Sospechoso de matar a sus hijos dice que lo hizo por el QAnon

Hombre de California confiesa que teorías conspirativas lo orillaron a acabar con la vida de sus hijos

Matthew Coleman junto a sus hijos, que tenían 2 años  y 10 meses de edad. / fotos: cortesía.

Matthew Coleman junto a sus hijos, que tenían 2 años y 10 meses de edad. / fotos: cortesía. Crédito: Cortesía

Las muertes de dos hermanitos, uno de 2 años y otro de 10 meses, se descubrieron durante la mañana del último 9 de agosto cuando don Ezequiel -un empleado que regresaba a trabajar a un rancho en Baja California, México- encontró restos de sangre en el lugar.

“Me quedé bien espantado y sorprendido. Llamé al 911 y estuve esperando a que llegara la policía para decirle dónde estaban los cuerpecitos”, contó el hombre, quien todavía temeroso prefirió usar un pseudónimo y cubrirse el rostro.

“Eran dos niños, muy pequeñitos, me parece que una niña y un niño; se notaba que les habían hecho muchas heridas en sus cuerpecitos”, dijo con notable nerviosismo.

Eran las 7:00 a.m. de aquel lunes cuando don Ezequiel halló a las víctimas en el rancho El Descanso. Él mismo dijo que eran “niños güeritos”, al describirlos como anglosajones.

Dos horas después, dicha noticia ya se había dispersado sin que la policía revelara muchos detalles. Luego de supo que los menores viviían en Santa Bárbara, California.

Las autoridades acordonaron la zona mientras los peritos de homicidios de Rosarito, en México, buscaban pistas y reunían evidencias.

Los detectives lograron dar con el encargado de un hotel en Rosarito, quien dijo sospechar de un señor anglosajón, quien llegó a registrarse durante el fin de semana.

Agregó que presumía que era él porque lo vio llegar con sus hijos pero sin la madre de los menores, luego vio salir al hombre con los niños en la madrugada del lunes y ya regresó antes del amanecer solo. Después, le entregó las llaves de la habitación y se marchó.

El hombre se había registrado en el hotel con su licencia de conducir de California, a nombre de Matthew Taylor Coleman, de 40 años de edad, con domicilio en Santa Bárbara, California.

En California

Mientras, el sargento E. Ragsdale, de la policía en Santa Bárbara, dijo a La Opinión que el domingo la madre de los niños se presentó a la oficina de personas desparecidas para informar que desconocía el paradero de su esposo, Coleman, y de sus hijos, Kaloe, de 2 años, y Roxy, de 10 meses de edad.

Los tres habían desaparecido el sábado junto al auto de Coleman, un Splinter Mercedes Benz.

De acuerdo con declaraciones de la policía, la mujer descartó que Coleman fuera a hacerle daño a sus hijos y confiaba en que regresarían con bien a casa. Mientras, Coleman no respondía ni a sus llamadas ni a las de la policía.

Fue entonces que el sargento echó mano a una aplicación celular y encontró que el teléfono del sospechoso se ubicaba del lado mexicano de la frontera.

El agente Ragsdale temió que Coleman fuera víctima de un secuestro y decidió entonces pasar el caso a la Oficina de Investigaciones Federales (FBI) y avisó a la patrulla fronteriza en San Diego.

El FBI encargó el asunto de Coleman y sus niños a la agente Jennifer Bannon, una experta en tráfico de drogas y en averiguar secuestros de ciudadanos estadunidenses a manos de narcotraficantes mexicanos.

Así, rastreó el celular de Coleman hasta ubicarlo cerca de la garita de San Ysidro, al lado mexicano de la frontera.

Ahí Bannon le pidió al empresario de Santa Bárbara que, por favor cruzara la frontera para reportarse con su esposa, quien estaba preocupada por él y por sus hijos.

Después de una prolongada espera en fila para cruzar la frontera, cuanod Coleman llegó a una de las puertas de inspección de la garita, el agente de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) que lo recibió, notó que ingresaba a California pero solo.

Confesión escalofriante

Como el hombre había sido reportado como desaparecido, fue enviado a la zona de inspección en la garita, donde ya lo esperaba la oficial Bannon.

La agente del FBI le pidió a Coleman que hablara con ella bajo juramento de dar declaraciones a una oficial federal y el sujeto accedió, pero lo que dijo, causó un revuelo que todavía continúa.

El sujeto, de 40 años de edad, dijo en su declaración que “creía que sus hijos iban a convertirse en monstruos, y que por eso tuvo que
matarlos”.

Declaró que “fue iluminado por las teorías de conspiración de QAnon e Illuminati y que estaba recibiendo visiones y señales” de que su esposa había pasado “ADN de serpiente” a sus hijos.

Cuando se le preguntó si sabía que lo que había hecho estaba mal, Coleman reconoció que sí, pero que “tenía que salvar al mundo”.

QAnon, de acuerdo al medio BBC, proviene de ‘Q’, una letra con la que un individuo se identificó en un foro en 2017 y dijo que ser parte del gobierno con gran acceso a temas de seguridad. ‘Anon’ viene del término ‘anónimo.

QAnon es una teoría de conspiración ahora usual entre la extrema derecha que alcanzó su mayor popularidad bajo la presidencia de Donald Trump.

Esa teoría básicamente asegura que una organización obscura de pedófilos se ha adueñado de los gobiernos en el mundo; algunos seguidores creen que Donald Trump es una especie de enviado divino que salvará a la humanidad.

Las declaraciones de Coleman fueron entregadas ante la corte superior en Los Ángeles, donde continúa ahora su caso. El sospechoso enfrenta cargos por homicidio con agravantes de dos ciudadanos estadounidenses en suelo extranjero, lo que conlleva en California la cadena perpetua.

Mientras tanto los familiares de los pequeños asesinados identificaron y recogieron los cuerpos en la morgue de Rosarito, México, para trasladarlos a Santa Bárbara con ayuda del consulado de Estados Unidos en Tijuana.

El fiscal central en Baja California, Hiram Sánchez, dijo que su oficina colabora con la investigación de autoridades federales estadounidenses.

Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain