Celebran posadas de manera virtual para no exponerse a COVID-19

La tecnología hace posible que la tradición continúe y que tenga una participación internacional

María Elena y René Burgos celebraron las posadas de manera virtual. (Familia Burgos)

María Elena y René Burgos celebraron las posadas de manera virtual. (Familia Burgos) Crédito: Cortesía

Durante 30 años, María Elena y René Burgos han celebrado en su casa de Los Ángeles, las tradicionales posadas navideñas, rodeados de sus hijos y un numeroso grupo de amigos y familiares. 

Este año, aún en medio del más grande repunte de casos de COVID-19, la pareja disfrutó de los tradicionales festejos, solo que esta vez las posadas fueran virtuales y con invitados de México, El Salvador y la costa este del país..

“Decidimos hacerlas virtuales porque no puede haber Navidad sin posadas, pensé. Aunque luego el padre me corrigió al decir que la Navidad viene con y sin pandemia; y que el Nacimiento del Niño Jesús no lo detiene nada”.

María Elena y Raúl Burgos cantan villancicos durante la posada navideña virtual. (Cortesía Familia Burgos)

Las posadas se celebran del 16 al 24 de diciembre, 9 días antes de Navidad. Nos recuerdan el peregrinaje a Belén de 9 días que María y José hicieron antes del nacimiento de Jesús. Durante su travesía buscaron un lugar que les diera posada para pasar la noche.

Las posadas comenzaron haciéndose en las iglesias, pero con el tiempo se volvieron populares y salieron a las calles y casas. 

Con el número de hospitalizaciones desbordadas por COVID-19, María Elena no se desanimó, y se dijo a sí misma que si hay clases virtuales, por qué no hacer unas posadas por Zoom. Puso manos a la obras e hizo acopio de toda su creatividad para crear sus posadas online. “Dibujé una piñata en un Power Point animado. Les dije a los participantes que quien respondiera acertadamente a mis preguntas, le arrancaría un pedazo a la piñata, y así nos iríamos hasta romperla toda”.

“Hicimos preguntas sencillas. Por ejemplo, qué regalos le llevaron los Reyes Magos al Niño Dios; qué significado tienen el oro, el incienso y la mirra; cuándo termina el tiempo de la Navidad. Muchos no saben que termina con el bautizo del niño Dios, el 10 de enero. El tiempo de Navidad es del 25 de diciembre al 10 de enero”.

René platica que fue muy divertido ver que aún por Zoom, la gente participó en las tres posadas virtuales que organizaron desde su casa en el barrio de Koreatown de Los Ángeles.

Comenzamos rezando tres misterios de El Rosario, seguimos con una lectura de la Biblia y luego pasamos a la convivencia y a la piñata”.

Para el festejo virtual, le pidieron a sus invitados que prepararan su propia comida y ponche para tenerlos listos durante el convivio.

“Estamos contentos porque hemos alcanzado a personas que de no ser por el Internet hubiera sido imposible”.

María Elena y René Burgos no dejaron que la pandemia les impidiera celebrar las posadas virtuales. (Cortesía Familia Burgos)

Antes de la pandemia

Cuando hacían las posadas en su casa, llegaron a tener hasta 100 invitados sobre todo cuando sus niños eran pequeños.

María Elena y René son padres de 5 hijos, el más grande de 29 años y el menor de 17 años.

Son miembros activos de la parroquia Christ the King de Hollywood. Ambos se preparan para ser diáconos.

Recuerda que durante las posadas presenciales, primero explicaban el proceso a sus invitados.

Comenzábamos con el rosario, seguíamos con lecturas bíblicas; y al terminar repartíamos a los niños, velas y luces de bengala para pedir posada por fuera de la casa, a través de las puertas y ventanas”.

Dentro de la casa, su esposo y el resto del grupo, contestaban con los tradicionales cantos, y luego entre todos juntos entonaban: “Entren santos peregrinos, peregrinos, reciban este rincón, que aunque es pobre la morada, la morada, os la doy de corazón”.

Cuando eran aceptados para recibir posada, entraban a la casa y les entregaban una bolsita con frutas y dulces.

Antes de la pandemia, la familia se juntaba para hacer los tamales de las posadas navideñas. (Cortesía Familia Burgos)

Rene, originario de El Salvador, dice que él ignoraba la tradición de las posadas. “Cuando las conocí me gustaron tanto que le pregunté a mi esposa que es de México, por qué no me habías dicho nada antes. Tenemos que hacerlas cada año”, recuerda que le dijo a María Elena.

Así fue como comenzó la tradición de las posadas para la familia Burgos.

“Comenzamos a hacerlos con nuestros hijos y los ahijados”, rememora.

Algo que no puede faltar en la posada son los tamales y el ponche. “Pero también quebramos una piñata”, precisa María Elena..

Lo que muchos no saben, explica, es que la piñata tiene que ser una estrella de siete picos que representan los 7 pecados capitales. 

“Quebrarla tiene un significado religioso y evangelizador. Al romperla destruimos los 7 pecados capitales. El palo para pegarle, representa el poder de Dios; y quien le pega debe tener los ojos vendados. Eso significa que la fe es ciega; el lazo que la sostiene y baja y sube la piñata, pretendiendo engañarte para que no le des, muestra que destruir el pecado no es fácil”.

Y cuando por fin se logra romper la piñata, los dulces y frutas que caen representan la gracia de Dios y una derrama de bendiciones, explica María Elena.

María Elena recuerda con nostalgia las posadas antes de la pandemia. “Eran un momento para reunirnos en familia, con los amigos, los compadres  y conocidos. Siempre teníamos gente nueva”.

El padre Juan Ochoa de la parroquia Christ the King de Hollywood habla del significado de las posadas navideñas. (Cortesía padre Juan Ochoa)

Lo importante

Sin embargo, dice que lo importante durante la celebración de las posadas navideñas a través de Zoom es que han podido tocar los corazones de las personas que participaron, y no abandonaron sus tradiciones.

René comenta que concluyeron la posada virtual cantando todos juntos la canción “Feliz Navidad” de José Feliciano. “En medio de la pandemia, todos estábamos alegres celebrando”.

El padre Juan Ochoa de la parroquia “Christ the King”, dijo que la posada navideña recuerda lo que ocurrió hace 2000 años, cuando María llevaba a Jesús en su vientre y junto a José buscaban un techo.

“Hoy en día vemos familias que se identifican con esa búsqueda de María y José y son rechazados. Los inmigrantes lo viven en carne propia cuando buscan un lugar mejor y reciben rechazo”.

En la actualidad, vemos que hasta las personas que se han enfermado de COVID son rechazadas aún cuando hace meses se recuperaron. ‘Viven con el estigma de haber tenido el coronavirus, y sufren porque la gente no quiere estar cerca de ellos. Me han compartido la tristeza que sufren por el rechazo”.

El sacerdote celebró la manera creativa como María Elena y René organizaron las posadas, una pareja a la que definió no solo como religiosa sino espiritual.

“Su propósito al hacer la posada fue conectarse con otras personas y con Dios. Esto es muy importante en momentos en que la gente se siente desconectada y abandonada”.

Aplaudió que gracias a la tecnología, la pareja celebró las posadas que tienen un doble significado: son una tradición cultural y mexicana.

El religioso dice que una persona le comentó hace unos días que debido a la pandemia no se sentía cerca de la Navidad. “Pero no depende de nuestras circunstancias y sentimientos. Dios no nos abandona a pesar de estar aislados, enfermos o desempleados”.

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