Covid-19 trae repunte de carreras clandestinas de autos en las calles

A finales de junio, un carro que jugaba una carrera clandestina, se estrelló contra un restaurante en Sylmar, un barrio en el Valle de San Fernando del condado de Los Ángeles, y por poco casi arrolla a un grupo de gente. Por fortuna solo hubo daños materiales, pero esta semana, tres jóvenes perdieron la vida al ser embestidos por un auto que participaba en una competencia ilegal en la ciudad de Burbank.

Durante la pandemia de covid-19, las carreras clandestinas y los bloqueos de calles para practicar peligrosas hazañas con los carros, se han disparado en el Valle de San Fernando y en las áreas circundantes a Los Ángeles.

Un caso muy aparatoso se registró en Sylmar cuando un BMW Sedan se impactó contra el restaurante de comida mexicana El Tarasco, localizado en la cuadra 13000 del bulevar Glenoaks.

Dicho cruce se ha convertido en una zona favorita para las carreras ilegales conocidas popularmente como ‘arrancones de autos’, las cuales atraen a muchos espectadores, amantes del peligro que también ponen su vida en vilo al asistir.

Los videos del evento que terminó en un choque contra el restaurante Tarasco, muestran como una persona que estaba grabando, salió en desbandada para evitar que el BMW se lo llevara de largo.

Hoy se dio a conocer la identidad de tres jóvenes Cerain Baker de 21 años, Jaiden Johnson de 20 años y Natalee Moghadamm de 19 años, quienes el 4 de agosto, poco antes de las 12 de la noche, murieron al ser embestidos por un vehículo Mercedes Benz que jugaba carreras con un gray Kia en el bulevar Glenoaks y Andover Drive  en Burbank.

Viajaban en un Volkswagen que al recibir el impacto, lanzó fuera a los jóvenes como proyectiles y murieron al instante. El conductor del vehículo que golpeó a las víctimas fue hospitalizado con heridas serias.

Los vecinos reportaron que el tramo del bulevar Glenoaks donde ocurrió el terrible encontronazo es conocido por los arrancones.

El sargento del equipo de carreras clandestinas (speed racing) del buró central del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD), Jesse García, quien por 7 años ha trabajado en el tema de las carreras clandestinas de autos y ‘takeovers’ como se les llama en inglés a los  cierres de calles para exhibir hazañas riesgosas como donas y quema de llantas, explica que el problema no es exclusivo de Los Ángeles ni de California sino se extiende a varios estados del país como Nueva York, Florida y Texas. 

El sargento García atribuye el incremento a tres factores: “Primero a las redes sociales. Los participantes quieren exhibirse y llamar la atención. Graban sus videos y los ponen en sus canales de YouTube”. 

La segunda razón, dice, tiene que ver con hacer competencias a las que viene gente de otras regiones a participar.

Y la tercera causa es la pandemia, que ha sido vista como una oportunidad para hacer estos eventos con más frecuencia. “Ya llevamos 18 meses de covid y la actividad continúa”.

Explica que quienes participan son grupos a quienes no les importan las reglas de la sociedad ni las leyes. “La mayoría son jóvenes, pero también los hay de 40 y 50 años. Y hay de todas las razas, latinos, afroamericanos y blancos. Las carreras son un retrato demográfico de la sociedad”.

Cuando son detenidos, la excusa que siempre dan, es que no eran ellos y solo iban por unos tacos. “El problema es que cuando los vecinos nos llaman para reportar, cuando llegamos al lugar, muchos ya se fueron”.

Para atender el problema, el LAPD ha creado cuatro equipos enfocados en las carreras clandestinas y bloqueos de calles (takeovers) distribuidos por toda la ciudad de Los Ángeles.

“Pero es muy importante que la gente denuncie. Lo pueden hacer de manera anónima. Al reportar, podemos saber dónde está el problema, destinar más recursos y cuidar esas áreas”.

El 25% de los muchachos que participan en este programa no tenía ningún antecedente delictivo y son a quienes se manda al programa StreetRacingKills.org para que tomen un curso que los ayuda a reformarse.

A la gente que le toca quedar atrapada en un takeover, el sargento García les pide que no se bajen de su auto y reporten al 911 para que vayan las patrullas. “Deben tener cuidado de no enfrentar a estas personas porque pueden ser violentos y vandalizar sus autos”.

Muchos de los participantes en las carreras clandestinas y takeovers, consumen óxido nitroso conocido como el gas de la risa, que es inhalado directamente de los globos. Esta droga se utiliza para inflar los globos y es también empleada en las oficinas de dentistas y hospitales. “El efecto que produce es parecido al de la marihuana”, explica.

El sargento García dice que las carreras ilegales de autos pueden ocurrir en cualquier momento, pero se presentan más los fines de semana por la tarde-noche.

En la actualidad, participar en carreras clandestinas callejeras es un delito menor que se castiga con el decomiso del carro por 30 días, la posible suspensión de la licencia de manejo, multas, fianzas, puntos menos sobre el privilegio de manejar. Sin embargo, el sargento dice que se requieren leyes más fuertes. 

La concejal Mónica Rodríguez presentó una legislación en el Concejo de la ciudad de Los Ángeles para iniciar una campaña contra los arrancones, por los problemas de seguridad que representan.

Concretamente introdujo una resolución en apoyo al proyecto de ley AB 3 del asambleísta Vince Fong para aumentar los castigos a las personas que participen en las carreras clandestinas de autos.

“Las carreras ilegales y el cierre de intersecciones en las calles se han incrementado en el Valle de San Fernando, lo que impacta a las comunidades y a los negocios”, afirma la concejal Rodríguez.

Si bien las acciones policiacas han sido el método principal de detener esta peligrosa actividad, la Ciudad tiene una autoridad limitada para aumentar multas y sanciones, aunado a que hay demasiadas locaciones, lo que hace el problema más desafiante.

“Las acciones policiacas no pueden ser la única solución. Necesitamos también incluir un acercamiento proactivo usando elementos de diseño de calle que hagan difícil para los conductores efectuar eventos de máxima velocidad que ponen en riesgo a nuestras comunidades”, afirma la concejal.

Añade que se necesita un esfuerzo coordinado de estrategias policiacas y viales. “Las carreras clandestinas ocurren generalmente en un tramo corto de una calle larga y ancha con pocos niveles de tráfico y de fácil acceso a las autopistas y a las grandes avenidas que permitan a los participantes dispersarse fácilmente”.

Por ello, propone emplear medidas para controlar el tráfico como la colocación de topes que obligan a reducir velocidad, camellones centrales, franjas preventivas, ensanchamientos de aceras y glorietas. 

El asambleísta de Bakersfield, Vice Fong, autor de la medida para implementar sanciones como la suspensión de la licencia de manejo por exhibirse en una carrera clandestina, acelerar el motor y quemar llanta de un vehículo frente a una audiencia con la intención de presumir.

Bajo las leyes actuales, las carreras callejeras de autos son ilegales y hay varias sanciones. La  propuesta aplicaría las mismas penas a  la gente que participe en los arrancones y actividades relacionadas.

“Propuse esta medida en respuesta a lo que nuestros oficiales han descrito como una tendencia preocupante y problemática en nuestros vecindarios”, dijo el asambleísta Fong. “Necesitamos aumentar las sanciones para las carreras callejeras ilegales y enviar un mensaje de que esta actividad no será tolerada”.