Familias exigen cierre del Aeropuerto Whiteman en Pacoima

Viven aterrorizadas desde que cayó un pequeño avión en su vecindario en noviembre

La caída de un avión pequeño en Pacoima, California dejó a los vecinos temiendo por su vida. (Cortesía Margarita López)

La caída de un avión pequeño en Pacoima, California dejó a los vecinos temiendo por su vida. (Cortesía Margarita López) Crédito: Cortesía

Desde que Eva Ávalos, una abuela de 67 años, vio caer frente a sus ojos, un pequeño avión Cessna 172 que se desplomó fuera de su casa, vive aterrorizada, sufre de ataques de pánico y se encuentra en un estado constante de nerviosismo.

No puedo apartar de mi mente esa desgracia. Me la paso llorando. A nadie le deseo lo que viví. Pensé que me iba a morir“, dice.

A partir de esta tragedia que pudo costarle la vida, Eva y su familia han elevados su voces para que las autoridades de Los Ángeles, cierren el Aeropuerto Whiteman localizado en Pacoima, el vecindario en donde viven y cayó el avión.

El 12 de noviembre, un pequeño avión Cessna 172 no alcanzó a llegar a la pista del Aeropuerto Whiteman y aterrizó en la cuadra 10000 al norte de la calle Sutter del barrio de Pacoima en el Valle de San Fernando.

El piloto de la pequeña aeronave falleció al instante. Los vehículos estacionados en el lugar donde se desplomó, quedaron envueltos en llamas y quedaron siniestrados.

Información preliminar de la Administración Federal de Aviación, indica que el avión se aproximaba a la pista de aterrizaje cuando se estrelló en el vecindario adjunto, y por muy poco no se llevó a los residentes.

El pequeño avión que cayó en Pacoima, quemó varios vehículos estacionados en el lugar. (Cortesía Margarita López)

El día de la tragedia

Eva recuerda que estaba sentada en el porche de su casa, tomando un café como a las 11:30 de la mañana, cuando vio venir un pequeño avión soltando fuertes tronidos. Nunca creyó que se fuera a caer y estrellarse.

Pero cuando la aeronave se precipitó y estalló a unos pasos de donde estaba, pensó morir. Con las puntas del pelo y las suelas de sus zapatos achicharradas por el fuego que amenazaba su casa, se levantó a buscar a su nieto de 10 años.

“Sentía la lumbre en la cara. Di unos pasos cuando me caí, y fue mi nieto quién me levantó y nos abrazamos. Dios permitió que no nos pasara nada. Los vecinos levantaron la cerca de un lado y nos sacaron. Gracias a Dios que a mis tres perritos no les ocurrió nada tampoco. Pensé que morirían quemados y que iba a perder la casa”, recuerda.

En los 19 años que Eva lleva viviendo a unos pasos del Aeropuerto Whiteman, platica que ya en una ocasión cayó una avioneta en una fábrica cercana.

Si bien, comenta que les están reparando todos los daños físicos causados a la propiedad que renta, el trauma que les dejó el ‘avionazo’ no hay quien se lo quite.

Margarita López, su hija, acepta que viven con terror. “Yo había ido a la tienda cuando pasó todo. Mi hijo también ha sufrido mucho. Ahora no puede dormir solo. Mi mamá llora por todo. Al niño le están dando terapia en la escuela; y a a mi madre comenzarán a dársela hasta finales de diciembre. A mi me sudan las manos del miedo”.

Los vecinos no quieren otro accidente de aviación en sus barrios. (Cortesía Margarita López)

Cierre del Aeropuerto

La concejal de la ciudad de Los Ángeles, Mónica Rodríguez hizo suyas las inquietudes de los vecinos que residen en los alrededores del Aeropuerto Whiteman, y presentó una resolución para apoyar cualquier legislación estatal y federal que lleven al cierre del aeropuerto y mitigue los riesgos a la seguridad pública y a la salud.

Hago un llamado al condado, mientras evalúan los esfuerzos para invertir recursos con mayor equidad, y para cerrar y reconstruir el Aeropuerto Whiteman, proporcionando oportunidades económicas, vivienda y espacios abiertos para la comunidad. Hace mucho que se debieron llevar inversiones y justicia ambiental al Noreste del Valle de San Fernando”.

La concejal presentó además un proyecto de ley para pedir por un reporte del accidente, un análisis ambientalista que establezca la naturaleza tóxica del impacto en la comunidad alrededor, y una revisión legal por parte de la Administración Federal de Aviación así como un análisis económico sobre los usos potenciales del lugar.

La semana pasada visitó a familias afectadas por el accidente del avión y facilitó que el Equipo de Respuesta a la Crisis de Trauma los atienda.

El accidente, dice, es un recordatorio trágico del traumatismo impuesto por el Aeropuerto Whiteman en Pacoima; una comunidad que no recibe nada de sus operaciones, pero es sujeta a toda clase de impactos negativos.

Vecinos exigen a las autoridades el cierre del Aeropuerto Whiteman. (Cortesía Margarita López)

Margarita confía que desde el accidente, su casa no se siente como un hogar. “Ahora es un espacio de miedo. Cualquier avión puede caer en cualquier momento. Merecemos que nuestras voces se escuchen”.

El Aeropuerto Whiteman es propiedad y es operado por el Departamento de Obras Públicas del condado de Los Ángeles. Fue fundado en 1946; y en 1970, lo compró el condado de Los Ángeles.

Su ubicación en el barrio de Pacoima, cerca de los aeropuertos de Burbank y Van Nuys, hacen difícil y complicado navegar el ocupado tráfico aéreo.

La Base de Datos de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte muestra 15 accidentes de aviación relacionados con el Aeropuerto Whiteman desde 2009.

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