Clínica de vacunación llega a la CSU Dominguez Hills

Estudiantes y familias latinas narran la pérdida de seres queridos y sugieren a todos que vayan a inmunizarse

Lanchi Vu, de la farmacia Rite Aid, vacuna el estudiante de CSUDH Carlos Escobar. / foto: Jorge Luis Macías.

Lanchi Vu, de la farmacia Rite Aid, vacuna el estudiante de CSUDH Carlos Escobar. / foto: Jorge Luis Macías.  Crédito: Impremedia

A pesar de que Naydelin Félix Escamilla, sus hermanos y sus padres se contagiaron de covid-19 a inicios de año, se esperó hasta este jueves para superar el miedo a
vacunarse.

Ya decidida, la joven de 20 años, se animó este jueves a acudir a Cal State University Dominguez Hills (CSUDH), lugar que en asociación con la farmacia Rite Aid instaló una clínica para inmunizar a estudiantes, maestros y personal del centro educativo; así como a otros miembros de la comunidad.

“Todos nos contagiamos”, recordó la alumna de CSUDH que estudia desarrollo infantil. “A mi papá le pegó más fuerte”. Su padre, quien era jardinero, no logró superar la enfermedad y falleció el 9 de enero.

La joven Naydelin Félix Escamilla tardó unos meses en decidirse pero ayer fue a recibir su vacuna a CSUDH..

El objetivo es proteger a los estudiantes

“A lo largo de toda esta crisis y pandemia, siempre nos hemos involucrado en lo que llamamos una doble misión. Una de ellas ha sido la salud y la seguridad de la comunidad del campus y la otra ha sido el éxito académico de nuestros estudiantes”, expresó a La Opinión, el doctor Thomas A. Parham, presidente de la Universidad Estatal de California, Dominguez Hills, quien considera existe una correlación entre ambas.

De hecho, la Oficina del Canciller del sistema de la Universidad Estatal de California (CSU) indicó que invitarán a todos a que se vacunen por completo en el campus para poder volver a un entorno cara a cara. En CSUDH hay casi 17,000 estudiantes.

“Simplemente estamos tratando de hacer nuestra parte para alentar y vacunar a la mayor cantidad posible de personas”, dijo el dirigente escolar.

“Entonces, el paso más proactivo que podemos tomar no es solo invitar a la gente a que lo haga, sino más bien hacerlo lo más fácil posible y eliminar cualquier excusa [para no vacunarse]”.

Las clínicas móviles de vacunación surgen cuando la universidad comienza a repoblarse, con estudiantes de primer año y aquellos que se han mudado, a un ritmo menor de lo esperado, a las residencias estudiantiles.

“Estamos bien”, añadió el doctor Parham. “Queríamos asegurarnos de que, si los alumnos están en el campus participando en el trabajo académico, que pudieran hacerlo y recibir la vacuna aquí mismo. Este un esfuerzo para respaldar a los estudiantes, a todo el personal y al cuerpo docente”.

Una doble tragedia

Carlos Escobar, estudiante de ciencias clínicas en CSUDH, su esposa Carmen y sus hijos de 17, 16 y 12 años recibieron ayer la segunda dosis de la vacuna Pfizer.
“Todo está bien”, dijo el pequeño Anthony, después de la espera de 15 minutos que se hace para ver si hay reacciones adversas a la inoculación. No obstante, su padre, parecía adolorido del brazo. “No le pasa nada; así son los hombres… Son chillones”, dijo Carmen.

Pero minutos después, no pudo contener las lágrimas al dar a conocer que, a causa de la pandemia, el último 7 de agosto falleció su madre adoptiva, Estela de Jesús Arana, con quien vivió hasta los 15 años, antes de retornar a EE.UU., con su madre biológica, Carmen Escobar, quien no ha sido informada de ese deceso porque está hospitalizada con coronavirus.

“Mi madre verdadera tiene 69 años; está en cuidados intensivos desde hace tres semanas”, dijo Carmen, quien nació en Los Ángeles, pero su madre la envió a los 8 meses a Guatemala porque debía trabajar y no podía cuidarla.

