Brian Keating, el cosmólogo que cree que otorgar los Premios Nobel a científicos de forma individual es un anacronismo

El físico y profesor Brian Keating cuestiona el proceso para elegir a los ganadores de las categorías científicas del prestigioso reconocimiento.

CORTESÍA: BRIAN KEATING

Crédito: BRIAN KEATING | Cortesía

“Ningún científico llega solo a Estocolmo”, escribió Brian Keating, un distinguido profesor de física de la Universidad de California en San Diego, Estados Unidos.

“Los premios Nobel para científicos individuales son un anacronismo”, plasmó en el ensayo Time to update the Nobels (“Es hora de actualizar los Nobel”), publicado en 2019 en el sitio Aeon.

El físico cuestiona el proceso para elegir a los ganadores de las categorías científicas (física, química y medicina) del prestigioso reconocimiento que se concede anualmente.

No es el único. En 2012, Jim Al-Khalili, físico teórico y profesor de la Universidad de Surrey, escribió en el diario The Guardian el artículo Why the Nobel prizes need a shakeup (“Por qué los premios Nobel necesitan una reorganización”).

El autor señalaba cómo, cada vez más, los límites entre las ciencias se están difuminando y que dichos galardones también debían “recompensar la mejor investigación” y no encasillarse en las disciplinas.

“El comité podría introducir nuevas categorías y variarlas anualmente. Puede haber un año en el que se elijan la astrobiología, la ciencia de los materiales y la geofísica, y otro año en el que escojan la nanoquímica, la inteligencia artificial y la biología cuántica”.

Pero además de ampliar los campos, las criticas también apuntan a la falta de diversidad entre los ganadores. Por ejemplo, en 119 años de historia, 23 mujeres han conquistado el galardón en las ramas científicas: 4 en física (de 216 laureados), 7 en química (de 186) y 12 en medicina (de 222).

Ningún científico negro ha ganado un Nobel; eso es malo para la ciencia y para la sociedad”, escribió en 2018, en The Conversation Winston Morgan, investigador y docente de Toxicología y Bioquímica clínica en la Universidad del Este de Londres.

¿Cómo es el proceso?

En 2019, la revista Nature publicó un comunicado titulado Nobel Committee responds to criticism (“El Comité del Nobel responde a las críticas”).

“Nuestro proceso de adjudicación se esfuerza por garantizar que todos los científicos tengan una oportunidad justa, independientemente de su ubicación geográfica o género”, escribieron Göran Hansson, secretario general de la Real Academia Sueca de Ciencias, y Gunnar von Heijne, secretario del Comité del Nobel para Química.

Göran Hansson, secretario general de la Real Academia Sueca de Ciencias

FREDRIK SANDBERG/TT News Agency/AFP via Getty Imag
“Nuestro proceso de adjudicación se esfuerza por garantizar que todos los científicos tengan una oportunidad justa, independientemente de su ubicación geográfica o género”, señaló Göran Hansson.

Los procesos de nominación y selección de los laureados en física y química son muy similares.

En el primer caso, señala la organización, el Comité del Nobel para Física (lo mismo hace el Comité del Nobel para Química) envía formularios de nominación confidenciales “a unas 3.000 personas: profesores seleccionados de universidades de todo el mundo, laureados con el Nobel de física y química, y miembros de la Real Academia Sueca de la Ciencia, entre otros”.

Una vez esos formularios son devueltos, el Comité “examina las nominaciones y selecciona a los candidatos preliminares”. Entre 250 y 350 nombres son propuestos.

Los nombres preliminares son enviados “a expertos especialmente designados” para evaluar el trabajo de los candidatos.

Y el Comité le presenta las recomendaciones sobre los candidatos finales a la Academia, cuyos miembros eligen a los ganadores por mayoría de votos.

En el caso del premio en Medicina, la Asamblea del Nobel en el Instituto Karolinska de Estocolmo es la encargada de elegir a los laureados, entre los candidatos recomendados por el Comité del Nobel de Fisiología o Medicina.

Y se llega a esa etapa, después de haber enviado “más de 3000 invitaciones personales confidenciales a nominadores calificados”.

Los estatutos de la Fundación Nobel establecen que hasta tres personas pueden compartir un premio Nobel (el de la Paz se puede dar a organizaciones).

El número tres

En 2019, Hansson y Von Heijne señalaban que “la distribución desigual de los premios Nobel es un síntoma de un problema mayor“.

“La ciencia ha estado dominada por Europa Occidental y América del Norte durante siglos, y las mujeres han tenido oportunidades científicas limitadas”.

Roger Penrose, Reinhard Genzel y Andrea Ghez

Getty Images
El año pasado, el Nobel de Física se le concedió al británico Roger Penrose, el alemán Reinhard Genzel y la estadounidense Andrea Ghez por sus hallazgos sobre los agujeros negros.

Keating no está de acuerdo con ese planteamiento.

“Creo que se trata de que el Comité tiene que hacer una investigación más activa y emprender medidas más proactivas para cerciorarse de que realmente está descubriendo las investigaciones más grandes, importantes y beneficiosas, las que realmente ayudarán, como dijo Alfred Nobel, a toda la humanidad”, le dice a BBC Mundo.

Señala que si hubiesen más de tres ganadores, en cada categoría científica por año, “se incluiría a más mujeres y más personas de grupos poco representados“.

De hecho, Venki Ramakrishnan, premio Nobel de Química 2009 (junto a Thomas A. Steitz y Ada Yonath), escribió que “en la ciencia, descubrir a tres personas que marcaron la diferencia real en un campo en particular se vuelve cada vez más difícil y subjetivo, si no imposible“.

“Además, la explosión de la ciencia en el último medio siglo ha significado que muchos avances importantes nunca obtengan el premio y se ha convertido cada vez más en una lotería”, indicó en el libro Gene Machine: The Race to Decipher the Secrets of the Ribosome (“Máquina del gen: La carrera para descifrar los secretos del ribosoma”).

Recinto del Nobel

Getty Images

Hansson dijo en un entrevista con BBC Mundo que la discusión sobre si premiar grupos u organizaciones en las categorías científicas se ha dado no sólo en la prensa sino en “nuestra Academia” y cree que continuará en el futuro.

“Hasta ahora, hemos encontrado que es posible premiar a una, dos, tres personas por un descubrimiento específico y personalmente creo que si puedes premiar a un individuo, demuestras que una persona hace una diferencia en este mundo de organizaciones e instituciones”.

En su opinión, resaltar al “individuo creativo” y convertirlo en un modelo a seguir, puede resultar más positivo que premiar a una organización.

El profesor Keating reconoce que los Nobel impulsan a los científicos al éxito.

“Yo mismo he estado un poco encaprichado con el Premio Nobel, con el deseo de querer ganarlo, de lograr el nivel más alto de notoriedad e inmortalidad que se puede obtener en física y formar parte de una cohorte muy exclusiva, poblada por personas como Einstein y otros”, dijo en 2020 en un artículo de la BBC.

El cosmólogo, quien también es autor de los libros Losing the Nobel Prize (“Perder el Premio Nobel”) y Think Like a Nobel Prize Winner (“Piensa como un ganador del Premio Nobel”), conversó con BBC Mundo desde Estados Unidos.


¿Por qué cree que los premios Nobel que se otorgan a científicos individuales son un anacronismo?

Porque no reflejan la forma en que la ciencia se hace.

La ciencia de hoy en día muy raramente es hecha por genios solitarios, por personas que trabajan solas sin ayuda. En cambio, la ciencia se parece mucho a una industria en la que tenemos grandes colaboraciones, grandes equipos, muchos recursos y apoyo.

Medalla del Nobel

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Esa combinación, la diversidad de la contribución intelectual no puede provenir de una sola persona, la necesitamos desde muchas perspectivas.

Tampoco existe la oportunidad que una vez hubo de hacer lo que consideraríamos descubrimientos más fáciles de alcanzar, la cantidad de descubrimientos que hubieran podido ser logrados por un individuo.

Es muy raro que ahora una persona contribuya tanto a un descubrimiento que le pertenezca solo a ella.

¿Cuál es para usted el principal problema con los Nobel en este momento?

Creo que hay tres problemas principales. Uno importante es que no se permite que se les entregue a más de tres personas, una decisión casi caprichosa del comité. Originalmente era solo una y, aunque tres es más que una, no refleja cómo se hace la ciencia hoy.

El otro problema es que no se destina a personas que han fallecido, aunque se reconozca que lo merecían. No se incluyen en los elogios, la atención y la fanfarria porque están muertos. Y creo que, en última instancia, eso es injusto y no refleja cómo se hace realmente la ciencia.

Una placa en honor a Alfred Nobel

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El tercer problema es que ha convertido la ciencia en una especie de deporte, una especie de ceremonia de entrega de premios a estrellas de cine, con el potencial de reescribir cómo se desarrolló realmente la historia.

De esa manera, algunas veces enseñamos los descubrimientos científicos a través del número de premios Nobel o por la forma en que esos hallazgos llevaron a un Nobel, en vez de concentrarnos en las luchas que tuviste que librar para llegar a ese descubrimiento.

Se tiende a pensar más en el resultado que en el proceso en sí.

