Acura RDX 2021: ¿Quién dijo que una SUV no podía ser sexy?

Es atrevida y compite con cualquiera en el segmento de lujo

Acura RDX

La RDX ASpec trae un exterior agresivo y un diseño interior que deslumbra.  Crédito: Armando Varela | Cortesía

La RDX Aspec que manejamos trae fuertes argumentos para competir hombro a hombro con modelos como la X3 de BMW, la Q5 de Infinity, la 300 GLC de Mercedes o la XC60 Momentum de Volvo.

El modelo de nuestra prueba venía con un motor de 2 Litros con turbo para 272 caballos de fuerza y 280 libras por pie de torque y una suspensión apretada estilo deportivo. Su plataforma exclusiva AWD de cuarta generación le brinda una mayor capacidad de torque y una tranferencia del mismo más rápida, según datos de la marca.

La RDX es rápida y constante al acelerar y tiene la potencia suficiente para arrastrar con su firme chasis. Eso sí, no es la más ahorradora de combustible.

Su exterior es quizas lo más deportivo que puede llegar a ser una SUV, con luces frontales en forma de V horizontal que acentúan un corte agresivo pero sofisticado y una línea negra que la corta en sus latareles para romper la uniformidad de su cuerpo, atravesándolo de frente a cola: con esto balancea su volumen y se ve menos pesada, más ágil. Quizás es solo su parte trasera menos angulosa que nos recuerda que se trata de una SUV después de todo, con capacidad de carga estándar para un vehículo de tamaño.

Los asientos deportivos ventilados en cuero en rojo y negro con gamuza son  ‘decadentes’ y le ofrecen al conductor y a sus pasajeros la sensación de haberse metido en auto de carreras de camino al trabajo o a la escuela de los chicos. Y para completar el espectáculo, trae una consola estilo clásico, iluminada en rojo, un volante en cuero perforado y ‘paddle shifters’ cromados, además de pedales deportivos.

Su interfase True Touchpad permite manejar sus comandos para determinar, por ejemplo, el tipo y la profundidad del sonido de su equipo (ELS Studio 3D de 16 parlantes) desde una posicion cómoda para la muñeca, que descansa en su propio soporte. Lo mejor es que viene con posiciones prestablecidas para no estar buscando elementos en la pantalla a lo largo y ancho del ‘pad’, por lo que toma solamente algún tiempo acostumbrarse a su uso.

La Aspec en blanco perla platino con el paquete de apariencia deportiva que manejamos y que viene con sistema de frenado automático de emergencia, control de crucero adaptable, asistente de carril y mitigación de desviación de la ruta (que te alerta si te estas saliendo) cuesta $46,100, aunque su precio básico inicia en $38,200,  lo que lo deja bien parado frente a los $49,695-$55,120 del BMW, el Infinity y el Volvo en este segmento.

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