Lejos de ella en el Día de las Madres: “Quiero decirle a mi madre que luche”

Igual que muchos, este latino no puede ver a su mamá debido a que ella se encuentra aislada por el coronavirus

Edgar Polanco y su madre Martha Lara Polanco en su celebración de 70 años.

Edgar Polanco y su madre Martha Lara Polanco en su celebración de 70 años. Crédito: Familia Polanco | Cortesía

LOS ÁNGELES – A principios del año, Edgar Polanco y su familia disfrutaban de la llegada del 2020. Incluso el 3 de enero celebraron los 70 años de su madre, Martha Lara Polanco, sin imaginar que el Día de las Madres lo pasarían separados debido a la pandemia por el coronavirus.

Edgar contó que su mamá, quien vivía con él, junto a su esposa y su hijo de 5 años, se cayó de la cama a finales de enero y tuvo que ser hospitalizada. En el centro médico, le dijeron que tenía un tumor en la parte izquierda de la cabeza y que debían operarla urgentemente.

“Después de la operación ella tuvo un derrame y la mitad de su cuerpo se paralizó”, contó Edgar a La Opinión.

El hospital se vio en la necesidad de referirla a una casa para personas de la tercera edad con el fin de que pueda rehabilitarse.

No obstante, debido a que no están permitidas las visitas para evitar los contagios del COVID-19 a las personas mayores, Edgar no ha podido ver a su madre y asegura que la extraña mucho y que ella los hecha de menos también.

“Ella llora todos los días porque se quiere regresar con nosotros y yo trato de cocinarle la comida y llevársela cuando puedo”, indicó este hombre que vive en el Sur de Los Ángeles, y cuya madre está en un centro ubicado al oeste de la ciudad.

“Ella aquí en la casa era muy activa, lavaba, limpiaba el patio y hacía de todo. Ahora no ha podido levantarse de la cama por casi cuatro meses”.

Antes de su operación, Martha participaba en el Programa de Atención Integral para Personas Mayores (PACE) de AltaMed en el Sur de Los Ángeles. Este programa de Medicare ayuda a las personas de la tercera edad independientes con servicios necesarios para mantenerse seguros, cómodos y saludables en su hogar.

Martha Polanco poco antes de sufrir su accidente. /Cortesía Familia Polanco

Debido a que Martha cae en el grupo de las personas más vulnerables por el COVID-19, no se le ha permitido regresar a casa y mucho menos que sus familiares la visiten por temor al contagio.

Madre e hijo hablan por teléfono casi todos los días pero “no es lo mismo que estar en persona”, aseguró Edgar. “La tienen aislada y no puedo ni verla. Mi hijo siempre pregunta por su abuelita”, agrega.

Edgar dijo que para este 10 de mayo, que es una fecha especial, planea cocinarle algo delicioso y le comprará flores. Como no puede verla tendrá que dejar los regalos en la recepción para que se lo entreguen.

“Es muy difícil para mí y mi familia pero esperamos que se recupere pronto”, comentó.

En este Día de la Madre, Edgar tiene un mensaje muy especial: “Quiero decirle a mi madre que se mejore. Que sea fuerte y luche para curarse porque esto terminará pronto y entonces podrá volver a casa con la familia”.

Edgar Polanco con su madre (d), esposa (i) e hijo en el cine. /Cortesía Familia Polanco

Continúa el distanciamiento físico

Este fin de semana comenzó a reabrir levemente la economía en California y entre los negocios que se les ha permitido ofrecer sus servicios están las florerías.

Esto da pie a que muchas familias quieran comprar flores para sus mamás y en algunos casos hasta quieran celebrar este festejo.

Sin embargo, expertos recomiendan que se continúe con el distanciamiento físico de al menos seis pies y se eviten congregaciones grandes.

Estefanía Maurer, doctora en la clínica AltaMed en Downey, dijo que el “aislamiento” o “distanciamiento social” no es más que una distancia física y no significa que las personas no puedan socializar.

“Es extremadamente importante distanciarse especialmente para las personas de la población geriátrica porque muchos pueden tener el virus y no mostrar síntomas”, explicó la experta.

“Estar físicamente alejado de los miembros de la familia, en realidad es una forma de cuidarlos, porque es nuestra forma de protegerlos de este virus”.

La doctora agregó que esta leve reapertura para comenzar a regresar a la nueva normalidad no quiere decir que las personas puedan reunirse en grandes grupos y mucho menos cuando hay mayores de 65 años involucradas.

“Las reuniones grandes todavía están prohibidas”, indicó. “Siguen siendo mejor las llamadas o videollamadas… Hasta pueden hacer un paseo en carros frente a la casa de la persona [de la tercera edad].

Todas estas cosas son diferentes pero también les da la oportunidad de ser más creativos”.

Debido a que la curva de altos índices de contagios del COVID-19 en el condado de Los Ángeles continua aplanándose las autoridades han permitido reabrir ciertos negocios cuidadosamente. Sin embargo, aseguran, el coronavirus sigue siendo peligroso.

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