“Es una doble tragedia lo que está pasando, pero con la fe puesta en Dios sé que volveré a ver en el cielo a mi madre adoptiva y que mi mamá se va a recuperar”, declaró. “Ella ha sufrido de alta presión por 20 años; la tienen con oxígeno, pero no intubada”.

Bajan hospitalizaciones…aumentan las muertes

En el condado de Los Ángeles, la variante Delta del covid continúa causando estragos con cientos de infecciones diarias y muertes de personas -principalmente aquellas que no están vacunadas- a pesar de que la tasa de nuevos casos ha ido en declive, según nuevos informes del Departamento de Salud Pública.

“Estamos viendo una pequeña caída en el promedio de casos de siete días y en la última semana hemos visto que los casos disminuyeron en casi 15%”, expuso a los periodistas la directora de Salud Pública, Bárbara Ferrer, durante una conferencia de prensa en línea.

“Sin embargo, con el aumento de las pruebas de detección de rutina durante las semanas por venir, creo que nuestros números de casos seguirán siendo altos”.
Ferrer dijo que en el condado también se ha producido una desaceleración en el número de personas hospitalizadas, pero las muertes han aumentado en un 6% durante la última semana, alcanzando ahora un promedio de 18 fallecimientos diarios.

“Este es un recordatorio de que el virus continúa poniendo en peligro la vida de muchas personas infectadas”, dijo. “Y, francamente, son más trágicas por el hecho de que son prevenibles con las vacunas seguras y disponibles”.

El condado informó ayer de otras 31 muertes; además de 3,226 nuevos casos y 1,731 hospitalizaciones (451 en cuidados intensivos), de acuerdo a información del Departamento de Salud Pública del condado de Los Ángeles.

“Te vacunas…o te dejo”

Jasen Ortiz, un residente de Lynwood de 22 años y estudiante de biología en CSUDH, dijo a La Opinión que no quería vacunarse, pero lo hizo en el evento de ayer por amor a su novia Ariana.

“Ella me dijo: ‘Si no te vacunas, ya no seré tu novia’”, ese fue el ultimátum que recibió el joven latino.

Jasen comentó que dudaba de la inyección por lo que vio y escuchó en una entrevista en YouTube. “La persona que entrevistaron decía que, si uno se vacunaba, en seis meses moriría”.

Por su parte, Diego Murillo, de 18 años, residente de Bellflower y estudiante de negocios expresó que su trabajo de descarga de camiones en la ciudad de Commerce le impedía ir a una clínica a vacunarse “y no había tiempo” pero que por fin pudo hacerlo ayer.

El alumno Diego Murillo dice que esta clínica ayuda porque no había tenido tiempo de ir a vacunarse por el trabajo.

“Yo empiezo mi primer año en CSUDH y quiero estar protegido”, manifestó el alumno Christopher López, de 19 años, luego de haber sido vacunado. “No pasa nada; todos deberíamos vacunarnos”.

En una reciente sesión de cabildo con representantes de asuntos estudiantiles, autoridades de CSUDH dejaron en claro 12 puntos antes del inicio de clase.

“Tratamos de educarlos sobre la vulnerabilidad al covid-19; que la variante Delta no es una broma y que hay personas que están tratando de superar la ciencia al no vacunarse y están terminando hospitales deseando haberse inoculado”, dijo el doctor Thomas A. Parham.

“Con ellos hemos compartido que, para la mayoría de las personas que ahora están en hospitales, con ventiladores y recibiendo tratamiento, más del 90% no están vacunados”, agregó.

“Los datos son abrumadores. Para las personas que no estaban preparadas para confiar en la vacuna, los científicos y yo entendemos que para cualquier ensayo clínico que hagamos, se podrían obtener 100, 200, 300 muestras del tema en un ensayo clínico, pero aquí tienes millones. Millones de personas que ya se han puesto la vacuna y se ha demostrado su eficacia”.

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