Mural ‘Leave No One Behind’ aboga por los veteranos deportados

La concejal Mónica Rodríguez espera que la administración Biden tome cartas en el asunto

Mural “Leave No One Behind” en Sylmar. (Suministrada)

Mural “Leave No One Behind” en Sylmar. (Suministrada) Crédito: Oficina de concejal Rodríguez | Cortesía

Para conmemorar el Día de los Caídos, en la ciudad de Sylmar se develó un mural llamado “Leave No One Behind” (No dejen a nadie atrás) para honrar y abogar por los veteranos que han sido deportados o están en proceso de deportación.

El mural fue instalado en el distrito 7, en el valle de San Fernando, el cual es representado por la concejal Mónica Rodríguez. Mediante este proyecto de arte público, la concejal y aliados instan a la administración Biden-Harris y al Congreso a promulgar una política de inmigración para repatriar a los veteranos deportados, proteger los recién llegados, poner fin a la separación familiar y reunir a las familias.

La funcionaria Rodríguez dijo el lunes en la mañana en conferencia de prensa que para ella esta situación es personal ya que ella es hija de un veterano de guerra de Vietnam, que llegó a Estados Unidos de pequeño como residente legal.

La concejal Rodríguez habla con excombatientes. (Suministrada)

“Un hombre que sirvió a este país y llegó sin ciudadanía”, dijo Rodríguez. “Yo estoy aquí por ese servicio honorable”.

Sin embargo, indicó que es triste y vergonzoso saber que en el año 2021 todavía se esté hablando de no deportar a los veteranos.

“Lamentablemente, muchos de nuestros veteranos que continúan sirviendo a nuestro país desinteresadamente están bajo presión de deportación”, dijo Rodríguez. “Muchos de ellos, habiendo servido a nuestro país con honor, se han encontrado en presencia de un país que ya no conocen”.

Luchando por no ser deportado

Uno de ellos es Mario Martínez, quien estuvo presente durante la develación del mural. Cuando era adolescente se enlistó en la militar como residente legal y sirvió en el ejército de 1980 a 1986 durante la Guerra Fría en Alemania Occidental. Ya con el rango de sargento fue dado de baja honorablemente.

Sin embargo, años después fue encontrado culpable de violencia doméstica lo cual lo llevó a servir casi cuatro años en una prisión estatal.  Posteriormente Martínez fue entregado a los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), la agencia que maneja la deportación para el Departamento de Seguridad Nacional.

“ICE me detuvo y me encadenaron como a un animal. Me encadenaron con los pies atados a la cintura. Mis manos estaban esposadas y fue mucho peor que estar en prisión”, dijo Martínez, quien estuvo casi un año encarcelado en Adelanto, California, antes de dejarlo salir bajo fianza en el 2014.

“La actitud de los oficiales es muy cruel. Tengo experiencia de primera mano”.

Desde el 2017 Martínez ha estado peleando su caso de inmigración para evitar ser deportado. Dijo que solicitó el perdón del gobernador de California, Gavin Newsom, dos veces. Hasta el momento no ha obtenido una respuesta pero aseguró que él se mantiene en comunicación constante con su oficina.

“Quiero seguir haciendo todo lo posible para quedarme en este país y lucharé con uñas y dientes para quedarme aquí y estar al servicio de mi país”, indicó el veterano quien emigró a Estados Unidos a la edad de 5 años.

Martínez espera que con la abogacía de partidarios y activistas su pesadilla pronto termine.

“Mi madre falleció recientemente de Covid, mi hermana tiene cáncer y mi padre también está enfermo”, dijo Martínez. “Tengo hijos y nietos aquí, he vivido mucho tiempo en este país”.

Apelación a la administración Biden

En el 2016 la ACLU de California presentó el reporte “Discharged, Then Discarded” (Descargado, luego descartado) el cual siguió 80 casos de veteranos deportados. En muchos de estos casos los veteranos creyeron que automáticamente se convertirían en ciudadanos mediante su servicio en las fuerzas armadas. Otros solicitaron la naturalización pero su documentación fue extraviada.

Rodríguez dijo que muchas veces los veteranos deportados no solamente se encuentran lejos de sus familias, sino también ante la falta de servicios de apoyo que necesitan, como ayuda de salud mental, tras haber servido al país.

“Muy a menudo lo merecen y lo necesitan”, dijo Rodríguez. “Después de ver la batalla que enfrentan [de deportación] tras haber completado su servicio queremos asegurarnos de que nadie se quede atrás”.

Kathleen Hernández, miembro de Veterans for Peace (VFP) Los Ángeles, dijo que ella ha visitado a los veteranos en Tijuana, Baja California varias veces y los ha visto cómo están trabajando incansablemente todos los días para llevar comida a los solicitantes de asilo en los albergues, arreglando baños y ayudando en todo lo que pueden, tal y como lo aprendieron durante sus años de servicio.

“Van a donde los necesitan, entregan ropa y educan a otros sobre lo que sucede en su hogar. He estado ahí muchas veces y he visto sus lágrimas de querer volver a casa porque sus familias están aquí”, indicó Hernández.

El mural se encuentra en el 12431 San Fernando Rd. en Sylmar.

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