En el comunicado de 2019, el comité del Nobel indicó que hacen “esfuerzos sustanciales para acercarnos a las universidades de investigación de todo el mundo”. ¿Sigue creyendo que se realizan “cálculos arbitrarios y a menudo crueles” como mencionó en su artículo?

Sí, creo que tienen intereses. Considero que decir que no tienen una agenda, que no tienen un enfoque, sería inexacto e incluso podrían admitir que eso es impreciso, porque decir que, en ciencia, tres personas que están exactamente en el mismo campo, reciben el mismo número de votos, no es plausible.

Lo que creo que sucede, en general, es que tienen una idea, dentro de la Real Academia Sueca de la Ciencia, de quién merece un Premio Nobel y luego pueden encontrar el apoyo de nominadores, como yo, para apoyar la narrativa.

Pero debido a que el proceso es tan opaco y tan poco transparente -ha estado oculto durante 50 años como mínimo-, es imposible para alguien externo como yo, saber realmente lo que sucede a puerta cerrada.

Sin embargo, el hecho de que no miren hacia atrás y rectifiquen lo que estuvo mal, eso es cruel, eso para mí sigue siendo cruel.

Que a personas que merecieron el premio, como Rosalind Franklin (1920-1958) o Jocelyn Bell (1943), cuyos méritos ellos mismos reconocen, no se les haya dado el galardón y sigan sin dárselo, tiene que ser intencional.


“Desde 1974, los estatutos de la Fundación Nobel estipulan que no se puede otorgar un premio póstumamente, a menos que la muerte haya ocurrido después del anuncio del Premio Nobel”.

Organización del Premio Nobel


¿Cree que los premios Nobel en ciencias deben darse a grupos?

Sí, creo que todo aquel que fue fundamental en el proceso merece ser reconocido y premiado, y eso puede llevar a que algunos lo rechacen.

Hasta que los ganadores no empiecen a rebelarse contra el Premio Nobel en su estado actual, creo que permanecerá como está, como un monopolio, como una organización o entidad monolítica e invariable.

Pero la primera vez que alguien hable y diga ‘no voy a aceptar este premio porque no es acertado, no es justo, no representa la totalidad del descubrimiento’, el comité cambiará sus planes.

Mi libro fue escrito con la esperanza de que eso suceda, de que alguien vea que esto está teniendo un efecto negativo en los resultados de la ciencia. Hasta ahora, nadie ha aceptado realmente ese desafío, pero quisiera que lo hicieran. Con el tiempo, creo que se verán obligados a hacerlo.

En otras palabras, considero que el Premio Nobel va a perder prestigio y creo que si eso pasa, no habrá forma de recuperarlo.

Y esto se ve hoy en día en lugares como Hollywood, donde se ha reprimido a las mujeres durante muchas décadas, y ahora salen a la palestra y protestan e incluso los hombres participan.

No estoy comparando los dos (ámbitos), pero lo mismo podría pasar con el Premio Nobel si no tienen cuidado. Pienso que deberían aprovechar la oportunidad para reformarse mientras están a tiempo y que lo hagan, quizás, en sus propios términos.

Usted también mencionó que la imagen del investigador solitario pareciera ser cada vez más “una reliquia del pasado”. ¿Por qué cree que hay una imagen idealizada de un ganador del Premio Nobel?

Creo que se remonta a la idea del genio solitario que la gente quiere creer que existe, del individuo que trabaja muy duro de forma aislada, que hace algo que ninguno de nosotros puede hacer.

Es una especie de fantasía de que hay individuos que se hacen completamente a sí mismos.

Albert Einstein

Getty Images
Albert Einstein recibió el Premio Nobel de Física en 1921.

Quizás se deba a personas como Galileo, Isaac Newton o Albert Einstein, que trabajaron predominantemente en aislamiento y solos, pero todos admitieron que se pararon sobre los hombros de gigantes, como ellos llamaban a quienes estuvieron (en sus campos) antes que ellos.

Creo que hemos perdido de vista la segunda parte de esa frase: los científicos tienen, por naturaleza, que trabajar en colaboración. Hoy en día, ninguna persona sola puede construir el Gran Colisionador de Hadrones o el Observatorio Simons o cualquiera de los proyectos más cautivadores de la imaginación.

Considero que también le hacemos daño a la ciencia porque enviamos el mensaje de que tienes que ser Einstein para hacer una contribución. Incluso Einstein, cuando era niño, no era Einstein. En otras palabras, no sabía nada. Le tomó años desarrollar sus conocimientos, aprender matemáticas, etcétera.

Imagina si él hubiese sentido que tenía que ser el supergenio para ser científico, se habría desanimado cuando era joven y nunca lo hubiéramos tenido.

Aunque usted reconoce que la competencia en el ámbito de la ciencia para ganar un Premio Nobel puede ser saludable, también puede conducir al desperdicio de recursos. ¿Qué quiere decir con eso?

