto digestivo. 

El caldo de pollo se destaca por ser un platillo completo que contiene una gran variedad de nutrientes que desempeñan un papel relevante en la digestión y tienen la capacidad de sanar el revestimiento del intestino. A la vez la gelatina que se encuentra en el caldo de huesos que atrae y retiene los líquidos, lo que refuerza la digestión, también es un perfecto aliado para fortalecer huesos y articulaciones. Se dice que uno de los mejores aliados de un resfriado es un caldo de pollo bien caliente, más allá de lo reconfortante que puede ser para tratar cualquier gripe, la razón de sus beneficios se debe a su alto contenido en aminoácidos que fluidifican el moco en los pulmones y es por ello que goza de grandes propiedades expectorantes. 

A la vez el poderoso aporte en nutrientes que brinda el caldo de pollo lo hace un extraordinario aliado para fortalecer al sistema inmunológico y aumentar las defensas del organismo, sin duda vale la pena aprender a prepararlo con estos sencillos tips: 

El paso a paso de un caldo de pollo perfecto:

1. Lava bien el pollo

El primer paso es indispensable y aunque no lo creas interviene directamente en la calidad final del caldo, siempre lava perfectamente bien y con agua limpia las piezas de pollo que vas a utilizar; asegúrate de retirar todas las impurezas (pueden ser restos de sangre, piel y suciedades). Gracias a este paso obtendrás un caldo claro y transparente.

2. Siempre agrega huesos, son el sabor

Los huesos del pollo son los responsables de darle sabor al caldo, es por ello indispensable considerarlos siempre entre los más recomendados se encuentran el huacal, el pescuezo, las alitas y los muslos. 

3. El secreto de las verduras

Un buen caldo de pollo siempre se prepara con un fondo de verduras, popularmente en cocina se le llama mire-poix y básicamente es una mezcla de vegetales entre los que se destaca el uso de la zanahoria, el apio, el poro y la cebolla; son los responsables de agregar mucho sabor y nutrientes al caldo y prácticamente son la base de todos los caldos.

4. Retira la espuma

Durante el proceso de cocción del caldo es importante que una vez que hierva, mantengamos la temperatura del fuego a bajo y que de manera constante retiremos la espuma blanca que se va liberando. Este paso es importante para obtener un caldo libre de impurezas y transparente. 

5. Condimenta bien

Los huesos de pollo y las verduras son los ingredientes estrella del sabor de un buen caldo, sin embargo también es importante agregar sal y hierbas aromáticas que evitarán que el caldo quede desabrido. Una buena recomendación es agregar cilantro, perejil, epazote, albahaca o hierbabuena, cuál quiera que sea llenará de sabor y personalidad el caldo.

Receta de caldo de pollo