El desafío de la paternidad compartida en medio de la pandemia
Buscar un acuerdo temporal es la mejor opción en beneficio del menor
En estos tiempos, la paternidad compartida debería tener un acuerdo temporal en favor de los menores. Crédito: Shutterstock
Los niños están en casa, no van a las clases ni tampoco de paseo a ningún lado. Esto es una medida necesaria para cuidar su salud, pero al mismo tiempo representa un dolor de cabeza para los padres con paternidad compartida.
Las medidas de distanciamiento social buscan frenar la propagación de Covid-19, sin embargo lo que también está frenando es el contacto de los menores con el padre que no vive en su mismo hogar y que al puede afectar la relación de ambos, aseguran expertos.
“En los casos en que los niños se mudan de un hogar a otro, la mayoría se deja y se hacen arreglos para recogerlos alrededor del horario escolar y en la escuela misma. Pero ahora muchos niños no van a la escuela, y algunas escuelas están cerradas, por lo que eso hace que el traspaso físico sea casi imposible, y se necesitan algunos cambios en la rutina“, dijo el doctor Noam Peleg, Profesor de Derecho de la UNSW al sitio oficial de la institución.
El experto en derecho de familia dice que a pesar de esto, las órdenes de crianza y los acuerdos de crianza siguen vigentes, y los padres deben encontrar arreglos alternativos para mantenerlos.
“Es posible que pueda llegar a un acuerdo, incluso temporal, durante la pandemia, durante el cierre de la escuela”, comentó. “No significa que su actual acuerdo de crianza regular que tiene y que ha ejercido deba ser tirado a la basura. Una vez que las cosas vuelvan a la normalidad, las partes pueden reanudar su acuerdo o negociar uno nuevo”, recomendó el catedrático.
En medio de problema que representa para cada una de las partes, lo recomendable sería que el padre residencial organice una videoconferencia regular y programada para mantener la cercanía con su hijo de la misma manera que cuando no había el confinamiento.
La contingencia por coronavirus es un excelente momento para que los padres enemistados logren un buen acuerdo por la crianza de su hijo, estando claros que lo principal para todos es cuidar la salud física, pero también la salud emocional.
