El FBI halla evidencias de que el asalto al Capitolio fue preparado de antemano

Grupos de extrema derecha se organizaron para el ataque tras un acto político de Trump que fue sufragado con dinero de Jenkins Fancelli, heredera de la cadena de supermercados Publix

Asalto al Capitolio en Washington, el 6 de enero de 2021.

Asalto al Capitolio en Washington, el 6 de enero de 2021. Crédito: EFE | EFE

El FBI ha descubierto evidencias que detallan la coordinación entre grupos de extrema derecha, como Proud Boys y Oath Keepers, de cara al asalto al Capitolio que resultó en cinco personas muertas y una crisis política sin precedentes recientes en Estados Unidos.

Los investigadores federales han podido identificar a los participantes en el ataque gracias a fotografías, transmisiones en directo y videos en redes sociales. Sin embargo, el reto ahora es distinguir entre quiénes participaron en una protesta que terminó por tornarse violenta y quienes organizaron el asalto armado contra la sede del Congreso.

De acuerdo con videos y documentos presentados ante la corte, un grupo de personas, incluyendo miembros del grupo de extrema derecha Proud Boys, se reunieron en el lado oriental del Capitolio alrededor de la una de la tarde, antes de arremeter contra policías que resguardaban una entrada para peatones en esa zona.

Dominic Pezola, de 43 años, y William Pepe, de 31 años, supuestos integrantes de Proud Boys, han sido acusados de conspiración dado que sus acciones muestran “planeación, determinación y coordinación”.

En el sitio TheDonald.win, partidarios de expresidente Donald Trump, quien jaleó e incitó al asalto en un acto político previo, discutieron en términos gráficos la potencial violencia, dijeron fuentes anónimas al citado diario. Un comentario en el sitio llamaba a los partidarios del expresidente a ponerse “violentos”.

“Dejen de llamar esto una marcha, o una manifestación, o una protesta. Vayan listos para la guerra. Obtendremos a nuestro presidente o moriremos”, dijeron.

Las autoridades han presentado cargos contra más de 170 personas por los hechos ocurridos el 6 de enero. Sin embargo, la mayoría han sido por delitos menores, como conducta desordenada y entrada ilegal, según el diario The New York Times.

“Pelear, matar y morir”

Jessica Marie Watkins, veterana del Ejército y dueña de un bar en Ohio, había formado su propio grupo miliciano en 2019. Estaba afiliado al grupo extremista Oath Keepers, que desde noviembre se estaban organizando para una “operación”.

Documentos de la corte muestran que Watkins ordenó a uno de sus reclutas “estar listo para pelear en la inauguración”, mientras que a otro le pidió descargar en su teléfono celular la aplicación Zello, que permite a los dispositivos actuar como walkie-talkies.

Conversaciones obtenidas por el FBI muestran a Watkins diciendo: “Tenemos un buen grupo. Somos entre 30 y 40. Nos mantendremos juntos y nos apegaremos al plan”.

En otra conversación, Watkins advirtió en caso de que Joe Biden se conviertiera en presidente, como sucedió porque así fue elegido democráticamente: “Nuestra forma de vida, como la conocemos, se terminará. Nuestra república se acabará. Entonces es nuestro deber como estadounidenses pelear, matar y morir por nuestros derechos”.

Evidenemente, eso no ha ocurrido al llegar Biden a la Casa Blanca. Sin embargo, ese asalto a la democracia es cuando menos un intento de sedición con aires de golpe de estado.

Watkins, junto con Donovan Ray Crowl, un miembro de su milicia, y Thomas Caldwell, veterano de la Marina, han sido acusados de planear y coordinar el ataque al Capitolio.

El Departamento de Justicia informó que los tres estuvieron en comunicación previo al asalto y coordinaron el ataque junto con otras fracciones de Oath Keepers. Los acusados también documentaron en redes sociales su participación en el asalto.

Una manifestación financiada por donantes de Trump

Previo al asalto al Capitolio se organizó una manifestación pacífica en el parque The Ellipse, en Washington DC. Fue allí donde Trump dio un discurso en el que alentó a sus simpatizantes: “Tienen que mostrar fuerza y tienen que ser fuertes”. Luego les incitó a marchar al Capitolio, donde el Congreso certificaba formalmente la victoria en las urnas de Biden.

Por “incitar a una insurrección”, la Cámara de Representantes aprobó someter a Trump a un segundo juicio político, que se celebrará en febrero en el Senado.

Alex Jones, locutor de un programa de radio de extrema derecha, prometió donar más de $50,000 dólares para el evento a cambio de tener el mejor espacio durante la manifestación para dar un discurso, de acuerdo con un documento de financiación que describe un acuerdo entre su empresa y uno de los primeros organizadores del evento, obtenido por diario The Wall Street Journal.

Julie Jenkins Fancelli, heredera de la familia que controla la cadena de supermercados Publix, donó alrededor de $300,000 dólares a través de un alto funcionario de recaudación de fondos para la campaña 2020 de Trump, según el diario. Su donación fue utilizada para pagar mayor parte del mitin, que tuvo un costo de $500,000 dólares.

Jones también creo una página web llamada WildProtest.com, en la cual llamaba a los simpatizantes pro Trump a tomar los jardines del Capitolio para evitar la certificación como presidente de Joe Biden. El sitio fue retirado después del ataque.

Un vocero de la campaña de Trump dijo al diario que no tuvieron ningún rol en la financiación del mitin en el que participó el presidente y que encendió la mecha de la violencia.

Con información de The Washington PostThe Wall Street Journal, The New York Times.

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