Consejos para que los niños coman saludablemente
Organizar un buen menú con colores y sabores variados es una gran opción para que tu hijo quede satisfecho

Dejar que tu hijo se involucre de vez en cuanto en la preparación de la comida les ayuda a tener más ganas de ser saludable. Crédito: Andrea Pangilinan | Pixabay
Si le preguntas a cualquier padre de familia cuál es el desafío más grande que enfrenta a diario en la crianza de sus hijos, lograr el reto de que coman de manera saludable probablemente sea el que encabece la lista.
Los niños en edad escolar son los que más complicados se ponen a la hora de sentarse en la mesa con su plato de comida. Ellos solo quieren comer nuggets de pollo con papas a la francesa, macarrones con queso, hamburguesas, o cualquier otra idea que no tenga vegetales. Y no se diga en esta etapa de confinamiento donde abundan los antojos de dulces, galletas, chocolates y demás.
Pero ¿qué debe hacer un padre frente a esta situación? Tranquilo, en primer lugar no debes estresarte. Si te preocupa un poco lo que come tu hijo, entonces sigue estos consejos que harán que la alimentación de tu hijo no se vuelve tan complicada.
No pongas tentaciones. Si no quieres que tu hijo coma alimentos chatarra, entonces no lo lleves a tu casa. No los uses como anzuelo para pedir que coman a cambio de premio. Dale los alimentos saludables que sí le gustan y respeta cuando otros no le gusten.
Haz la comida interesante. Deja que tu hijo se involucre de vez en cuanto en la preparación de la comida. Que te pase los guisantes antes de agregarlos al platillo, que lave las zanahorias previo a agregarlas al caldo. Esto abrirá su mente y tendrá más conocimiento de cada ingrediente.
Permite opciones. Desde temprana edad, los padres deben dejar que sus hijos elijan alimentos, frutas, verduras y bocadillos que les gusten, dentro de lo razonable. No caigas en el control excesivo porque se rebelarán a la hora de comer.
Agrega creatividad. Para los más pequeños, funciona la idea de volver la comida saludable en platos divertidos, así que organiza un buen menú con colores y sabores variados para que queden satisfechos.
No te obsesiones. Algunos padres se sienten frustrados por no ver a sus hijos limpiar el plato, pero en ocasiones la proporción es más grande que lo que el niño debería comer, o incluso no tiene el mismo apetito que el día anterior. A todos nos pasa, incluso a los adultos.