Una de las necesidades más urgentes en la ciencia es la financiación, tener la capacidad de contratar colaboradores, investigadores, poder pagar experimentos, comprar equipos, viajar, etcétera.

Incluso ahora, con una pandemia, sigue siendo urgente poder ir a Chile, Europa y otros lugares donde hacemos nuestras investigaciones.

Alfombra con una N

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La ciencia realmente depende del financiamiento y, aun así, los montos son cada vez más pequeños. Por otra parte, el número de científicos está aumentando, como también nuestro deseo por tener nuevas tecnologías y nuevos descubrimientos científicos.

Así es como tienes cada vez menos recursos, pero, al mismo tiempo, más atención y eso producirá un choque.

Debido a eso y como si tratara de una especie de atajo, los organismos que deciden la financiación, como la National Science Foundation o las distintas agencias gubernamentales en Europa, preguntarán cuál es el proyecto que probablemente tendrá el mayor impacto, ya sea un telescopio o un acelerador de partículas.

Y muchas veces el atajo, el tipo de heurística que usan es decir: ¿esto va a ganar un premio Nobel? Y por esa razón, a menudo se ven en los sitios web de las agencias gubernamentales los diferentes proyectos que han ganado premios Nobel que ellos apoyaron.

Creo que eso, de nuevo, perpetúa esta idea casi mística sobre el Premio Nobel y le da un exceso de poder.

Eso, creo, es otro tipo de consecuencia de la idolatría cuasi religiosa con que se venera el hecho de ganar un Premio Nobel.

En su artículo se pregunta: “¿Y si el Comité del Nobel reconociera a todos los nominados cada año?” ¿Cuáles serían los beneficios de eso?

Creo que con la atención que se les daría a los científicos, especialmente a los jóvenes, se resaltaría que lo que están haciendo es importante.

No hay otra ceremonia de entrega de premios que no se sepa quién está compitiendo. En los Juegos Olímpicos, los Oscar, los Emmy o los Bafta, la gente sabe quiénes están involucrados y eso, en cierta forma, le da más atención a esa comunidad, a ese campo.

Por esa razón, creo que sería positivo reconocer a todos los que potencialmente se consideran dignos de ese premio.


“Los estatutos de la Fundación Nobel restringen la divulgación de información sobre las nominaciones, ya sea pública o privadamente, durante 50 años. La restricción se refiere a los nominados y nominadores, así como a las investigaciones y opiniones relacionadas con la concesión de un premio”.

Organización del Premio Nobel


En 2017, Ed Yong, escribió en The Atlantic, el artículo The Absurdity of the Nobel Prizes in Science (“Lo absurdo de los premios Nobel de ciencia”) y planteaba que en la medida en que propagan el mito del genio solitario, ese genio solitario es casi siempre blanco y masculino”.¿Qué opina?

Es un fenómeno similar al de la perspectiva Einstein que mencioné antes: la gente quiere que los científicos estén allí.

En cierta forma, creo que las personas desean que existan para no tener que tomar decisiones o hacer cosas por sí mismas. En otras palabras, no tengo que pensar en un tema trascendental porque alguien más, que es mucho más inteligente que yo, está pensando en el origen del universo o en la estructura del espacio y del tiempo.

Laboratorio

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Y creo que, lamentablemente, eso es causado por los mismos científicos, porque ellos dirán cosas como: “No, esto es demasiado difícil para que lo entiendas y no puedo explicártelo”, o como respondió Richard Feynman (Premio Nobel de Física de 1965): “Si pudiera explicárselo a la persona promedio, no habría tenido mérito el premio Nobel”.

Eso es perjudicial porque, de nuevo, desalienta a los jóvenes. No existe un científico que haya sido tan inteligente al nacer como cuando ganó un premio Nobel.

Solo le haces daño a la ciencia al hacerla ver como que es exclusiva. Es cierto que la mayoría de los ganadores han sido hombres blancos o al menos hombres.

Ha habido muchos científicos japoneses, chinos y de otros grupos étnicos, pero no, por ejemplo, afroestadounidenses.

Es un síntoma de uno de los fenómenos que describo en mi libro: entre más veces te asocien con el ganador de un Premio Nobel, es más probable que ganes un premio Nobel, ya sea que hayas sido asesor, estudiante, colaborador o que hayas escrito un artículo con esa persona.

En ese sentido, los ricos tienden a enriquecerse y, así, tienes como especies de dinastías en el Premio Nobel y creo que eso puede reforzar el mismo fenómeno del que Ed habla en ese artículo.

Puede conocer más sobre el trabajo científico y divulgativo del profesor Brian Keating en su página web. (La BBC no se hace responsable de los contenidos externos).


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