Los trabajadores latinos que son esenciales, pero invisibles
Los empleados de este grupo enfrentan mayor riesgo de contagio del COVID-19 en sus lugares de trabajo.
Johanna es madre soltera y regresa a su casa en la madrugada “siempre con el temor de que vaya a traer el virus a mi casa, a mis hijos”.
La madre soltera inmigrante trabaja hasta las 2:30 de la mañana todos los días, limpia y desinfecta edificios de corporaciones en San Diego, y lo que más le preocupa es que “no nos avisan cuando alguien se enfermó de coronavirus”.
“Les agradecería que si me dijeran ‘aquí en esta oficina estaba una persona que se enfermó de COVID 19, porque así tendría más cuidado”, explicó, “pero me parece que la corporación que ocupa estas oficinas no le avisa a la compañía de limpieza para la que trabajo, y entones a mí tampoco me informan”.
Algunos de sus compañeros de trabajo han contraído el virus de esa manera, y alguno de ellos lo ha llevado a casa y contagiado a los suyos.
“¿Se imagina? Si enfermo yo, qué van a hacer mis hijos. Si yo no puedo trabajar, a mí no me va a ayudar el gobierno, no me van a dar cheque de estímulo ni nada”, lamentó Johanna
Su principal preocupación es que “soy como todos mis compañeros trabajadora esencial yo no puedo dejar de trabajar…, pero tampoco puedo dejar de exponerme. Quisiera que se enteraran que somos seres humanos”.
Rosa tiene un trabajo similar, pero es la dirigente de un equipo de trabajadores y por lo menos en la empresa en que trabaja sí les avisan si van a limpiar y desinfectar áreas que han ocupado personas enfermas con COVID 19.
“Llevo 20 años en este trabajo, salgo a las 2:30 de la mañana, ya me acostumbré y me gusta, pero me gustaría más si se nos tomara en cuenta, pues yo siento como que somos trabajadores esenciales pero invisibles, no nos dan mucha importancia”.
Ambas trabajan en los edificios del centro de San Diego, con impresionante vista a la bahía pero con alto riesgo.
Los latinos en San Diego equivalen a cerca del 30 por ciento de la población, pero alrededor del 63 por ciento de las personas que han perdido la vida víctimas de la pandemia son latinos; también equivalen a una de cada dos personas que se contagian del COVID 19.
Esos son los mismos niveles que se conservan desde marzo pasado. Algunas autoridades de Salud han mencionado como contexto que el condado está muy cerca de México y que parte de los contagiados cruzan la frontera, o que los latinos tienen más trabajos esenciales y por eso terminan contagiados.
También han dicho que los latinos son la comunidad con más enfermedades precursoras del COVID 19, como la obesidad, hipertensión y diabetes.
Pero el dirigente comunitario Christian Ramírez explicó a La Opinión que el gobierno del condado de San Diego arrastra un retraso por negligencia en atender las condiciones de los latinos.
“No ha habido una atención debida por parte del gobierno del condado de San Diego para asegurar que desde el principio de la pandemia lanzaran campañas de información en las comunidades latinas”, declaró Ramírez.
Criticó que las autoridades “tardaron meses en responder”.
Hasta el mes pasado, el condado dispuso un programa de rotación para ofrecer pruebas gratuitas de COVID 19 en sitios que son concurridos por la comunidad latina, como el consulado de México en San Diego, la garita de San Ysidro, y una iglesia en National City, por ejemplo.
Pero los altos índices de contagios y fallecimientos entre los latinos comenzaron paralelamente con la llegada de la pandemia.
Además, muchos latinos en San Diego carecen de servicio y de seguro de salud.
“Si a todo esto sumamos que a muchos trabajadores latinos esenciales no se les proporciona en equipo necesario para protegerse del COVID 19, tenemos los resultados que están a la vista en San Diego”, criticó Ramírez.
Tanto Johanna como Christian Ramírez lamentaron que el senado de mayoría republicana rechazara la iniciativa conocida como Acta de los Héroes, que habría otorgado a los trabajadores esenciales un bono, como reconocimiento a su desempeño entre riegos.
Johanna dijo que sería el primer reconocimiento y la primera ayuda que recibiría desde que la pandemia llegó al área de San Diego.